HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
- Estrena en Palacio Nacional Proceso de Escucha
La esposa de Carlos Manzo [†] decidió de última hora asistir al encuentro de Palacio Nacional con la presidenta Sheinbaum, «para reclamarle».
La noche del sábado 1, el alcalde de Uruapan fue asesinado a tiros, momentos después de haber cargado a uno de sus dos pequeños hijos. Su hoy viuda, Grecia Quiroz, se había negado a viajar de su casa familiar a Palacio Nacional —401.4 kilómetros y cuatro horas y 48 minutos—, porque la reunión «era demasiado tarde».
—Cuántas veces se lo pidió Carlos, recriminó Grecia a Sheinbaum, el lunes 3.
Ese día, en el despacho presidencial, Quiroz no lloró. La presidenta la escuchó, la miró, como se lo dijo ella misma a la periodista Adela Micha, en una entrevista que circula en redes.
«Es demasiado tarde», machacó. El alcalde Manzo había solicitado se le escuchara, pero el proceso más importante de la comunicación, la escucha —«Quien no aprende a escuchar no aprende a hablar», dice García Márquez en La bendita manía de contar—, más importante que el habla, fue negado en la Presidencia de la República, como todos estos años.
—Fueron tantas veces, una, dos, taladró la madre de dos niños huérfanos, a cuyo padre, confesó García Harfuch, trataron de asesinar el jueves 30. Los asesinos a sueldo fallaron y fueron castigados —¿los mataron?— por el cártel que cumplimentó el objetivo dos días después, y cuyo autor intelectual, perjuran, ha sido capturado.
Atenta, viéndola a los ojos, lejana la imagen fría de siempre, la presidenta se supone de todos los mexicanos decidió hablar. Dice Quiroz que a Claudia se le vino a la cabeza una especie de remordimiento del por qué no recibió a Manzo, su esposo.
«Soy ser humano», le dijo Sheinbaum, «sí pasó por mi cabeza el por qué no lo recibí».

No tenía Quiroz ganar de ir a Palacio Nacional, invitada por un tercero, se sobreentiende, pero las ganas de reclamar, de exigir justicia, de castigar a los asesinos de su esposo, considerado el mejor presidente municipal de México por su hombría de plantar cara a los delincuentes y procurar dar seguridad a los paisanos, la empujaron a estrenar en la Cuatroté el proceso de escucha —y tal vez de la corrección política— y de, contrario a la norma, «saber la verdad».
letraschiquitas
Ni «hermanamiento» ni «diplomacia», porque ambas figuras se dan entre naciones o Estados, la de Jiutepec de Eder Rodríguez con Taxco de Juan Andrés Vega, y ojalá aprendizaje del primero porque el segundo tiene limpio y ordenado, sin inseguridad, al municipio guerrerense***. Decir que él «encabezó» la ceremonia cívica de ayer y que estuvo «acompañado» de la gobernadora, parece provocación —y burla— de José Luis Urióstegui a Margarita González-Saravia***. A dos cuadras de Palacio de Gobierno hicieron disparos contra un restorán en Matamoros y Morrow, y como siempre la policía municipal al mando de Guillermo García llegó tarde, sin detener a los delincuentes… también como siempre.




