- Muchos adultos experimentan desconexión y pérdida de significado en sus actividades profesionales diarias.
- Estudios recientes demuestran que alinear el trabajo con un propósito de vida definido eleva la satisfacción laboral, la motivación y el bienestar.
- El Instituto del Propósito y Bienestar Integral (IPBI) de Tecmilenio ofrece programas y acompañamiento especializado para quienes buscan reconectar su propósito personal con la vida profesional.
El fenómeno de la desconexión laboral afecta a numerosas personas en diversas etapas de la vida adulta. Esta sensación de vacío, que no siempre se relaciona con el salario o las condiciones externas, refleja una falta de significado en las tareas cotidianas y repercute tanto en la motivación como en la productividad y el bienestar emocional de los trabajadores. De hecho, este malestar suele manifestarse de manera silenciosa, incidiendo en el ánimo general y limitando el potencial de desarrollo en el ámbito profesional.
El propósito de vida, entendido como aquello que impulsa y da sentido profundo a las acciones diarias, se ha posicionado como un factor central en la satisfacción y el desarrollo profesional. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Satisfacción Laboral Capterra (2023), el 69 % de los empleados en México dice sentirse satisfecho con su empleo, siendo el desarrollo profesional y el equilibrio vida-trabajo los aspectos mejor valorados. A esto se suma la evidencia académica: investigaciones mexicanas han comprobado que la satisfacción laboral y el buen clima organizacional están directamente ligados a la felicidad en el trabajo y la salud mental de los empleados (Hernández, Aragón y Aguirre, 2023).
Lograr esta alineación no requiere, necesariamente, comenzar de nuevo o reinventar toda la trayectoria profesional. Existen múltiples ejemplos donde pequeños cambios estratégicos, como asumir nuevos retos alineados con los valores personales o redescubrir la motivación en la colaboración y la empatía, generan un profundo significado en la experiencia diaria. Un estudio reciente, publicado por el equipo de Investigación del Instituto del Propósito y Bienestar Integral señala que el disfrute del trabajo, así como el sentirse valorado por los compañeros, predicen significativamente la felicidad laboral (Charles-Leija y colegas, 2023). Replantear la forma en que se abordan los retos diarios, ofrecer acompañamiento a colegas o participar en proyectos con impacto social puede ser suficiente para resignificar la jornada y abrir nuevas posibilidades.
En muchos casos, las transformaciones más valiosas surgen al resignificar la labor cotidiana y redescubrir el propósito que impulsa cada acción profesional. Integrar valores esenciales en el día a día no solo renueva la experiencia laboral y otorga mayor sentido al rol actual, sino que también fortalece la capacidad de adaptación ante los desafíos, promoviendo satisfacción, equilibrio emocional y una contribución auténtica al entorno laboral y social. La integración de estas prácticas puede marcar una diferencia significativa, tanto a nivel individual como en el clima y cultura organizacional.
El Instituto del Propósito y Bienestar Integral (IPBI) de Tecmilenio ha desarrollado modelos y herramientas para acompañar este proceso de redescubrimiento. Ivan Guerrero, vocero del IPBI, destaca: “Cuando las personas encuentran una conexión clara entre su propósito de vida y su trabajo cotidiano, no solo aumentan su bienestar general, sino que también mejoran significativamente su productividad y compromiso”.
El acompañamiento que ofrecen Tecmilenio y el Instituto del Propósito y Bienestar Integral se traduce en programas, talleres y certificaciones dirigidas a profesionales en activo y personas en etapas de reinvención laboral. Estas iniciativas están diseñadas para facilitar la integración del propósito personal en contextos reales de trabajo, promoviendo que los participantes apliquen sus valores y motivaciones en proyectos y retos alineados con sus objetivos profesionales y de vida. “Nuestro objetivo es proporcionar herramientas y experiencias que permitan un cambio sostenible y basado en evidencia científica, apoyando a las personas en el proceso de descubrir y alinear su propósito personal con el ámbito laboral”, subraya Ivan Guerrero.
La felicidad organizacional reconoce que el salario emocional, el sentido de justicia y la gestión del bienestar han cobrado un papel estratégico en la cultura empresarial. Las empresas que apuestan por estos elementos reportan mayor satisfacción, compromiso y sentido de propósito entre sus colaboradores. El IPBI impulsa talleres, certificaciones y recursos digitales diseñados para fortalecer la conexión entre propósito y actividad profesional, generando cambios positivos, sostenibles y medibles tanto para los individuos como para las organizaciones. Además, la adopción de estas prácticas fomenta un sentido de pertenencia más sólido y promueve una visión a largo plazo dentro de las empresas.
Diversas investigaciones y testimonios institucionales coinciden en que resignificar la labor cotidiana a partir del propósito personal puede transformar de fondo la experiencia profesional. La evidencia señala que quienes integran sus valores y motivaciones en el trabajo diario logran mayores niveles de satisfacción, bienestar y resiliencia frente a los desafíos del entorno laboral.
Mirar hacia dentro para redescubrir el sentido de la vida profesional permite trazar nuevos caminos, renovar la motivación y construir una trayectoria más plena y significativa. Adoptar una perspectiva basada en el propósito favorece entornos laborales más humanos y genera impactos positivos tanto en la propia vida como en la comunidad.
Acerca de Tecmilenio
Somos una institución educativa que forma personas con Propósito de Vida y las competencias para alcanzarlo. Lo hacemos a través de una educación flexible y de alta calidad, que integra el aprendizaje con el trabajo, promueve el bienestar integral y prepara a nuestros estudiantes para los desafíos del presente y el futuro.
MAPS, nuestro nuevo modelo educativo, permite personalizar la ruta de aprendizaje mediante certificados, co-creados con empresas y expertos, y experiencias de formación integrada al trabajo como, por ejemplo, la Estancia Empresarial, donde los estudiantes resuelven retos y proyectos en empresas o en sus propios emprendimientos mientras desarrollan competencias técnicas para el trabajo y humanas para la vida. De este modo, impulsamos la empleabilidad sostenible, logrando que 9 de cada 10 estudiantes obtengan empleo antes de graduarse.
Actualmente, estamos conformados por 31 campus tradicionales y 13 espacios connect, distribuidos en 29 ciudades de México. Nuestra comunidad está integrada por más de 52,000 estudiantes, más de 5,000 docentes, 2,480 colaboradores y más de 163,000 egresados. Para conocer más sobre nuestro proyecto educativo, visita www.tecmilenio.mx