No fue bien visto el que el Gobierno de México exagerara la nota cuando señaló en forma discursiva y pronto lo hará mediante oficio escrito; que SS el Papa Francisco, se extralimitó de alguna manera al señalar que espera que su país de origen, Argentina, no se “mexicanice” porque la información que tiene el Papa, le indica que lo que pasa en México es cosa de terror.
La verdad, lo que sucede en nuestro país es un escándalo, pero al partido en el poder le preocupa mucho –sobre todo en tiempos de campañas electorales–, su imagen y aún más cuando las encuestas en la intención del voto los van desdibujando en fuerza electoral.
Uno se pregunta cómo revertir el desaseo que permea en casi todos los rincones de interacción social con el poder y la administración, si los propios gobernantes y administradores no atinan a reconocer los desaciertos, la impunidad y la corrupción.
Ejemplos de que en México las cosas están mal, de horror y que pueden empeorar, hay miles y miles. No citemos hoy a las policías, a las redes de delincuencia organizada, y a las que se tejen entre los de “cuello blanco”.
Si alguien quiere escuchar una historia de horror y vileza, cabe citar al reportero Luis García Arteaga, quien nos muestra con su investigación que en el Fideicomiso Acapulco en Guerrero, los empleados de esas oficinas lucran con la pobreza de las personas que acuden a realizar el trámite para la titulación de las escrituras de sus predios, mismo que no tiene ningún costo y por el que se les exigen pagos de hasta 11 mil quinientos pesos.
Quienes escuchan también historias de horror todos los días y sobre todo los domingos, son los sacerdotes y obispos que de sus feligreses deben atender sus confesiones. De ahí el sentido cada vez más político de las homilías de cada misa.
La percepción que tiene el Papa Francisco y muchos otros desde fuera de nuestro país, tiene datos fríos que aportar; no es que los sacerdotes violen el secreto de confesión, pero sí pueden sintetizar la falta de valores que corroe a la sociedad mexicana.
Al Gobierno priista en turno, ese que se dice en construcción y en ruta de trabajo, le caería bien ser más proactivo que reactivo. Ser tan contestatario por el real desaseo nacional, le reditúa peor imagen que la que de por sí se proyecta con la sola realidad que se vive.
Acta Divina… “Manifestamos tristeza y preocupación respecto de los comunicados que se hicieran de una carta privada del Papa Francisco”, señaló José Antonio Meade, canciller mexicano, respecto a las expresiones del pontífice católico por su temor de que Argentina se mexicanice.
Para advertir…A este Gobierno, le enoja la crítica.