Por Abraham Gorostieta
Tulum / Playa del Carmen. (Índice Político).- El presidente de México Andrés Manuel López Obrador vino por dos días a Quintana Roo. Dijo estar gustoso de venir a Tulum, Playa del Carmen y Cancún. Mencionó estar feliz en compañía del gobernador del estado Carlos Joaquín, “que está trabajando bien en coordinación con el gobierno federal”. Sin duda presidente de México es un personaje bien querido en Quintana Roo.
La gente se le entrega, lo celebra, lo arropa y lo acompaña. En ambas ciudades se dieron dos eventos en donde el presidente López Obrador hizo entrega de los programas de Bienestar social. En ambas ciudades hubo un lleno total que superó por mucho las expectativas de los organizadores. Todos quieren estar cerca del presidente.
López Obrador en su discurso en Tulum aseguró que cumplirá con la demanda de los quintanarroenses expresadas en voz del gobernador del estado. Envió un mensaje a los maestros del estado para decirles que se canceló la mal llamada reforma educativa, que el primer proyecto es remodelar los planteles educativos y que apoyos se darán de manera directa al comité de la escuela, sin intermediarios. A los trabajadores de la salud les prometió que se mejorará el sistema, que está muy mal, porque no hay medicamentos y que se trabaja de acuerdo con el gobernador para mejorar las condiciones en Quintana Roo.
El presidente dio las gracias a los pueblos originarios de Quintana Roo que le han dado hospitalidad a muchos mexicanos que llegan a trabajar honradamente, “se le dará al estado lo que les corresponde”. Y prometió tantas cosas que por momentos parecía estar en campaña: Se meterá gas natural de Quintana Roo, desde el Golfo de México y desde Tuxpan, Veracruz; se creará una planta de generación de energía eléctrica, se apoyará con la construcción den Tren Maya. Prometió poner orden en el despojo de tierras, no importa el tiempo que se lleve. Además se cumplirá el compromiso con Chetumal, que será zona libre como en el norte, solo hay que esperar que termine este año para bajar el impuesto sobre la renta, el IVA y el precio de los combustibles y la energía eléctrica.
Lo que más afecta es la corrupción
El mandatario en sus discurso aludió al tema de la corrupción “El mal que más afectó a México y a Quintana Roo fue la corrupción”, dijo y aseguró que se arrancará ese “cáncer” de raíz y así será el renacimiento de Quintana Roo y de México, porque no es un asunto moral, sino porque así el presupuesto rinde, alcanza, no hace falta aumentar impuestos, ni gasolinazos, ni endeudar al país, porque acabar con ese mal se ahorra mucho dinero. “Llegaban a los cargos a robar, a saquear. Aquí les puedo dar ejemplos: llegamos al gobierno y había lo que se conoce como huachicol, había tomas clandestinas, se robaban 800 pipas diarias y significaba 65 mil millones de pesos”. Tras lo que aseguró que de las 800 pipas diarias, ya bajó a 40, se evita un 95 por ciento, “si se termina así el año, se van a ahorrar 50 mil millones de pesos”.
Habló de la corrupción, que los “de mero arriba” no pagaban impuestos, pues el presidente en turno condonaba los impuestos a los empresarios de primer nivel, pero eso se acabó con el decreto para las condonaciones de los grandes contribuyentes y por eso podemos decir que vamos a cumplir con esos compromisos, va a llegar la ayuda a todo el pueblo, pero se le dará preferencia a la gente humilde, “por el bien de todos, primeros los pobres”.
El cariño de la gente al presidente es genuino, las porras, las loas y los vivas son verdaderos. No hay nada formulado, ensayado, sino todo es auténtico. Desde las 12 del día centenas de personas fueron llegando y llenando la plazas deportivas. Todos querían escuchar al presidente y lo escucharon.
Afirmó que se acabaron los lujos en el gobierno, que por eso se puso a la venta el avión presidencial y los helicópteros; ya no hay pensiones millonarias a los expresidentes, ya no hay sueldos de altos funcionarios; “nadie gana más que el presidente, y ya no existe el Estado Mayor Presidencial; había 8 mil elementos que cuidaban al presidente, y ahora esos elementos ya pasaron a formar parte de la Guardia Nacional; al presidente lo cuida la gente”.
Hasta 6 mil millones de pesos iban para la atención médica para la “burocracia dorada”, eso se acabó, porque se hacían hasta cirugías plásticas, lamentó.
Destacó además todas las becas que su gobierno otorga a adultos mayores, personas con discapacidad, estudiantes de educación básica, de educación media y superior y desempleados.
La justificación es que no se debe olvidar a los jóvenes, pues eso los lleva a tomar el camino de las conductas antisociales, no se permitirá que se vayan a las filas de la delincuencia, se les dará un trato especial, porque las cárceles están llenas de jóvenes, quienes presa del abandono fueron educados en las calles, en las pandillas.
López Obrador aseguró que se fomentará el núcleo familiar, porque es la más importante en la idiosincrasia de México; porque la costumbre de este país es que los hijos no se vayan, es muy solidaria, muy fraterna. “Si se mantiene unida la familia, podemos salir adelante, podemos mejorar la condición social”.
Reafirmó su compromiso con el campo, pero por ahora se depura un padrón, para que le llegue a quien realmente lo necesita; “nada de entregar apoyo a través de organizaciones”. El programa sembrando vidas se trata de que se preserven los árboles, así que quien tenga sus plantíos se les apoyará, se pagarán jornales a campesinos, para cultivar sus parcelas, no es crédito, es apoyo; para que al terminar el sexenio se diga que quedaron sembradas un millón de hectáreas y trabajo permanente a 400 mil campesinos.
“También habrá créditos a la palabra, si alguien tiene un taller, un comercio, se hacen artesanías, pero no tienen dinero para invertir, van a ver estos créditos, se entregarán de seis a diez mil pesos, sin papeleo, a la palabra… en tres meses empiezan a abonar de 500 pesos y se irá incrementando (el crédito)”.
Los quintanarroenses aplaudían.
Bonanzas e inversiones promete López Obrador
El ambiente en ambos actos era de festividad y hasta de quermés, no faltaron los comerciantes que vendían papitas, chicharrones, aguas, jugos, dulces, palomitas y también sombreros para soportar el calor, además de toda clase de juguetes con la imagen de Amlo. El ambiente fue de carnaval, de fiesta.
López Obrador destacó las diversas acciones implementadas por su gobierno, como apoyos al campo, créditos a la mano, becas a adultos mayores y estudiantes, entre otras, indicando que el presupuesto alcanzará poniendo fin a la corrupción.
Indicó que activos de gobierno subastados se han ido directamente a ayudar a municipios necesitados y anticipó que la Casa Maya, residencia presidencial en Cozumel, se venderá y el dinero “será para los pobres de Quintana Roo”, aunque también indicó que se investigará este caso. Citando al cantautor catalán Joan Manuel Serrat (quien tomó las palabras del poeta uruguayo Mario Benedetti), el presidente afirmó que “el sur también existe” y que tanto el sur como al sureste “ya le llegó su hora”, pues han aportado mucho a México sin recibir mucho a cambio.
Sobre estas acciones específicas se comprometió a que al terminar su sexenio se basificará a todos los trabajadores del sector salud, lo que avanzará poco a poco.
Destacó el Tren Maya y los 40 mil millones de pesos que traerá a Quintana Roo, cantidad inédita para la entidad. También abordó el programa de intervención urbana que vino a inaugurar para Solidaridad, por 500 millones de pesos, que no es en todo el país, sino solo en centro turísticos, pues no se puede tolerar que hoteles de lujo coexistan con colonias sin siquiera servicios básicos. Indicó que, aunque se empieza en Playa del Carmen, ya le tocará a Cancún, Tulum y Cozumel.
El secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Guillermo Meyer, quien anunció la inversión de 500 millones de pesos por el programa de intervención urbana, que se dijo se integra con la llegada del Tren Maya, para parques, centros culturales, centros comunitarios, unidades deportivas, pavimentación de calles y mejora de viviendas.
En el templete lo acompañaron su esposa Beatriz Gutiérrez Müller; el gobernador Carlos Joaquín, el titular de la Sedatu, Román Meyer Falcón; la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde; el director de Fonatur y encargado del proyecto del Tren Maya, Rogelio Jiménez Pons; las senadoras Marybel Villegas Canché y Mayuli Martín Simón, también el famoso senador Dr. José Luis Pech, el súper delegado en Quintana Roo Arturo Abreu así como el diputado federal, Luis Alegre Salazar, la alcalde Laura Beristain.
Entre otros asistentes de honor estaban los políticos locales, Juan Carlos Beristain, Omar Sánchez Cutis, Jorge Aguilar Osorio y Emiliano Ramos junto con su padre don Salvador Ramos y alejado, sin saludar a nadie, sin que nadie se le acercará, rodeado de sillas vacías estaba el secretario de Seguridad Pública, Alberto Capella Ibarra.
López Obrador mantuvo un discurso que tocó las fibras más sensibles de los oyentes. Por momentos lució como un candidato avasallador en campaña. Habla y la gente se entrega. Arenga y la gente se enciende en aplausos y loas. “Estamos aquí para cumplir con nuestra palabra. Vengo a decirles que no les vamos a fallar, vamos a estar a la altura de las circunstancias, no vamos a quedarle a deber nada a Quintana Roo, vamos a representarles como lo merecen, con mucha dignidad, estamos iniciando esta transformación y vengo a informarles”, dijo el presidente y la gente lo ovacionó.
El presidente sabe ser un político sin oponentes, se sabe dueño del escenario, es todo un espectáculo observarlo y él sabe que resortes tocar para encender los ánimos y sobretodo sabe que Quintana Roo es de color Morena.