HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
- Ni Harfuch ni Andy… ¡Sino Noroña!
La víspera del día del abogado, cuando todos se llenan la boca de Estado de derecho, la vieja procuraduría de Justicia del estado de Morelos con nuevo titular, fabricó delitos la semana pasada a ocho personas que fueron dejadas en libertad por un juez, al encontrarlos no culpables.
Por actos similares, el gobernador Lauro Ortega [†] cesó en noviembre de 1982 y abril de 1985 a toda la policía judicial, incluido al procurador. Decidió Ortega no cargar la pesada mochila de erosión de la legitimidad gubernamental que hacen perder credibilidad y confianza, pero que a la ciudadanía dejaban en estado de indefensión ante los abusos.
Antes, La reina de las pruebas —puñetazos en la boca del estómago, agua mineral por la nariz, toques eléctricos en los órganos reproductores masculinos, la cabeza sumergida al retrete, intento de asfixia con bolsas de plástico— servía a la vieja policía judicial para enviar a la penitenciaría a los detenidos, aunque no fueran culpables. El tiempo institucional actual es otro y no debe medirse por el retroceso. No fabricar bombas caseras de estallido fácil se llama lealtad.
Viejos métodos, nuevos fracasos. Las viejas policías judicial y preventiva detuvieron a un hombre en la cuernavaquense colonia Lienzo Charro, en un espectacular despliegue de fuerza por aire y tierra, cuyo montaje fue tumbado como castillo de naipes por un juez, gracias a una defensa impecable por profesional. Luego, las mismas policías detuvieron a seis jóvenes en la colonia del Empleado, y los acusó de vender droga… ¡estando dormidos! Los agentes ingresaron a su alcoba, sin orden alguna, y los enviaron al calabozo.
Por si todo ello fuera poco, la vieja procuraduría de Justicia no pidió prisión preventiva contra el hermano uterino del exgobernador de Morelos, hoy diputado federal, por lo que sólo tendrá que presentarse a firmar cada quince días por el delito de violencia familiar contra la mamá de la hija de ambos, como declaró en exclusiva su defensora al periodista Carlos Quintero, director general de El Guardián.
El subprocurador de Justicia Edgar Maldonado —en su recibo de nómina aparece como fiscal general— prometió una «investigación profesional» contra el exfutbolista y actor cómico de Televisa, por atentar contra la integridad sexual de su hermana agnada. Tal investigación profesional parece protección institucional porque no avanza. Las detenciones e investigaciones no profesionales de aquellos ocho son, además, un fracaso.
Si aún viviera, Mario Munguía —la columna de nota roja más leída del país, Matarili, publicada con el seudónimo Lirilón en la segunda edición de Ovaciones— no hubiera dudado en consignar el vergonzoso por inhumano acto de fabricar delitos. Incluso, en sus Cortos de Policía, José Luis Rojas Meraz [†], el inolvidable Negro, el mejor reportero de la fuente policiaca de su época, les estaría llamando polijudiriñorrataspatasplanas [así] a los agentes judiciales y al procurador, próculo, sin soslayar el criminal acto de hacer pasar como culpables a inocentes, tan sólo para hacer crecer los numerales de detenciones y encarcelamiento.
letraschiquitas
La única lectura política que cabe, de la visita de Gerardo Fernández Noroña al estado de Morelos, invitado por Víctor el Güero es… Mercado, es que el yautepequense organizó ese predestape presidencial de su igual senador de la República, de plano haciendo a un lado al cuernavaquense Omar García Harfuch y al tabasqueño Andrés Manuel López Beltrán, ambos sí presidenciables y que ya debieron haber tomado nota.