Por Claudio De la Llata
En la conclusión del tiempo acordado por la dirigencia de MORENA, y los aspirantes a la candidatura a la presidencia de la república por el partido en el poder, se cierne sobre México una ola de violencia en todo el país, ya no hay un solo lugar tranquilo a donde ir, en tanto la efervescencia política sube de tono, en un alud inmenso de acusaciones, señalamientos, pleitos y discordias, que pueden arruinar la elección del año próximo a MORENA, en tanto el país se desangra e incendia, ante la complacencia e indiferencia de las autoridades correspondientes.
Al término de unas precampañas por demás atropelladas, que culminaron en un mar de acusaciones en contra de Claudia Sheinbaun, a quien públicamente señala Marcelo Ebrard, y en los tribunales la diputada por Ajalpan Puebla, Inés Parra; quienes con pruebas en mano han hecho referencia al acarreo, uso de programas sociales con fin clientelar, desvío de recursos públicos para solventar los gastos de precampaña, favoritismo y mucho más, a la exgobernadora capitalina, que parece nada más no levantó, y ahora en el intento de imponerla, los prosélitos de López Obrador han salido linchados, por los detractores de la doctora Sheinbaun, en una decisión que se tomará 15 días, en la que seguramente no dejará a nadie satisfecho, pues la decisión ya está tomada, es Claudia y no hay vuelta atrás.
Pero en medio de todo esto, la ciudadanía queda presa de los intereses políticos y las llamadas a que retomen su trabajo, y lo hagan luchando contra la delincuencia, pues pareciera ser, que no son escuchadas por ningún funcionario de la 4T, y para colmo ante las cifras de la incidencia de la violencia, se desata una polémica inútil, en tanto México llora por las víctimas del hampa, tras las discusiones del gobierno y la oposición por dilucidar, si la violencia es aceptable, o los ataques políticos señalando la violencia, son tolerables.
Si a esto se suma, la inquietud de las autoridades en el vecino país del norte, fundada y sustentada en dos asuntos:
a). – la coordinación de las voluntades en lo sumo la del presidente, para apoyar a Beatriz Paredes, y dejar sola a Claudia Sheinbaun, tomando en cuenta que la labor “esquirol” de Beatriz Paredes, ha sido denunciada por propios y extraños, la obviedad con la que se conduce al respecto es pavorosa e impúdica, en tanto el apoyo soterrado del mundo oficial, a Beatriz Paredes… es ha sido y será, totalmente condenable.
b). – la inmovilidad descarada del presidente de México, ante la violencia, que se vive adentro y no deja lugar a dudas, que lo suyo no es perseguir capos…
Más allá de que la candidata es Claudia si no es que pasa otra cosa, el inicio fallido del Maximato López Obradorista, ha presentado algunos inconvenientes, siendo el primero, el hecho de que Ningún aspirante salvo Claudia Sheinbaun, está a gusto con el proceso de precampaña, todos tienen la percepción de que Andrés Manuel López Obrador, ha cargado los dados en favor de Claudia Sheinbaun, cosa que pareciera ser cierta.
Cabe destacar que para la alianza del frente amplio las cosas no lucen muy bien, pues lejos de ayudar a los pobres con políticas públicas útiles, el presidente de México, se ha encargado de sembrar odio por todo el país, así como instrumentar una política de miedo (muy sacada de la teoría Nicomáquea de Aristóteles), para inducir las precampañas, las campañas y el resultado final de las elecciones presidenciales, y cumplir caprichosamente con su afán para poner a Claudia Sheinbaun, al frente de un México que ya no aguanta más improvisaciones, ni experimentos.
Después de todo lo referido, y en medio del peor clima de seguridad que se vive en México, las fuerzas del pueblo sabio dicen que habrá una campaña de odio, que propiciará hambruna, inequidad y desesperación, pero jamás volverá de manera decidida en presidenta de México a Claudia Sheinbaun.
Finalmente basta decir, que nadie quiere hacerse cargo de la hambruna, la inestabilidad y el salvajismo, propiciados por las políticas públicas de la actual administración federal, que es el complemento para que Claudia pierda irremediablemente, y con ello se derrumbe inevitablemente, la esperanza de la 4T.