José Alberto Sánchez Nava
1.- El Desfile Militar del 16 de Septiembre en México, conmemoración de la Independencia, es un evento emblemático que reúne a ciudadanos y líderes para celebrar la historia de la nación y honrar a sus fuerzas armadas. En el 2023, una situación inusual ha captado la atención y generado debate: la presencia de tropas rusas en el desfile, planteando cuestionamientos sobre las implicaciones constitucionales para el presidente Andrés Manuel López Obrador y su administración.
2.- Antecedentes y Contexto: La inclusión de tropas rusas en el desfile militar ha sido motivo de controversia y sorpresa para muchos. Históricamente, el desfile ha estado centrado en exhibir las capacidades y logros de las fuerzas armadas mexicanas. La participación de tropas extranjeras, especialmente de una nación con la que México no tiene alianzas militares explícitas, plantea preguntas sobre la soberanía y la legalidad de tal participación.
3.- Implicaciones Constitucionales: La Constitución mexicana, en su Artículo 89, establece que el presidente es el comandante supremo de las fuerzas armadas y tiene el deber de preservar la soberanía y la seguridad nacional. Este artículo cobra relevancia en este contexto, ya que la presencia de tropas extranjeras en un evento militar nacional plantea la interrogante sobre si esta acción va en consonancia con la responsabilidad constitucional del presidente.
El artículo 89 también establece que el presidente tiene el poder de dirigir la política exterior y celebrar tratados internacionales, pero estos deben ser aprobados por el Senado. Si la presencia de tropas rusas no se ha coordinado adecuadamente a nivel legislativo y diplomático, podría plantear problemas constitucionales y políticos para el presidente López Obrador.
Además, el Artículo 76 de la Constitución establece que corresponde al Senado autorizar la presencia de fuerzas armadas extranjeras en el territorio nacional. Si no se ha seguido este procedimiento, podría haber una violación constitucional.
4.- Reacción de la Opinión Pública: La presencia rusa en el desfile ha suscitado diversas reacciones en la opinión pública. Algunos ven esta participación como un gesto de amistad y cooperación internacional que ya había ocurrido con otros ejércitos en conmemoraciones de antaño de Independencia del 16 de septiembre, mientras que otros la perciben como un desvío de la tradición y la identidad del desfile. La transparencia y la explicación adecuada por parte del gobierno son esenciales para abordar las preocupaciones y garantizar que se respeten los principios constitucionales que rigen la participación de fuerzas armadas extranjeras en el país.
5.- Sin embargo, la reciente participación de tropas rusas en el Desfile Militar del 16 de Septiembre, ha levantado una serie de interrogantes sobre la prudencia en la toma de decisiones a nivel gubernamental. En virtud de que esa acción, se da en medio de señalamientos a Rusia por violaciones a los derechos humanos y crímenes de guerra en Ucrania con quien México tiene una estrecha relación diplomática, y por tanto ese hecho convierte en una manifestación concreta de la política exterior que debe ser revisada a la luz del artículo 89, fracción X de nuestra Constitución Federal y de la cual Relaciones exteriores ha hecho Mutis.
6.- Y es que la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena Ibarra quedó en ridículo mayúsculo ante la contrariedad de la embajadora de Ucrania, Oksana Dramaretska la cual abandono el desfile militar con un alto grado de inconformidad hacia el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, por la presencia de un contingente del Ejército ruso en el desfile militar con motivo de la Independencia del país, en medio de la invasión que persiste de Rusia en territorio ucraniano desde hace año y medio.
7.- Alicia Bárcena Ibarra quedo en un fuera de lugar demasiado incómodo y con el status de “florero presidencial”, ante el acostumbrado exabrupto de AMLO al actuar sin tomar en cuenta a la gente capacitada en materia de relaciones exteriores, pues es de sabido y explorado derecho que lo principios en materia de conducción de política exterior, se sustentan en la no intervención, la solución pacífica de controversias y la protección de los derechos humanos. Estos principios están intrínsecamente vinculados a la cooperación internacional para el desarrollo y la promoción de la paz y seguridad internacionales. Es esencial considerar que esta cooperación implica trabajar en conjunto con organismos internacionales para abordar temas que afectan los derechos humanos y pugnar por un mundo más justo.
8.-En ese tenor Alicia Bárcena Ibarra, tiene pleno conocimiento de que el artículo 89, fracción X Constitucional, menciona específicamente la importancia de proteger y promover los derechos humanos. En este contexto, se refiere a la cooperación con instancias internacionales para enfrentar abusos de derechos humanos como el comercio de armas, conflictos armados, terrorismo, discriminación y otras violaciones graves. Por esa razón, es la titular de la Secretaria de Relaciones exteriores, quien debe dar cuenta con la debida fundamentación y motivación legal que justifique la participación de Rusia en nuestro desfile militar del 16 de septiembre, señalada por violaciones a los derechos humanos, en un evento relevante de México, lo cual plantea dudas sobre si la titular de la referida Secretaria de Relaciones Exteriores, Marta Bárcena Ibarra, está en el ejercicio de sus funciones respetando estos principios fundamentales los cuales debieron haber sido notificados al Presidente de México.
9.-Es imprescindible mencionar que la cooperación y la solidaridad internacional son fundamentales para impulsar estos principios. La imprudencia en la toma de decisiones puede socavar la credibilidad y la efectividad de la política exterior, y comprometer la defensa de los derechos humanos en un ámbito global.
10.- En conclusión, es imperativo que, al decidir permitir la presencia de tropas extranjeras en eventos nacionales, se reflexione profundamente sobre la congruencia con los principios constitucionales que rigen la política exterior, especialmente aquellos relacionados con la protección de los derechos humanos y la promoción de la paz y seguridad internacionales. La prudencia y el respeto a estos principios son cruciales para asegurar una política exterior coherente y efectiva que beneficie a la comunidad nacional e internacional en su conjunto.