Durante mucho tiempo, el abuso del poder y el ejercicio arrogante de la prepotencia impidió a nuestros políticos rectificar. La fórmula era exacta: entre más encumbrada fuese la posición política menor era la falibilidad. “El señor nunca se equivoca”, solíamos escuchar a los acólitos de semejantes divinidades.
Nuevos tiempos, nuevas costumbres.
Tácitamente dos titulares del Ejecutivo, uno el federal y otro a nivel local, han aceptado públicamente haber errado.
Y, cosa rara –que esperamos se vuelva costumbre– rectificaron.
Enrique Peña Nieto, el primero. Investido Presidente de la República, el fin de semana anterior arengó en contra de sus opositores dizque por criticar a su secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, tras de que Acción Nacional –con un guión elaborado y producido por el calderonista Miguel Ángel Yunes Linares– pusiera en evidencia el maridaje electorero de los programas sociales y el partido político en el poder, cuando menos en el estado de Veracruz.
“Déjenme compartirles que hace un momento platicaba con Rosario Robles, titular de la Secretaría de Desarrollo Social y quien además es coordinadora del Gabinete, precisamente, para lograr el México incluyente, y quien ha sido últimamente muy atacada, señalada por todas las acciones que esta Cruzada Nacional Contra el Hambre viene desplegando.
“Y yo le decía, como bien, también, lo ha dicho el expresidente Lula Da Silva: Rosario, no te preocupes. Hay que aguantar. Porque han empezado las críticas, han empezado las descalificaciones de aquellos a quienes ocupa y preocupa la política y las elecciones. Pero a nosotros, a este Gobierno, tenemos un objetivo claro, una tarea comprometida con los mexicanos, que es acabar con el hambre. Que sigan aquellos criticando las acciones, porque a otros los ocupa(n) las elecciones. A nosotros nos ocupa y nos compromete acabar con el hambre de México.”
El respaldo presidencial a su colaboradora, empero, fue no sólo criticado hasta por los tradicionales corifeos, sino que provocó que los bamboleantes cimientos sobre los que está construido el Pacto por México empezaran a crujir.
Y Peña Nieto rectificó. En la madrugada del martes abrió “un espacio al diálogo” y suspendió todas las actividades públicas del referido Pacto –ayer se presentaría la llamada reforma financiera–, hasta en tanto no se superen las diferencias de su Administración con el PAN e, incluso, con el PRD que también cuestiona el uso electorero de los programas sociales.
Y EN EL DF HACE AIRE
En las vísperas, otro que también rectificó e hizo a un lado la arrogancia y l la prepotencia fue el jefe del gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
Para no variar, la misma Rosario Robles se encontraba al centro de este otro desencuentro entre el PRD y la Administración de la capital nacional.
Y es que, horas antes, el presidente del partido del sol azteca en el Distrito Federal, Manuel Oropeza Morales, pidió al jefe de gobierno, y a los jefes delegacionales de Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón y Tlalpan reconsiderar reunirse con Robles Berlanga, por considerar que la también ex dirigente perredista “opera más como secretaria de elecciones del PRI que como secretaria de Desarrollo Social del gobierno federal” y porque “no es una interlocutora válida que brinde certeza y confianza”.
Y pese al llamado del partido que lo llevó al cargo –aunque él dice que es apartidista e independiente, cualquier cosa que tal signifique–, Mancera desoyó el reclamo.
Se reunieron, él y los delegados, con Robles.
Y ya en la reunión, Mancera también rectificó.
Porque al salir de ella, anunció que la Cruzada contra el Hambre propuesta por Robles para aplicarse en la capital nacional no se instrumentará hasta que estén instaladas mesas técnicas entre GDF y Sedesol, y conozcan cómo va a aplicar el programa.
Rectificar, dice el refrán, sí es de dioses, cuando lo humano es errar.
Y aquellas actitudes prepotentes, arrogantes, que más que divinas eran de divas empiezan a descartarse… para bien.
Índice Flamígero: En su blog cochinitosycochinadas.blogspot.mx, el escritor Carlos Franco recuerda, en enero de 2010: “En mayo de 2001 denuncié lo que hoy es una aseveración elemental: la proclividad de Rosario Robles a sostener relaciones peligrosas, especialmente con sus proveedores. Mi señalamiento se refirió en aquel momento a la millonaria sobrefacturación de los contratos publicitarios que como jefa de Gobierno suscribió con la agencia de publicidad Publicorp, y cuyo propósito —revelé— fue crear un fondo subrepticio para financiar las campañas perredistas de 2000 y, en particular, su carrera política cuando ya no tuviera acceso al erario. Esto es, ‘El Cochinito’.” Rememorar ese episodio de la turbulenta vida de Rosario Robles es hoy fundamental.
–chiquito el sr mancera, o no don Paco? no se sitio suficientemente capaz de negociar de nivel a nivel. llevo escuderos, especialmente al cacique de la Alvaro Obregon, q ya esta preparando a su afil q lo reemplace para re-re-elegirse. Duenyo y sr. de la DAO , leonel luna. y el sr.manera se achico. quiero pensar q la capital es territorio nal mexicano, y no territorio bejarano… a la telcel.