Cicuta
Jaime Flores Martínez
Viernes 28 de noviembre del 2025.- Agobiado por los índices de criminalidad que asfixiaban a Tamaulipas, el entonces gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, entregó en mano propia al presidente Andrés Manuel López Obrador una carta explosiva.
En esa misiva, fechada el 8 de julio del 2020, el panista García Cabeza de Vaca detallaba —con nombre y apellido— la personalidad de los generadores de violencia que asolaban Tamaulipas.
En lugar de darle una carta repleta de elogios y flores protocolares, García Cabeza de Vaca le entregó una denuncia minuciosa sobre criminalidad, corrupción y complicidades.
Y aunque el firmante era el gobernador panista, la sorpresa emergió al conocerse que “el firmante de respaldo” fue nada menos que José Guadalupe Acosta Naranjo, político perteneciente al desaparecido PRD quien —según sus propias palabras—en esa carta se deslizaba una gravísima y contundente acusación: El entonces presidente López Obrador protegía a esos delincuentes.
Según lo expuesto por Acosta Naranjo y medios que han recuperado el contenido de esa carta, el exgobernador no estaba para florituras ni para peticiones genéricas.
Ahí denunciaba un “entramado” de huachicol fiscal (robo de combustible) en Tamaulipas, con personajes criminales perfectamente identificados.
También denunciaba que gobernadores y alcaldes habían tolerado, protegido e incluso que estaban coludidos con organizaciones criminales. Además, acusó que algunas detenciones federales de presuntos delincuentes “terminaban en liberaciones”.
En otras palabras, Cabeza de Vaca dejaba en claro que “no era solo violencia callejera” sino que había un cártel fiscal, el cual estaba respaldado por instancias federales.
Desesperado en extremo, en esa carta pedía apoyo directo al presidente para capturar a esos personajes: para que la Federación interviniera seriamente.
Acosta Naranjo ha dicho que esta misiva no fue un simple “llámame si me necesitas”: fue un acto de valentía política, una advertencia formal y también una señal de ruptura: si esas denuncias se ignoraban, la violencia podría salirse de control.
¡Habrá quien supone que esa carta es el origen de la persecución contra Cabeza de Vaca!
Algunos se han atrevido a sugerir que, a partir de esa misiva, comenzó una cruzada contra el panista.
Según Acosta Naranjo, después de poner al descubierto esos nombres y denunciar el huachicol fiscal, Cabeza de Vaca se volvió “un perseguido político”.
Acusa que desde la Federación —o más concretamente desde el Ejecutivo y la FGR— le fabricaron delitos a Cabeza de Vaca como represalia.
Sin embargo, la realidad judicial no es tan simple como una venganza directa de un “gobierno opresor”.
Existen cargos formales en su contra, entre ellas órdenes judiciales, amparos y suspensiones.
No es solo “un pleito político”, sino un proceso penal —aunque claro—con evidentes matices políticos
Si alguien se pregunta cuál es la situación actual de Cabeza de Vaca, la respuesta podría ser que aquí comienza a ponerse oscuro y enredado como… un thriller político.
Pondremos en primer lugar los cargos que existen en su contra.
La Fiscalía General de la República (FGR) lo acusa de delincuencia organizada; operaciones con recursos de procedencia ilícita y lavado de dinero.
Se le señala que, durante su mandato (2016-2022), adjudicó contratos con esquemas cuestionables que involucró empresas-prestanombre y personas vinculadas a su defensa legal.
Además, según informes oficiales, habría usado recursos públicos para pagar despachos de abogados que lo defienden.
Respecto a las órdenes de aprehensión y su actual estatus legal, Cicuta precisa que existe una orden de captura vigente por delitos graves.
En octubre de 2022, un juez federal otorgó una suspensión provisional contra esa orden, aunque en febrero de 2024 otro juez volvió a girar una orden de captura.
La percepción generalizada es que García Cabeza de Vaca está prófugo y en verdad lo está al evitar presentarse ante las autoridades.
Se ha reportado que reside en Estados Unidos, gracias —en parte— a su doble nacionalidad.
Apenas en febrero de este año, el ex gobernador tamaulipeco afirmó que la Interpol anuló “la ficha roja en su contra”.
Sobre esto la FGR solo atinó a señalar que la Interpol mantiene que la ficha pues, “no ha sido retirada de forma definitiva”.
A pesar de su estatus legal, el panista mantuvo por muchos meses un costoso esquema de escoltas.
El diputado morenista Sergio Gutiérrez Luna ha denunciado que la seguridad personal de García Cabeza de Vaca le ha costado al erario decenas de millones de pesos desde que dejó el mando de Tamaulipas.
Sin embargo, un tribunal colegiado revocó la sentencia que le otorgaba medidas de protección con recursos públicos y el argumento fue contundente: “no es legal mantener escoltas con cargo al erario público para alguien que evade a la justicia”.

En mayo de 2021 la Suprema Corte desestimó una controversia constitucional interpuesta contra su desafuero, porque simplemente “ya no tenía fuero”.
García Cabeza de Vaca ha ganado amparos que han paralizado parcialmente algunas acciones en su contra y han frenado la ejecución de ciertas órdenes de aprehensión, aunque su situación electoral ha sido tan caótica como legal.
Recordaremos que intentó ser candidato plurinominal e impugnó que no le dieran constancia de residencia. En ese momento su candidatura fue anulada porque las autoridades consideraron que sus derechos políticos estaban suspendidos por su estatus de “fugitivo”.
Si alguien se pregunta ¿Fue la carta de 2020 el detonante para su persecución?
La respuesta puede ser que no es evidente que esa carta haya sido el único origen de la persecución, pero si representa una ruptura simbólica y política.
No era un reclamo menor: acusaba directamente a la Federación y pedía intervención específica contra líderes criminales y redes de huachicol.
Esa denuncia, si se toma en serio, no puede ignorarse como “una simple queja de un gobernador”.
Positivo
Qué bueno que las autoridades de Ciudad Juárez Chihuahua han redoblado su esfuerzo para evitar el tráfico de personas y combatir a las bandas dedicados a ello.
El pasado miércoles 19, la autoridad rescató a 17 migrantes centroamericanos que estaban privados de su libertad, entre ellos guatemaltecos y hondureños.
Aunque se ha reducido drásticamente el flujo de migrantes originarios de Centroamérica por las políticas antimigrantes de Donald Trump, muchos hermanos arriesgan su vida.
Esos 17 rescatados truncaron su esperanza de alcanzar suelo norteamericano, pero lo más importante es que salvaron la vida.
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