Jorge Miguel Ramírez Pérez
“…decidnos cosas halagüeñas, profetizad mentiras”
Isaías 30:10
El pensamiento positivo aplicado sin discriminación a todo, evita las que pueden ser malas noticias. Las desconsidera o las sustituye por verdades a medias, desecha las referencia con la realidad; usa de dichos agradables comúnmente llamados mentiras, para no hablarle a los ciudadanos con claridad, aunque ésta suene a veces abrupta.
Por eso lo que quiere hacer López Obrador es una locura porque para disponer de recursos para su cuarta revolución –la que debe ser violenta, porque afirma es la continuación de la serie: Independencia, Reforma y Revolución, de ninguna manera le alcanza el dinero, son mentiras que se oyen bien y que la gente las quiere oír porque le gusta que le mientan, como dice la canción: “…miénteme más, porque con tu maldad me haces feliz…”
Son muchos los que le han hecho las cuentas a Obrador y nomás no cuadran ni con la mitad de lo que lleva prometido. Antier en Lagos de Moreno volvió a asegurar empleo a todos los jóvenes, allí les fijó un salario de 2, 500 pesos, en otros lugares ha sido de 3,500 pesos y así por el estilo. Por habladas no para.
Y eso es lo que dicen los cínicos del obradorismo: Alfonso Romo, el coordinador de empresarios y la que dice el tabasqueño será la secretaria de Gobernación. Olga Sánchez de Cordero, porque afirman con muchos rodeos, que no es cierto lo que quiere hacer su jefe con la reforma energética.
Dicen cada cuál que si acaso será revisar los contratos del nuevo aeropuerto, pero ni ellos ni él, hablan de las concesiones al grupo de la señora Clinton y sus prestanombres en materia de reforma energética, solo mareados como Paco Ignacio Taibo.
Y es que todo se va a quedar en el limbo, porque nada más en el rollo de la descentralización del gobierno federal calcule: ¿cuánto se necesita para trasladar el 90% de la burocracia nacional al interior de la república, en lugares donde no hay agua para de un jalón dársela a una nueva población, no digamos vivienda, escuelas o transporte? ¿a cuánto asciende el monto de menajes de casa? ¿o las indemnizaciones?
¿Cuántos meses o más bien años se necesitan para cambiarse? ¿qué inflación galopante se va a desatar? ¿quién va a coordinar la logística? ¿qué empresas la van a realizar y cómo? ¿bajo qué catálogo de precios unitarios que no existen? etc.
Y no tiene Obrador para financiar a fondo perdido esa operación, porque es irrecuperable.
En lo educativo la muestra es el fallido experimento que sigue costando mucho: la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, lo contrario a una institución seria: no hay calificaciones porque no hay exámenes, ni hay listas de asistencias y hay becas.
Así que por donde le busque Obrador va hacer lo que quiera, porque nadie lo va a obligar a que cumpla sus promesas mentirosas, solo desbarajustes. Dice que va a reagrupar en una sola fuerza a la marina y al ejército, los va a desmantelar y le va a poner el nombre de guardia nacional, no se sabe si como la guardia civil de España, o la Guardia Nacional de Estados Unidos. Si empieza, no va a poder continuar, porque eso es desestabilizar el orden constitucional sin mediar alguna necesidad imperiosa. Va a causar violencia.
Y los programas sociales Obrador no los puede cambiar porque están amarrados a mecanismos mundiales. Los programas son los mismos en todo el tercer mundo -pero con diferente nombre-. No lo sabe y lo que sucederá es que los flujos del Banco Mundial se los van a suspender como a Castro y Maduro, que con las quejas y lloriqueos no les llegó nunca el dinero, que en realidad querían para patrocinar sus clientelas electorales.
Obrador insiste en aliarse al crimen organizado… es decir no tiene ni la más remota idea de lo que es gobernar. Ni él ni sus compinches. Si aspiran a gobernar tienen que atorar criminales, cumplir y hacer cumplir la ley. No es opcional.
Se pide que voten por alguien que no va a ser repartidor de becas o de despensas. Eso es otra cosa, eso lo deben hacer con su dinero, no con el dinero de los contribuyentes. Las personas queremos que la ley garantice seguridad por medio de funcionarios entrones.
Ahora resulta que Obrador cuando se acobarda es de las hermanas de la caridad y empieza diciendo que es adventista, pero sigue engañando a la gente en sábado…
¿Amigo de que clase de loco estamos hablando?
No me digas que estás sugestionado y quieres votar por él.