Ricardo Del Muro / Austral
Morena apostó al relevo generacional para renovar su comité ejecutivo nacional, eligiendo a Luisa María Alcalde en la secretaría general y Andrés López Beltrán en la secretaría de organización, por lo que Andrés Manuel López Obrador mantendrá un padrinazgo e influencia en el partido hegemónico que controla el Congreso.
La inclusión de Andy, el hijo del presidente López Obrador ha generado controversia en torno a la autonomía de Morena y el papel que desempeñará el partido hegemónico en la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, pero de acuerdo a una reciente nota de El País, asegura que la inclusión de López Beltrán en la dirección morenista se hizo a petición de Sheinbaum para que éste le garantice el apoyo del partido y sea enlace con López Obrador.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, junto a los gobernadores morenistas, legisladores y funcionarios de la nueva administración, que iniciará el próximo primero de octubre, asistieron al VII Congreso Nacional Extraordinario de Morena, que se realizó en el World Trade Center de la Ciudad de México.
“En Morena se inaugura la dinastía de los López” publicó en su primera plana El Universal, al destacar que los “expertos prevén una clara sucesión familiar con la designación de Andrés López Beltrán y Luisa María Alcalde, figuras que garantizan la influencia del Presidente dentro del movimiento”.
La llegada de Andy López Beltrán a la dirigencia de Morena fue inesperada, señaló el diario El País. Ciertamente, muchos simpatizantes de López Obrador veían en su hijo a un político de cepa, que creció en el seno familiar del último dirigente izquierdista de las últimas tres décadas. Pero que el primer escalón en su carrera política fuese en el partido y no en algún cargo gubernamental con mayor exposición ha levantado la pregunta de “¿por qué?”.
A toro pasado, la decisión adquiere sentido. Una fuente del entorno de Claudia Sheinbaum ha afirmado a este periódico, indicó Zedryk Raziel el corresponsal de
El País, que la presidenta electa fue quien pidió personalmente a Andy apoyarla desde la dirigencia de Morena, y, concretamente, desde la secretaría de Organización, una importante cartera que tiene a su cargo los comités de promoción del voto en todo el país.
En otras palabras, el hijo de López Obrador deberá ensanchar el padrón de militantes de Morena y coordinar la estrategia electoral del partido; sobre todo, esa posición le permitirá tener de primera mano el pulso político del país desde las bases territoriales. Al mismo tiempo, Andy podrá ejercer de interlocutor entre Sheinbaum y el ya retirado expresidente.
En su mensaje al inicio de los trabajos del séptimo Congreso Nacional de Morena, Claudia Sheinbaum, se comprometió a guardar el legado y enseñanza cotidiana del presidente López Obrador, a la vez que le agradeció “por siempre” y dijo que será recordado como el mejor presidente de la historia.
La presidenta electa, de acuerdo a la nota de Milenio, también aprovechó para hacer un reconocimiento a los diputados y senadores por aprobar la reforma judicial y las que vienen como la Guardia Nacional o el reconocimiento a los pueblos afromexicanos, que significan “dejar atrás, muy atrás el régimen de corrupción y privilegios”. Asimismo, sostuvo que será un Congreso que hará historia.
Al solicitar licencia de su partido para dedicarse a gobernar el país en los próximos seis años, Sheinbaum pidió a los morenistas mantener el valor de la unidad partidista.
Los llamó a no apostar nunca por la división interna porque todos “tenemos algo que aportar” y pidió a los militantes de Morena no caer en la frivolidad ni la ambición del poder y el dinero porque “Morena es pueblo”.
Además, les pidió no ser un partido de Estado y fortalecerse desde abajo, sin caer en el burocratismo. Igualmente, mantener que los candidatos se elijan a través de encuestas, al señalar que esa ha sido una de las grandes fortalezas de Morena. “Mientras sigan existiendo los plurinominales, garantice que salgan de las tómbolas. Que todos tengan oportunidad”, expresó.
En efecto, el gran reto de Morena es evitar caer en los errores y el tribalismo que terminaron con la existencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y esto lo saben López Obrador y Sheinbaum. Sin embargo, hay otra asignatura pendiente, que se resisten a ejercer las oligarquías que dirigen a los seis partidos que hay en México ( Morena, PRI, PAN, MC, PVEM y PT), que es la democracia partidista. RDM