Se dice pronto, pero son más de cincuenta años que nos unen de inquebrantable y desinteresada amistad. En efecto, conocí a Benito Mirón Lince en 1966 fueron las aulas universitarias las que vieron el inicio de ese aprecio. Un dato, todo mundo lo recuerda como un férreo luchador de izquierda, esas evocaciones hoy se encuentran presentes. Fue un convencido líder estudiantil. Quien esto escribe en aquellas lejanas épocas y en las actuales lo era y lo es un creyente en la justicia y en el respeto al Pacto Federal.
Es de hacer notar que nuestra manera de pensar no era siempre coincidente, sin embargo, esa amistad era y es inalterable. Benito y, en ello ambos coincidíamos, siempre se encontraba atento a lo más óptimo para México.
Conservo de aquellos años en mi memoria la imagen de un líder perseverante, enérgico, luchador social, lleno de energía y siempre dispuesto a auxiliar al amigo, espontaneó, generoso y de constante esfuerzo intelectual, compañero que supo y sabe combinar la responsabilidad profesional con la entrega apasionada por el bienestar de nuestra Nación.
En estas líneas deseo referirme a un proyecto de mi entrañable afecto. En consecuencia, voy con su permiso y con el de mis estimados lectores, a referir la esencia de dicho designio.
En los primeros días del presente mes, don Benito Mirón Lince y un nutrido grupo de mexicanos, coincidentes con su forma de pensar, de manera personal le entregaron a la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo en su calidad de Primera Magistrada de la Nación, su proyecto en materia económica, el cual en su caso podría favorecer los destinos de nuestro México, dicho propósito, según su parecer, evitaría un saqueo de los recursos de nuestra República (atraco que lamentablemente aconteció en pasados sexenios).
Desde la perspectiva de ese grupo de mexicanos, se requiere una mayor inversión en el desarrollo nacional, atendiendo a mejor ritmo la deuda nacional y por sobre todo la enormidad de problemas económicos pendientes. Su propuesta es clara y firme como resultan ser sus convicciones: paralizar la sangría de la deuda producto del FOBAPROA. En ello consiste su exigencia, toda vez, que esa deuda privada la cual el neoliberalismo la convirtió de manera ilegal en deuda pública es un detrimento para la economía de México.
Con independencia de esa pretensión proponen una serie de soluciones que los entendidos en el tema deben de tomar en consideración.
La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México se adhiere a la propuesta del grupo de amigos de Benito Miron Lince, ya que nuestras togas estiman que ello resultaría un bien para nuestro México.
Es cuánto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal
del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..