No Pasa Nada
Por: Jesús Solano Lira
Año con año se repiten las mismas historias y las mismas excusas, sin embargo, los gobernadores no aprenden de las tragedias del pasado, y mantienen su indiferencia, indolencia y ausencia que los rebasa por completo, demostrando su falta de capacidad para reaccionar ante una contingencia, su negligencia y soberbia les impide actuar con oportunidad para prevenir desgracias y evitar pérdidas humanas y materiales.
Año con año los fenómenos hidrometereológicos le pegan por igual a todos los y hasta a las grandes urbes como la Ciudad de México, pero no hay capacidad de reacción.
Se esperaba más de los gobernadores emanados de Morena, pero se mantienen indolentes y con la narrativa heredada por su líder máximo del No Pasa Nada, minimizando las tragedias.
Lo que más llama la atención es la posición de la presidenta Claudia Sheinbaum, que a toda costa quiere justificar la falta de atención a las recomendaciones de la Comisión Nacional del Agua, al asegurar que que no existían condiciones científicas que permitieran anticipar la magnitud de las lluvias que azotaron Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí, provocando severas inundaciones y daños materiales, además de pérdidas humanas y materiales.
Ojo, a principios de la semana pasada, Fabián Vázquez del Servicio Meteorológico Nacional, dependiente de la Conagua, alertó con tres días de anticipación sobre las intensas lluvias que estaban por afectar a esos cinco estados, y recomendó a las administraciones estatales, advertir a la población sobre los riesgos inminentes por las precipitaciones, pero hubo oídos sordos, seguramente los mandatarios tenían otras prioridades.
Ahí le va. La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, se aventó la puntada de asegurar que el Río Cazones “se desbordó ligeramente”, cuando la realidad era otra. Poza Rica estaba bajo el agua, con calles y viviendas inundadas, personas atrapadas por la corriente, miles de damnificados y varios muertos y desaparecidos.
Aunque la respalden desde Palacio Nacional, una y otra vez queda demostrado que Rocío Nahle, no tiene control en el estado y le ha quedado a deber por mucho a los veracruzanos.
Otra prueba de su falta de visión, es el hecho de que en mayo pasado haya cancelado el seguro que le dejo su antecesor Cuitláhuac García, que cubría daños por eventos geológicos e hidrometeorológicos, para crear la Aseguradora Veracruzana de Servicios Integrales, sin fondos y sin autorización para operar, ahhh pero eso sí, a cargo de su administración.
De pena ajena las decisiones que ha tomado la zacatecana que gobierna Veracruz. En serio ninguno de sus “flamantes” asesores le dijo que esa aseguradora necesitaba de la autorización de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), es pregunta sin ofensa.
Y que decir de las joyas que declaró el presidente municipal de Poza Rica, Fernando “El Pulpo” Remes, quien se encuentra en medio de la polémica. Admitió que no se terminó la construcción del muro de contención del Río Cazones, obra a la que se habrían destinado 14 millones de pesos en 2023. Mucho tiene que aclarar el ex beisbolista que fue apedreado y abucheado por ciudadanos.Sin ensuciarse los zapatos llegó en su camioneta, pero ante las protestas emprendió la huida.
Otro gobernador de Morena que incurrió en la indolencia, indiferencia y ausencia, por decir lo menos, fue Julio Menchaca de Hidalgo, a quien le importo más La Feria de San Francisco en Pachuca, que por atender la emergencia por las lluvias. Ya con el agua hasta el cuello, se puso a chambear, pero el daño ya estaba hecho.
De hecho, a decir de la jefa del ejecutivo, Hidalgo ha sido el estado con más comunidades incomunicadas, muy por encima de lo ocurrido en la Sierra Norte y Negra de Puebla y la huasteca potosina.
Si bien la presidenta ha asistido a las zonas afectadas y escuchar los reclamos de los damnificados, cosa que evito a toda costa su antecesor, también es claro que la crisis la tiene más que abrumada, pero mantiene la retórica de la administración pasada, de ocultar información de la desgracia.
Ayer, en su conferencia matutina, le prohibió al secretario de Salud, David Kershenobich, mencionar los municipios afectados por las intensas lluvias. Con el micrófono abierto, a la presidenta se le escuchó decir al titular de Salud: “No digas los municipios afectados”, diría el Divo de Juárez: Pero qué necesidad.