Mis más modestas colaboraciones y opiniones jamás las he puesto al servicio del alguien y mucho menos de políticos actuales o de pasados tiempos que han detentado o detentan el poder, por ende, debo de reconocer que el Sr. Presidente de la República al haber anunciado la celebración del grito de independencia, representa otro gran yerro político de ésta inalcanzable Cuarta Transformación.
El alma lacerada de nuestro querido México, después de la trágica pandemia, la cual nos ha colocado en un nada honroso tercer lugar por las muertes acontecidas, no está ni para complejos discursos, ni para patrióticas celebraciones y mucho menos para cenas de gala con antojos mexicanos en el Palacio Nacional.
Aquí y ahora cabe recordar que el Señor Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, se debe por entero al pueblo que lo eligió e incluso no eligió con el voto depositado, pueblo que representa y que apenas se está recuperando de los terribles efectos de la más demoledora enfermedad de nuestra controvertida y apasionante historia.
Celebrar y conmemorar un acto histórico en éstos momentos de duelo por tanta perdida de vida, significaría de parte de nuestro Primer Magistrado de la República, un acto ególatra y frívolo que jamás le sería perdonado.
Seria sano que se cancelara. Ningún evento del ejecutivo sin antes salir de la crisis que nos agobia sería bien visto, no importa que posibles beneficios políticos pudiesen traer para MORENA.
Antes que nada pueblo y gobierno deben –por primera vez en la historia-encontrarse unidos para sacar a México de la crisis de salud y corrupción que nos agobia, salvando con ello el bache en el que por los motivos expresados se encuentra inmerso.
El cancelar la ceremonia del grito seria un acto de solidaridad de encomiables efectos para la salud de México.
Ayer como hoy, pueblo, autoridad, tienen que denotar actitudes heroicas para combatir el flagelo del coronavirus, sólo así se honraría y cuidaría la salud de todos los mexicanos.
Heroísmo y tragedia han unido a México, más que celebración histórica y cenas con antojitos mexicanos.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz
Presidente de la Academia de Derecho Penal
del Colegio de Abogados de México, A.C..