Aunque Pese
Por Salvador Martínez G.
La composición del Poder Judicial en México sufrirá una profunda transformación a partir del resultado de las elecciones de ministros y ministras, magistrados y magistradas y juezas y jueces, lo cual tendrá un efecto no sólo en la administración de justicia, sino también en el ámbito económico.
Representantes del sector privado nacional y extranjero están atentos al desarrollo de estos comicios porque advierten que un Poder Judicial sólido, independiente y preparado significa garantía para las inversiones y para la vigencia de un régimen de derecho.
Si bien buena parte de las críticas al actual Poder Judicial es que ha estado al servicio de los grandes capitales, conformando sólo una ajusticia de élite, también es cierto que la existencia de un régimen de derecho autónomo da certidumbre o debe darla a ricos y pobres.
Hasta ahora la justicia ha sido sólo para los ricos, para quienes tienen el capital suficiente para pagar los elevados honorarios de bufetes de abogados y poder mantener largos juicios en primera o segunda instancia y hasta llegar a la deliberación de la SCJN.
Con la reforma judicial renace la esperanza de justicia para los pobres, pero no sólo por la elección de los juzgadores mediante voto popular, ni siquiera porque los nuevos representantes de la justicia se preocupen más por las mayorías desposeídas que por los acaudalados que hacen del manejo del derecho un botín, sino por el cambio de fondo esperado.
Es indispensable que, en la nueva composición del poder judicial, se lleve a cabo una profunda reestructuración de la defensoría de oficio, a la que pueda recurrir cualquier mexicano que reclame sus derechos en apego al derecho y la justicia.
La defensoría pública gratuita, de lograrse capacitar y eficientar, puede ser el centro de la verdadera reforma democrática del poder judicial. Veremos.
SUSURROS
La inestabilidad mental de Donald Trump pone en riesgo el futuro del T-MEC, a pesar de ser un instrumento que ha impulsado el comercio entre Estados Unidos, México y Canadá a niveles sin precedente.
En ese marco, es positivo que se haya hecho el anuncio de que para septiembre o principios de octubre se iniciarán las negociaciones formales para la revisión del tratado comercial trinacional.
Ojalá las negociaciones se lleven a cabo por buen camino y en poco tiempo se renueve el tratado para dar certidumbre a las nuevas inversiones, aunque, a decir verdad, con la bipolaridad del copetón convicto, es difícil esperarlo así.
La determinación del Tío Sam de revertir sus deficitarias balanzas comerciales con México y Canadá lo llevará a imponer condiciones adversas a sus socios regionales y con ello frenar las nuevas corrientes de inversión y el nearshoring, tan esperadas y necesitadas en México. Al tiempo.
Email: salvadormartinez@visionmx.com X: @salvador_mtz