Por Claudio De la Llata
Tras una serie de acusaciones y señalamientos en los que el ejecutivo federal denuncia una presunta persecución en su contra, los elementos que utiliza, nos llevan a la profunda reflexión de los tópicos que alude.
Luego de llamarse perseguido, una vez que voces airadas le recuerdan las víctimas de la violencia, entre ellos muchos colegas asesinados arteramente, y otros que por fortuna sobrevivieron a los ataques armados, del crimen organizado (como el caso de Ciro Gómez Leyva que vive para contarlo) y por lo anterior, bien vale la pena recordar a los compañeros caídos, acallados violentamente tras arrancarles la vida, como único método posible para silenciarlos; por lo que en su memoria, decir con toda propiedad que a los periodistas nos persiguen, y que el gremio periodístico se ve duramente amenazado, pues tanta muerte no se puede explicar y me refiero concretamente a:
1.-Nelson Matus Peña, director de noticias: “LO REAL” de Guerrero, asesinado en la colonia Emiliano Zapata el 15 de julio de 2023 en Acapulco Guerrero.
2.- Luis Martín Sánchez Iñiguez, encontrado sin vida el 8 de julio de 2023 en Tepic, en el estado de Nayarit.
3.- Marco Aurelio Ramírez Hernández, que fue asesinado a balazos a bordo de su automóvil, el 23 de mayo del 2023 a unos pasos de su casa en Tehuacán Puebla.
4.-Gerardo Torres Rentería, fue asesinado en Acapulco Guerrero, el 11 de mayo de 2023.
5.-Abisaí Pérez Romero, fue asesinado el 12 de febrero del 2023 en el estado de Hidalgo.
Este recuento de tan sólo 2023, muestra la verdadera persecución a la que somos sometidos los periodistas en México, de los que se dice perseguido el ejecutivo federal, una vez que las pruebas y los asesinados, dan cuenta clara de que somos los periodistas a los que nos persiguen los políticos, los delincuentes, los líderes sindicales y los militares bajo la constante de que en la mayoría de los casos, luego de sus asesinatos, les llueve una andanada de descalificaciones, para minimizar las cosas y olvidarse del tema, y la extinción o desaparición de las pruebas que condujeran con el autor del homicidio.
Tal es el caso de Marco Aurelio Ramírez, cuyas pruebas contenidas en su oficina que pudieran servir, para dar con los verdaderos autores del crimen, fueron desaparecidas, luego de que pasados dos días del asesinato, hubo un desalojo de su oficina donde se desaparecieron papeles, y los detenidos, parecen más chivos expiatorios, que los verdaderos homicidas.
Igualmente pasa con Luis Martín Sánchez Iñiguez, quien fue encontrado con un mensaje intimidatorio de sus verdugos, lo que no deja lugar a duda que fue asesinado para callarlo, pues le era incómodo al grupo de poder de Nayarit, donde al ver que les estorbaba, simplemente lo secuestraron y le arrebataron la vida “por andar de metiche”, como dijera un comandante de la policía nayarita.
Es igualmente importante decir que, nosotros a quienes señala el presidente de México sin pruebas, somos abiertamente perseguidos, muchos de milagro estamos vivos, y muchos más ya no lo contaron, por lo que no encuentro elementos para darle la razón, para que se nos diga perseguidores, cuando las pruebas apuntan a que somos despiadadamente perseguidos.
Sería muy importante que alguien le dijera al presidente, que está muy seriamente cuestionado, pero nunca perseguido pues el decir en este país, en este momento, y bajo éstas circunstancias, que los periodistas persiguen al presidente, parece una acto de sarcasmo y de comicidad involuntaria, el que se nos señale de perseguir al ejecutivo federal.
Igualmente sería muy bueno que el presidente de México, persiga a los miembros del crimen organizado, a los delincuentes de cuello blanco, a los militares corruptos, a los diputados corruptos y a los gobernadores corruptos, antes de afirmar sin pruebas y sólo con testimoniales, empezando por el suyo, para que los mexicanos, entre ellos los periodistas de nuestro país, podamos vivir en paz y tranquilidad.
Finalmente vale la pena decir, que no son los periodistas los que persiguen al presidente de México, si no son los ciudadanos a los que no les ha cumplido, los trabajadores que se siente ofendidos por la sola idea de suprimir el aguinaldo navideño, los militares que se sienten traicionados, los estudiantes que se sienten olvidados, los científicos que se sienten ultrajados, robados y vilipendiados, las madres de familia por el cierre de las estancias infantiles, la madres buscadoras que se sienten desoladas de que no se ha hecho nada por encontrar a sus hijos, vivos o muertos, los niños enfermos por cáncer, que mueren por falta de medicamentos, y la ciudadanía en general que busca del ejecutivo federal una respuesta, por todo lo que le pasa en el país, en donde todo lo que se ve, es violencia pobreza y demagogia.