Redacción MX Político.- El presidente ruso, Vladimir Putin, ha intensificado las tensiones globales al anunciar con orgullo la exitosa prueba de un nuevo misil nuclear estratégico el pasado 5 de octubre.
Esta declaración, que plantea un desafío directo a la paz mundial, llega en un momento en que las relaciones entre Washington y Moscú se encuentran en su punto más álgido.
Putin anunció que el nuevo misil, conocido como Burevestnik, un misil de crucero de alcance global con un sistema de propulsión nuclear, ha sido probado con éxito y que Rusia tiene la intención de iniciar su producción en masa.
Dicha noticia ha generado preocupación y ha aumentado las tensiones internacionales, ya que algunos expertos cuestionan la efectividad y la fiabilidad de esta nueva arma.
Yuliya Talmazan, periodista de NBC News, ha destacado que la propulsión nuclear del misil Burevestnik podría permitir que el arma alcance distancias nunca antes vistas y permanezca en el aire durante períodos prolongados. Sin embargo, también ha señalado que esta tecnología podría hacer que el misil sea poco fiable y peligroso.
William Alberque, director de Estrategia, Tecnología y Control de Armas del Instituto Internacional para el Estudio Estratégico, calificó el Burevestnik como un «sistema de armas estúpido» diseñado por personas con objetivos operacionales cuestionables. Argumentó que la tecnología en sí no es complicada, pero que la seguridad en el lanzamiento lo convierte en un arma problemática.
Lo que preocupa aún más a la comunidad internacional es la amenaza de Putin de revocar la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares. Este tratado prohíbe cualquier explosión nuclear, ya sea con fines pacíficos o militares. Aunque fue firmado por Rusia y Estados Unidos, los funcionarios estadounidenses nunca lo ratificaron.
Los políticos rusos han comenzado a debatir la revocación de la ratificación del tratado, y un comunicado de los secretarios generales del Estado de Duma sugiere que podrían reconsiderar su posición. Vyacheslav Volodin, secretario general, argumentó que esta decisión está en línea con los intereses nacionales de Rusia y que servirá como una respuesta directa a Estados Unidos, que no ha ratificado el tratado.
El 9 de octubre, a los legisladores rusos se les dio un plazo de diez días para evaluar si deben revocar la ratificación del tratado, con el objetivo de «provocar miedo», según informes de Reuters. Robert Floyd, jefe de la organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares, ha estado trabajando para explicar a los legisladores rusos la importancia de este tratado para la seguridad global y la prevención de la proliferación de armas nucleares.
Las amenazas de Putin y el posible abandono del tratado de prohibición de ensayos nucleares han aumentado significativamente las preocupaciones en la comunidad internacional.
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