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Jaime Flores Martínez
Lunes 31 de marzo del 2025.- Desafiante en su insolente postura de triunfador, el teniente coronel Julián Leyzaola Pérez desestima lo mismo al grupo delictivo que controla Mexicali, que desafía a su acérrimo crítico Omar García Harfuch, actual secretario de Seguridad Ciudadana del país.
Apenas puede creerse que —hace unos días— a menos de una semana de haber sido colocado como director de la Policía de Mexicali, el soberbio Leyzaola se haya burlado de las amenazas de muerte lanzadas días antes por los narcos.
Leyzaola señaló suficiente que es como haberle dicho “nos vemos a la salida” en la escuela primaria.
Algunos afirman que la postura de este hombre proyecta su valentía.
Sin embargo, esos “algunos” se rascan la cabeza al conocer que el militar retirado es custodiado de día y de noche por al menos veinte soldados de élite.
Efectivamente unos 20 soldados vigilan permanentemente el entorno de Leyzaola, y esto lo destacan las habituales conversaciones de los elementos de la corporación municipal.
En su descargo, un policía mexicalense reconoce que la corporación está severamente infiltrada por el grupo delictivo conocido como los Rusos, uno de los brazos del Cártel de Sinaloa.
La mañana del viernes 21, los Rusos colocaron una cartelera en uno de los puentes mayormente transitados en la capital de Baja California.
Allí le advierten que —además de señalarle que Mexicali tiene dueño— lo matarán.
Leyzaola les dijo a los reporteros que está acostumbrado a ese tipo de amenazas.
Respecto a los delitos de tortura que lo enmarcan, dijo que no hay pruebas y señalo que juez recibió las denuncias y por eso giró las órdenes de aprehensión que hace unas semanas fueron canceladas.
Lo que hasta el momento no ha sido ventilado es el distanciamiento que provocó entre la gobernadora Marina del Pilar Ávila y el alcalde de Tijuana Ismael Burgueño Ruiz.
Una versión creíble asegura que Leyzaola puso cara de víctima al decirle a la gobernadora que Burgueño no lo defendió frente a su detractor Omar García Harfuch.
Tan malagradecido es el teniente coronel que abandonó a Burgueño para refugiarse en Mexicali donde está bajo el manto de la gobernadora.
Aquellos que no tienen memoria, olvidaron que Leyzaola “le atizó” a Marina del Pilar al trascender que era ella la que competiría para suceder al entonces gobernador Jaime Bonilla Valdez.
En esta plataforma se podrá encontrar dicho video que seguramente la gobernadora habría olvidado.
Ah
A propósito del tema, el señor Leyzaola intuye que su nombramiento provocará un cisma entre la gobernadora Marina del Pilar y el secretario de Seguridad Omar García Harfuch.
Tal vez la señora gobernadora no midió el riesgo de apuntalar a Leyzaola a quien García Harfuch simplemente no quiere.
Acorralada
Acorralada por el riesgo que representa que “los morenistas vinculados con el narco” abran la boca, la presidenta Claudia Sheinbaum mantiene una actitud protectora que le causa un desgaste terrible.
Al margen de lidiar con las evidencias que implican a personajes oscuros como el gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, el de Tamaulipas Américo Villarreal y el actual secretario de educación Mario Delgado Carrillo, la presidenta Sheinbaum debe sacar a flote el espinoso caso del Rancho Izaguirre en Teuchitlán Jalisco.
Aunque su administración se revuelve en desmentir que ese lugar no era “un campo de exterminio”, la mandataria debería dejar eso de lado y pugnar por la transparencia de la investigación.
Sheinbaum debe entender que para la mayoría de los mexicanos y para el grueso de la comunidad mundial ese rancho funcionaba como campo de exterminio y no solo como instalación de reclutamiento y adiestramiento de sicarios al servicio de un grupo delictivo.
En otras palabras, el juicio social ya está hecho y difícilmente cambiará esa visión.
También deberá incluir en que, esa mayoría, sabe que ese “campo de exterminio” nació y se toleró en tiempos en que Andrés Manuel López Obrador era el presidente.
Por eso brinca la expresión que hace poco hizo Sheinbaum en defensa de AMLO al demandar que ya lo “dejen en paz”.
Hay quien puede preguntarse cómo se puede dejar en paz a alguien que acordó no molestar a la delincuencia organizada aún si esta operaba impunemente lugares como el Rancho Izaguirre.
La presidenta no puede rebatir a los detractores de AMLO aquella frase que ha hecho historia: “abrazos, no balazos”.
Así pues, la herencia de su antecesor la rebasa, la arrincona y obligadamente tiene que aplicar la responsabilidad a quienes les correspondan.
Ya se ha dicho que Sheinbaum no se atreve a exhibir a quienes tienen responsabilidad en los alarmantes niveles de inseguridad que vive el país, porque no quiere perder su base, es decir, no quiere derrumbar a MORENA.
Lo que debe medir Sheinbaum es que esa base podría aplaudirle que sea capaz de limpiar esa fosa séptica que con López Obrador decidió acumular desechos cuya putrefacción es percibida hasta por el más ingenuo de los chairos.
Positivo
Qué bueno que en medio de las críticas por el desaseo de la próxima elección judicial donde están personas de cuestionable reputación, surge el nombre de la abogada Denisse Uribe Obregón, quien aspira a ser magistrada del Poder Judicial de la Federación.
Actualmente se desempeña en el Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz.
Ojalá todos los aspirantes a cargos en el Poder Judicial tuvieran la preparación y la disciplina de esta abogada.
Positivo II
Qué bueno que luego de varias décadas, los habitantes del municipio de San Quintín Baja California podrán finalmente regularizar sus terrenos.
Durante la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum fue nombrado coordinador del Programa de Regularización de Predios el actual delegado de Bienestar Alejandro Ruiz Uribe, un personaje que precisamente conoce a profundidad las carencias y necesidades de los pueblos indígenas de San Quintín.
Dentro de este programa el gobierno federal destinará un presupuesto especial para obras que consideren indispensables y, Ruiz Uribe aclara, será en todo el Estado de Baja California.
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