FRANCISCO RODRÍGUEZ
La prueba más clara de la quiebra financiera de la Cuarta Decepción –al mismo tiempo que la evidencia contundente del agotamiento de la credibilidad y de la capacidad de endeudamiento externo del presente régimen con los organismos financieros del exterior– lo representa el más reciente préstamo cucarachero de mil millones de dólares del Banco Mundial.
Aunque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, desesperada, argumente que “el crédito no es adicional al techo de endeudamiento aprobado por el Congreso, y se ubica dentro de los límites de endeudamiento externo autorizados para el Gobierno Federal en la Ley de Ingresos”.
Y que “no tiene destino específico, porque no va a financiar el programa de respuesta al Covid 19”, aunque “el sistema financiero mexicano enfrenta el desafío de mantener flujos de financiación adecuados a la luz de la desaceleración económica y la volatilidad cercado de la incertidumbre de los efectos de la pandemia”, el hecho es que estos galimatías revelan una insensatez mayor.
No obstante que el Caudillo había acusado al sector privado de obligarlo a andar de pedigüeño –” Ellos sostienen que se debe pedir deuda, no les estoy diciendo mentiras, ellos quieren que se pida deuda, que se incremente la deuda; yo no considero que sea conveniente”, expresó apenas el 8 de abril–, el hecho es que el gobierno recurrió a ella… y salió trasquilado.
Sólo mil millones de dólares, de los 61 mil que tenían a la mano
Y aunque en días pasados, el dirigente de Morena, Alfonso Ramírez Cuellar, dijo que la austeridad ya había llegado al límite y se estaba convirtiendo en un problema, por lo que insistió en la necesidad de que el gobierno recurriera a préstamos, la prueba de este enredo no pudo soportar el paso de ocho días para esclarecerse.
El préstamo al Banco Mundial se pidió desde las más altas esferas del gobierno. El hecho no es ése solamente, que demostró la serie de falacias que envuelven a la inoperancia del sistema, sino que demuestra los pobres techos de endeudamiento que alcanza el régimen.
¡Mil millones de dólares obtenidos a duras penas!, en vez de los tan cacareados 61 mil millones de dólares que, según Hacienda, Palacio y todos sus operadores, se tenían disponibles ante el Fondo Monetario Internacional!
Las condiciones de la manufactura de billetes no eran gratuitas
Usted y yo comentamos desde el principio que la línea de crédito flexible a la que hacía alusión el Fondo Monetario Internacional por ese monto, no se trataba de dinero en efectivo, sino que era una autorización financiera para que este país echara a andar su maquinita de hacer billetes, rigurosamente vigilado, hasta por ese monto, bueno, si en el camino no se observaba que el dinero iría a parar a las obras del Sureste.
Las condiciones de la manufactura de billetes no eran gratuitas. Ya México había causado una catástrofe financiera internacional conocida como el Efecto Tequila, cuando se le dejó actuar por cuenta propia. Los organismos financieros internacionales no quieren que se repita un episodio así de costoso, usted lo sabe.
¿Para construir las 2 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar?
Así es que a rascarse con sus propias uñas. La insensatez del uso del presente dinero, el primero y tal vez el último que se tenga extra para reacomodar el inicio de “la nueva normalidad”, es que el préstamo de mil millones de dólares está canalizado para tapar un hoyo recientemente destapado, inescrupulosamente destapado.
Y es para jalarse de los pelos. El programa para construir las 2 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar, que va a edificar la soldadesca, cuesta exactamente los mil millones de dólares pedidos. Como el dinero en cuestión fue transferido de las bolsas del sector salud depositadas en el Instituto Mexicano del Seguro Social a fines del año pasado…
… causando todos los estropicios que reveló la pandemia, ahora es necesario regresarlos a su origen, de donde salieron. Para taparle el ojo al macho. Es necesario que se alivie ese faltante, pues los entorchados del Ejército ya trabajan en la construcción de las sucursales del Banco del Bienestar, oficinitas que nadie sabe para qué podrán servir.
Y como el sector salud quedó cajeado después de esa transferencia de maletas, era necesario acudir a alguna fuente externa que regularizara una situación que se salió de control. Mil millones de dólares cubren esa deficiencia. Así es que bienvenidos, aunque la palabra del Caudillo de no endeudarse quede otra vez en agua de borrajas.
Se trata de auténticos limosneros con garrote, nunca mejor dicho
¡Vamos muy bien! Un préstamo internacional, escaso para México, se utilizará para cubrir el error de haber echado mano a recursos esenciales para atacar la pandemia, la demagogia inútil de ofrecer a manos llenas dinero para construir oficinas bancarias innecesarias, y seguir haciendo del país un estercolero de populismo chairo. ¿Cómo lo verán allá afuera?
Limosneros con garrote. Se trata de mantener contentos a los militares, aunque los auténticamente contentos sean los altos mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional que recibieron en propia mano, y en lo oscurito, las concesiones para las construcciones de esas obritas chafas a más no poder.
Se trata de que estén listos con el garrote, a la primera oportunidad que se presente, para caer como jabatos contra cualquier manifestación de inconformidad o de adversidad contra los planes reeleccionistas del gobiernito surgido de Tepetitán. Se trata de auténticos limosneros con garrote, nunca mejor dicho.
Sin planes para la reestructura de la alicaída banca de desarrollo
Y aunque los operadores locales del préstamo, de Gabriel Yorio para abajo, se esmeren en enredarse en ese queso oaxaqueño, no se pueden dar tantos brincos estando el suelo tan parejo:
Que son para aliviar pérdidas en el combate de los cuatro principales bancos de fomento pues registraron magras utilidades netas por más de dos mil millones de peso… que la banca de desarrollo no se encuentra descapitalizada o con necesidad de recibir tales transferencias… que éstas son para compensar pérdidas.
El caso que más destaca, sin embargo, por el incremento del dinero transferido, es el Banco de Bienestar. La institución tenía aprobados 460 millones de pesos para 2019 y su presupuesto se incrementó a 5 mil 713 millones de pesos. Y el informe hacendario lo delata:
“La aportación fue para construir 2,700 sucursales, a través de las cuales se harán los pagos de los programas sociales del Gobierno Federal”. El gobierno no ha presentado un plan detallado de cuál será la reestructura a la que se someterá a la banca de desarrollo.
Pamplinas: a niño muerto, tapar el pozo.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: La tarde del sábado más reciente, 6 de junio, se anunció que el Banco Mundial (BM) aprobó un préstamo para México por mil millones de dólares. Al respecto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) puntualizó que este préstamo se ubica dentro de los límites de endeudamiento externo autorizados por el Congreso de la Unión para este año al gobierno federal. Explicó que ese tipo de créditos que otorga el organismo está relacionado con acciones de política pública que forman parte del financiamiento general y no van ligados a ninguna actividad o proyecto específico. De tal manera que aclaró que no servirá para hacer frente a la pandemia por Covid-19.
En tanto, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, dijo que este crédito no es adicional a la deuda autorizada por el congreso y no va a financiar el programa de respuesta al Covid-19.
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