Yo Campesino / ¿Sin rencores?
• Qué bueno que el ganso no odia, si no, cuántos estarían en la cárcel por denunciar su corrupción
Miguel A. Rocha Valencia
¿A la mejor? Lo hace para que muchos mexicanos nos muramos de envidia, pero el hecho es que el ganso insiste en violar la ley positiva revelando lo que ganan periodistas y analistas por su trabajo en Latinus y otros medios de comunicación que se han distinguido por denunciar la corrupción de la 4T, en especial de los parientes presidenciales, los amigos de ellos y de los súbditos de su majestad.
Lo cierto es que no todos los periodistas podemos ser o somos Loret de Mola, Teacher o cualquiera de los que salen en televisión, o analistas como los tantos que hacen ver los fracasos del régimen, los delitos del señor presidente y la delincuencia organizada que encabeza. Y obvio no todos tenemos acceso a salarios altos, algunos como quien escribe, ni sueldo tenemos por ejercer nuestra libertad de expresión y un periodismo sin compromisos, lo cual no implica que a nuestro paso por medios tradicionales no hubiésemos contado con ingresos razonables para la medianía de la profesión.
Pero además debe tomarse en cuenta que si un medio le paga muy bien a un reportero, analista o comentarista es porque vende imagen, da credibilidad al lugar donde labora y eso permite a la empresa pagar su servicios y hasta hacer convenios respecto a los ingresos de publicidad; si no fuera así, simplemente prescindiría de del colaborador porque no es “rentable” en términos periodísticos o financieros. Eso lo saben los chairos quienes en su ignorancia, sumisión o fanatismo, agreden a todo periodista o presentador crítico como ocurre con la reporte sonorense Reyna Haidee Ramírez que se atreve a cuestionar al mesías tropical en sus mañaneras.
Por eso los lacayos del reyezuelo, sin mediar razonamiento (no pueden) simplemente aplican el término chayotero a todo comunicador que no se suma a la caja de aplausos del caudillo de Macuspana y le festejan incluso sus cínicas violaciones a la Ley como la de divulgar datos personales, incluyendo domicilios e ingresos de comunicadores a quienes coloca en condiciones de vulnerabilidad frente a un grupo de impensantes que esos sí, reciben el embute institucional ya sea en especie o en efectivo.
Luego también revela datos que su mozo Pablo Gómez como titular de la UIF, no tendría por qué dar a conocen en público referente a los ingresos y nómina de un medio de comunicación, empresa donde “curiosamente”, sus colaboradores denuncian con pruebas, pelos y señales la corrupción de la familia presidencial.
Es decir, no usa a los instrumentos del Estado para investigar las corrupciones, tráficos y trafiques por ejemplo de sus hijos y hermanos, sino para indagar a quienes denuncian tan evidente corrupción que en ningún caso ha sido desmentida en palacio Nacional y por el contrario, se confirma a través de instituciones gubernamentales lo mismo con la presentación de contratos que con grabaciones.
Lo peor es que el tal rábano millonario titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, afirma como su patrón que quienes denuncian y critican son enemigos del profeta cuatrotero y para él, todos ellos merecen ser pasados a cuchillo y se arrojados a la hoguera de Palacio Nacional. Ya nada más le faltó decir que criticar al líder de la nueva mafia en el poder, es traicionar a la Patria, porque en eso de los calificativos, a los morenos y secuaces, se les da de manera fácil y hasta parece competencia a ver quién saca los peores para quedar bien con el patrón, lo cual da pena porque en esa tendencia a personajes que en algún tiempo se tuvieron respeto.
Empero, los agraviados por el machuchón de Palacio deben darse por bien servidos, porque si eso sucede por mandato de un personaje que “sólo” ejerce su derecho de réplica porque su pecho no es bodega, no odia porque eso no es lo suyo, imaginemos si tuviera rencores y buscara venganzas.
Si así fuera tal vez ya no lo estarían contando. Igual que con los Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a la que rebajarán a una simple oficialía de partes donde se hará la voluntad del mandamás quien por si fuera poco, ya podrá de manera legal brincarse los amparos porque hoy, no hay nada que proteja a la sociedad frente a cualquier capricho del todopoderoso.
Es decir que para evitar violar amparos, de plano los erradicaron o se dio la potestad al titular del trono presidencial a brincarlos por “#interés nacional” y por si fuera poco, el mismo portador de la banda tricolor, su alzará como juez supremo , perdonavidas pues indultará a quien le venga en gana de manera legal, sin dar cuenta a nadie, simplemente por sus calzones porque para eso tuvo y tendrá un Congreso federal donde sus lacayos disfrazados de diputados y senadores, le ajustarán el traje a la medida, eso sí, sin cambiar ni un punto o coma.