* Para el ex alcalde, Raúl Badillo, el tiempo se le agota ante la cercanía de la sucesión en los municipios del Estado, razón por la que busca crear conflictos sociales al edil Daniel Andrade, quien los desactivó por la vía del diálogo. Si la intención de Badillo es llamar la atención de los altos mandos de la política estatal, solo va a conseguir recordarles que tiene carpetas de investigación pendientes por presunta malversación de fondos durante su pasado gobierno municipal
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez
Especial de Expediente Ultra
Desesperado porque el tiempo se le agota y nada más no consigue que los altos mandos de la política estatal lo volteen a ver, el ex alcalde de Huejutla, Raúl Badillo Ramírez, está causando destrozos de chivo en cristalería en diversas comunidades en su desesperación por conseguir una cada vez más lejana negociación que le permita imponer candidato en el corazón de la Huasteca Hidalguense y, de paso, salvarle el pellejo por las investigaciones que todavía le pisan los talones por presuntos desvíos en su última gestión.
Representante de clan Badillo que creció gracias a la complacencia y contubernio con los gobiernos del PRI y del PAN –y con alfiles del PRD–, al ex edil le salieron mal los cálculos al tratar de abusar de la buena de habitantes de comunidades como Coxhuaco y Xiquila.
En el primero de los casos sus operadores llevaron el pasado lunes 24 hasta las oficinas públicas, a mujeres y hombres, estos últimos en evidente estado de ebriedad con el claro fin de provocar un zafarrancho que hiciera aparecer al actual presidente municipal, Daniel Andrade Zurutuza, como represor del pueblo.
Pero para las cosas no salieron como se esperaba pues en videos que circulan en las redes se aprecia con claridad de qué lado y quiénes iniciaron la provocación; la cordura privó en los funcionarios municipales y Badillo se llevó un palmo de narices pues la sangre, como él esperaba, no llegó al río y se quedó con las ganas de culpar al alcalde.
También y de manera sucesiva, el martes 25 por la tarde, Andrade Zurutuza, tomó el toro por los cuernos y acudió a dialogar personalmente con vecinos de la comunidad de Xiquila, quienes mantenían un bloqueo sobre la carretera federal México-Tampico , y mantenían retenido al Secretario Municipal, Said Vargas Castelán.
En el caso de Coxhuaco, las demandas giraban sobre el abasto de agua que a pesar del tandeo no ha sido suficiente, por el retraso de la CFE para realizar la conexión a la red eléctrica del sistema de agua potable, de esa comunidad. El asunto es que curiosamente ya se había platicado sobre el tema pero de la noche a la mañana, entraron “manos amigas” a azuzar a la población con el fin no de anteponer el diálogo como vía de solución, sino para llegar a armar camorra para tratar de desprestigiar al edil.
Al final fue el diálogo el que se impuso. Y lo mismo aconteció con los pobladores de Xiquila pues por tratarse de una vía de jurisdicción estatal, entró en la negociación el Secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, quien reafirmó el compromiso del gobernador, Julio Menchaca, para apoyar a las comunidades de la Huasteca, anunciando la gestión para apoyar un proyecto por ocho millones de pesos para una vía que comunique a Xiquila.
Llama la atención que ambas comunidades nunca se han caracterizado por ser beligerantes en sus demandas pues son pueblos pacíficos cuyos pobladores, siempre han sabido conducir sus peticiones por la vía del diálogo.
En ambos casos, el perverso plan de Raúl Badillo no funcionó, dejando al descubierto sus burdos y aviesos fines que al cuarto para las doce en las sucesiones municipales, solo llaman la atención de los altos mandos estatales, pero para reactivar las cuentas pendientes que tiene con la justicia por los malos manejos cometidos durante su pasada administración.
Los chantajes baratos no le van a funcionar en un gobierno que está demostrando actuar en apego a la ley y no a intereses de caciquitos regionales condenados a la extinción política.