La Espinita
Andy S. K. Brown
- ¿Qué tan feminista es Ricardo Monreal?
- Andrea Chávez Treviño ¿cuello de jirafa?
- Desangeladas mañaneras, cada vez más
El muy cacareado feminismo de la 4T estará a prueba esta semana en San Lázaro.
El pastor de los legisladores oficialistas, Ricardo Monreal, sobre todo es quien tiene frente a sí el mayor de los retos.
Y este no es otro que el de persuadir y quizá hasta a amenazar a las legisladoras postuladas por Morena, a la cabeza María Teresa Ealy, de que acaten, como él lo hace sumisamente desde el sexenio pasado –cuando lo regañaron y le mostraron la colección de expedientes en donde figura como posible indiciado– las órdenes ahora provenientes desde casa “La Chingada”.
Su argumento persuasivo o argucia bien podría ser que, si la señora presidente Sheinbaum obedece a AMLO en todo sin siquiera chistar, ¿por qué ellas, las diputadas guindas, no tendrían que observar y cumplir las instrucciones directas de AMLO y que no son otras que las de proteger a todo costo a Cuauhtémoc Blanco, acusado de agredir sexualmente a su hermana?
Prueba de liderazgo para Monreal, sin duda alguna.
Prueba, también, para conocer si todo lo que los cuatroteros parlotean en sus discursos –él, con voz siempre engolada, como de presbítero pueblerino– en favor de las mujeres a quien siempre “hay que creerles” en esas difíciles circunstancias ¿es rollito mareador o de verdad va en serio?
¿De verdad podrá pastorear a las damas que son sus correligionarias y que están dispuestas a votar para que sí se desafuere al exfutbolista que también es señalado de golpear a su esposa?
Veremos.
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Creyendo que es una de sus admiradas jirafas, la señora senadora de Morena Andrea Chávez alzó el cuello… ¡y se ahorcó!
Aceptó que sí, que efectivamente ella protagoniza una campaña muuuy adelantada y que, para llevarla a cabo, recibe “donativos” de hasta 40 millones de pesos mensuales que, en realidad, son un “moche” o soborno que un empresario –uno de tantos– le da a Adán López por conseguirle contratos en los gobiernitos estatales bajo las depredadoras garras de los morenistas.
Menos de la mitad de quienes ahora ya conocen la tramposa e ilegal vía que Chávez sigue para conquistar la gubernatura de Chihuahua, no se habrían enterado de ello si doña Andrea no hubiese armado un escándalo mediático.
Y mostró que tiene el cuello largo, pero angosto.
Bien escribía el poeta inglés Alexander Pope:
Que con la gente de mente pequeña ocurre lo mismo que con las botellas de cuello estrecho. Cuanto menos contiene, más ruido hacen al vaciarlas.
¿Tiene futuro la señora Chávez? ¿Le dará “el Movimiento” la candidatura?
Yo advierto que no. La dejará estancada. Y es que solita ¡se ahorcó!
¡Ah!, la soberbia de sentirse protegida por Adán.
* * *
La gente se entera de lo que sucede en las ahora llamadas “mañaneras del pueblo” porque los medios y las redes le sirven como amplificadores de señal, pero no porque muchos estén atentos a ellas.
Hizo mal la señora presidente en continuar con ese ejercicio que le recomendó –por decirlo suavecito– López Obrador a quien sí le funcionó.
A ella, definitivamente, no.
Carece de la cachaza del tabasqueño. Sus gestos faciales muy frecuentemente la muestran irritada o hasta enojada ante los cuestionamientos. Aún de aquellos a quienes el exvocero Jesús Ramírez mantiene en las nóminas gubernamentales.
Si AMLO hacía largas pausas, ella titubea demasiado.
Muestra su desconocimiento de temas, lo mismo que de términos legislativos y jurídicos.
Repite exactamente los mismos gags que su antecesor. Especialmente si son en contra de opositores o periodistas. Y ya nada más le falta preguntar “¿cuánto gana Loret?”, pero no tarda, pues se comprometió a llamar a Pablo Gómez esta misma semana para que dé cifras.
Así nos la llevaremos todavía cinco años y medio más.
Debería repensarlo. Sobre todo, porque, como dice el adagio, nunca segundas partes fueron buenas.
Y esta es peor.
@AndySKBrown1