Lilia Arellano
“Todas las ideas, incluso las sagradas, deben adaptarse a nuevas realidades”: Salman Rushdie
● Proyecto de Nación totalmente Palacio
● Ni Cuauhtémoc Cárdenas entiende la 4T
● A Ignacio Ovalle se le borró el “casete”
● Mañaneras sin revolución de conciencias
Ciudad de México, 26 de mayo de 2022.- El régimen, pese a saturarnos de textos firmados por López Obrador, demuestra ha sido incapaz de delinear un proyecto de nación para México real, efectivo, e incluso ha exhibido una gran ineficiencia para mantener los niveles de desarrollo y crecimiento de los periodos “neoliberales” anteriores. Tampoco los partidos políticos de oposición han logrado conformar un proyecto de país distinto al del actual gobierno federal y han mostrado una gran torpeza ante la gestión del actual inquilino de Palacio Nacional. Así, no hay programas para alcanzar un crecimiento económico sostenido, ni tampoco para hacer frente al rezago social y la expansión de la pobreza, ni mucho menos para frenar la ola de violencia que azota a grandes regiones del territorio nacional. Se desmorona el sistema de salud y se escenifican vergonzosos ridículos en foros internacionales.
Para el ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas, no existe continuidad en las políticas públicas a largo plazo y –por el contrario- se privilegia la improvisación y las ocurrencias. Durante la presentación de su libro “Por una democracia progresista”, planteó se debe formular un proyecto de nación para ser construido entre todos, en el cual prevalezca con plenitud el Estado de Derecho, una economía en crecimiento y la ampliación de las capacidades de la educación superior, además de la erradicación de la pobreza y la delincuencia. “A mi me preguntan que es la 4T y yo no sé que responder”, señaló para poner como ejemplo como se carece de un plan de desarrollo no sólo con buenos deseos, sino efectivo, con una perspectiva de 20 o 25 años, con rendición de cuentas del Ejecutivo al Congreso y con revisiones anuales. “De lo contrario, sólo habrá respuesta a los problemas coyunturales con ocurrencias”.
Ante los actuales cuestionamientos de ¿cómo México va a construir la base de un nuevo modelo de desarrollo en un contexto de profundos cambios en el mundo? Mario Cimoli, secretario ejecutivo interino de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), llamó a dejar atrás las discusiones “viejas” y polarizantes de la coyuntura política, “que están bien si lo que queremos es escribir libros de historia”, y centrarse en lo que hay que hacer hacia adelante para crecer a tasas más altas y atacar la pobreza y las desigualdades sociales. Hace referencia a los últimos cuatro años de México, tiempo en el cual se ha acumulado un decrecimiento de -1.9%, según datos de la Cepal, ubicándolo como el de peor desempeño económico en la región en ese periodo, después de Venezuela, y como uno de los tres aún sin lograr recuperar el PIB registrado antes de la pandemia.
Cimili atribuye la caída acumulada en la economía mexicana desde 2019 a la suma de tres “shocks”: el de la pandemia, el de la crisis inflacionaria y el del aumento de tasas de interés en Estados Unidos, lo cual desalentó la inversión y contrajo la demanda. Frente a los cuestionamientos sobre esos factores externos atribuidos también a la política económica restrictiva seguida por el gobierno de López Obrador, con austeridad fiscal y baja inversión pública, Cimali explicó: si se le plantea la necesidad de una política de expansión fiscal, la respuesta es sí. Es extremadamente importante esa política expansiva para mantener las políticas sociales, reducir la pobreza e incentivar el consumo, pero esto se dice fácil y no es fácil hacerlo. Y, si se hace, debe hacerse evitando el consumo se vaya a la compra de celulares importados, encaminándolo a bienes producidos en México, lográndose demanda interna generadora de crecimiento nacional.
El presidente, sin duda, maneja espléndidamente el discurso de la desigualdad y el combate a la pobreza, y aplica, a la letra, la estrategia populista. Sin embargo, los resultados apuntan hacia el fracaso: la pobreza se ha expandido, no se ha reducido la desigualdad y no existe una verdadera reforma fiscal óptima para alcanzar lo pregonado pregonado en los discursos. Su planificación es fallida.
Actualmente, la economía mexicana, en el arranque de su segundo año de recuperación tras la crisis, se mantiene aún por debajo de los niveles registrados previamente a la pandemia del Covid-19. Para el primer trimestre del año, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revisó al alza la tasa de crecimiento del PIB de 0.8 a 1.0% trimestral. Sin embargo, la economía aún no logra retomar los niveles que se mostraban antes de la pandemia. Para lograr una recuperación de la crisis, el PIB deberá crecer a una tasa real de 3.8%. Además, uno de los retos más importantes a enfrentar han sido los altos niveles de inflación, creando afectaciones muy severas a las familias de menores ingresos.
La evidencia apunta hacia la necesidad de un modelo de mercado caracterizado por la presencia de un Estado fuerte, con amplias capacidades de recaudación fiscal con el objetivo de redistribuir los ingresos estatales mediante una política progresiva. Resulta necesaria la puesta en marcha de una política fiscal progresiva que exija que los más acaudalados paguen una mayor tasa impositiva, y así los hogares más desfavorecidos se vean beneficiados por una política de redistribución. Sin embargo, ello no implica la aplicación de medidas clientelares, como es recurrente en los regímenes populistas de América Latina.
Ante el actual escenario preelectoral rumbo a los próximos comicios presidenciales, en el Club de Industriales, Cuauhtémoc Cárdenas planteó la posibilidad de parte de los asistentes de ir perfilando un grupo de notables que analicen una posible candidatura presidencial para 2024, lo cual rechazó llevar a cabo en ese foro, y “si alguien lo está buscando, que nos diga antes por qué quiere ser, para ver si le damos nuestro apoyo”. Aunque le faltó señalar también debe delinearse ese proyecto de país y un programa sexenal para alcanzarlo. Insistió en que todos los que pensamos en hacer el cambio en el país debemos hacerlo en colectivo y no en pequeños cenáculos para encontrar soluciones. Admitió México ha tenido una era de desarrollo distorsionado en las épocas neoliberales, con una fuerte exclusión de la riqueza, con deterioro de servicios públicos, y ello se mostró en la pandemia con el deterioro de los sistemas de salud.
Cárdenas denunció ya no se ven recursos suficientes para un sistema de salud medianamente eficiente; todos los días vemos escasez de medicinas, hay convocatoria tardía para médicos y ni siquiera se sabe dónde hacen falta y qué especialistas. La pandemia también evidenció las deficiencias del sistema educativo, con una educación primaria medianamente cubierta, un jardín de niños donde hay enormes huecos y deserción en secundaria y preparatoria. Es evidente, subrayó, que se requieren más recursos para las universidades. Destacó: en México no ha existido, no se ha construido una vida democrática con pleno respeto a los contrarios. “No hubo capacidad para desarrollar una vida partidaria, en realidad no la tenemos aún y no se dio una confrontación de ideas, un debate ideológico de un proyecto de nación”. También consideró la falta de formación de cuadros con conciencia democrática como una de las causas de la inexistencia de continuidad en programas a largo plazo que permitan consolidar logros, porque cada nuevo gobierno busca destruir lo que hizo el anterior.
DE LOS PASILLOS
El ex director de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), Ignacio Ovalle, declaró al Ministerio Público que “no recuerda” haber firmado el oficio mediante el cual autorizó el uso de al menos 100 millones de pesos de recursos públicos para la compra ilegal de certificados bursátiles, operación fraudulenta supuestamente investigada por la Fiscalía General de la República (FGR) y cuyo expediente ya se presentó ante un juez. Ovalle, quien fue removido de Segalmex pero obtuvo un nuevo cargo en la Secretaría de Gobernación, indicó declaró no recordar haber visto el documento que lleva su firma y no se podía corroborar la autenticidad del trazo porque éste se veía borroso; incluso, admitió lo pudo haber firmado, pero sin darse cuenta de lo autorizado, porque a diario recibía documentos para signarlos…
El panorama y la forma con la cual son vistas verdaderas tragedias debe, en algún momento, lograr lo expresado por AMLO: “la revolución de las conciencias”. Se requiere una sacudida desde muy adentro porque no es posible seguir aceptando la figura de un sujeto cuya responsabilidad se inscribe en la subsecretaría de protección ciudadana, sonriente, explicando muy pormenorizadamente van a exhumar el cuerpo de Debanhi Escobar para realizarle otra autopsia. Puede verse claramente no sirvieron las tras realizadas ni siquiera para determinar si hubo o no violación y eso es una burla, una perversión dirigida no solamente a sus dolidos padres sino para todos, porque como nos encontramos en los niveles de inseguridad, lo cierto es que nadie, absolutamente nadie, está exento de padecer una tragedia similar. Este caso desnuda la incompetencia de las autoridades, no hay seriedad en las investigaciones y así está el caso de Cecilia Monzón, cuyos reflectores están bajo su persona por la doble nacionalidad portada y es el gobierno español quien está lanzando la exigencia de una aclaración, situación no contemplada para aclarar el crimen del oaxaqueño Humberto Valdovinos y todavía se deberán esperar las declaraciones del ineficiente, inoperante, torpe gobernador de Veracruz Cuitláhuac García y su incapaz fiscal Verónica Hernández, con relación al asesinato de Clemente Nagasaki, acribillado en pleno evento dentro de un salon en donde llevaban a cabo un desayuno los activistas de la organización “Súmate contra el Cáncer”…
Con este incumplimiento al juramento de otorgarle a los ciudadanos seguridad, López Obrador abre la mañanera el día de ayer al ritmo de la Jaula de Oro, de cuya tonadina lo más recordado es “aunque la jaula sea de oro, no deja de ser prisión” y la referencia no es a un penal, sino a lo experimentado por nuestros paisanos viviendo en Estados Unidos, porque lo de ayer no fue en torno de los más de 350 muertos registrados los últimos cuatro días, ni las tragedias descritas, sino la publicidad al Banco del Bienestar para ser el punto de depósito y cobro de remesas y supuestos financiamientos. El templete resistió la defensa a las “corcholatas” con el señalamiento de ser las denuncias sobre todas las fallas cometidas y el registro de cadáveres tanto de Marcelo como de Claudia producto del derrumbe de la L-12, producto del nerviosismo político-electoral, con el cínico agregado: “la gente no quiere impunidad, injusticias…ni quiere políticos fantoches…el pueblo se cansa de tanta pinche tranza”… Lo aparecido es la agenda presidencial es la Cumbre de las Américas, es ofrecerle asilo político a Julián Assange, es dejar muy claro que, si se mueren civiles no es por parte del Estado, porque en seguridad no habrá cambios en la estragia de los abrazos y se está avanzando, aunque en lo relacionado con la violencia en Guanajuato, hay relaciones de poder entre el fiscal y el gobernador, seguramente sospechosas porque… son panistas.