Ricardo Del Muro/ Austral
En el cine, una reedición o remake (en inglés) es una nueva versión de una película previamente lanzada que reproduce trama, personajes y ambientación. Esto ha sucedido en Chiapas, donde se inscribieron 31 políticos que buscan la candidatura de Morena al gobierno estatal. Se afirma que es un “ensayo democrático”, algo que en esta entidad no es nuevo, pues ya hubo uno en 1948.
En aquellos años, según contaba nuestro querido amigo el poeta Enoch Cancino Casahonda, ya fallecido, Miguel Alemán, presidente de la República y el general Rodolfo Sánchez Taboada, por ese entonces presidente del PRI, dispusieron dar un nuevo impulso a nuestra vida democrática; para lo cual idearon implementar en Chiapas un “ensayo democrático”, con vistas a las elecciones que para gobernador del estado tendrían lugar el primer domingo de julio de ese mismo año.
La idea era que el candidato no surgiera por un Dedazo del presidente en turno, sino que fuera producto del sentir de la mayoría partidaria, lo que se expresaría en unas elecciones previas a la definitiva, para que de allí naciera el candidato que habría de representar al Partido Revolucionario Institucional (PRI), recién denominado con este nombre en 1946 y cuyo primer presidente, por cierto, fue el doctor Rafael Pascacio Gamboa, exgobernador chiapaneco.
Fueron seleccionados cuatro precandidatos: Julio Serrano Castro que en esa época ocupaba la subdirección de Pemex; el general Francisco J. Grajales, jefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional; el ex diputado federal Gil Salgado Palacios y don Bernardo Palomeque, destacado agricultor de la costa chiapaneca.
El proceso no dio el resultado esperado, ya que tuvo muchos inconvenientes y dificultades, optándose en lo sucesivo por el sistema del candidato único, nominado por los tres sectores del partido, que caracterizó al PRI. Uno de los candidatos perdedores, Julio Serrano, al enterarse del triunfo del general Grajales, inducido por los encargados del plebiscito, quemó en público su credencial del PRI, mientras que sus simpatizantes apedrearon las oficinas de ese partido en Tuxtla Gutiérrez.
Ahora, ésta historia parece repetirse. Bien dicen los viejos que no hay nada nuevo bajo el sol. Sólo que en esta ocasión son 31 aspirantes y el partido hegemónico ya no es el PRI, sino Morena. Todo lo demás parece seguir la misma trama pero con diferentes actores.
Así, después de que Zoé Robledo, director del IMSS declinó participar en el proceso y de que bajaron a Manuelita Obrador Narváez, sobrina del presidente López Obrador, se registraron 23 hombres y ocho mujeres de los cuales destacan el senador Eduardo Ramírez Aguilar y la senadora Sasil de León Villard, seguidos de los hermanos Carlos y Plácido Morales Vázquez, alcalde de Tuxtla y presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, respectivamente; y sigue una larga lista con el doctor Pepe Cruz, secretario de Salud; el diputado Luis Armando Melgar del PVEM, además de Roberto Albores Gleaseon, ex senador y ex candidato del PRI a la gubernatura, que ahora participa como abanderado del Partido del Trabajo, entre otros.
En términos cinematográficos, la reedición (remake), a diferencia de la remasterización, consiste en narrar la misma historia, pero empleando actores diferentes o modificando el contexto del relato.
El mejor ejemplo, tal vez, es “La guerra de los mundos”, película dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Tom Cruise que se estrenó en 2005. Dicho filme está basado en otro homónimo de 1953, que tuvo a Byron Haskin como director y a Gene Barry como protagonista, nombres que, por supuesto, son totalmente desconocidos para nuestros contemporáneos.
Al hacer esta referencia, no está de más, recordar la famosa emisión de “La guerra de los mundos” por Orson Wells en la CBS, el 30 de octubre de 1938, que provocó el pánico de los estadounidenses al sentirse invadidos por los marcianos.
No siempre las reediciones de películas repiten los éxitos, en parte porque es una historia cuyo desenlace ya es conocido, aunque esto es cuestión de gustos. En mi opinión, por ejemplo, la película El gran Gatsby de 1974, con guión de Francis Ford Coppola basado en la novela homónima de F. Scott Fitzgerald, donde los actores fueron Robert Redford y Mia Farrow, fue superior a la versión de 2013, donde actuaron Leonardo Di Caprio y Carey Mulligan, pero con ésta película arrancó el Festival de Cannes y ganó el Oscar 2014 por mejor vestuario.
En el caso del proceso de Morena en Chiapas, la diputada Patricia Armendáriz, en entrevista con la periodista Adela Micha, expresó: “Dudo salir ganadora en la encuesta, yo creo que las encuestas las van a comprar como compran todo el voto en Chiapas”.
Aún así, Armendáriz, que sabe de finanzas y es famosa por haber participado en el programa de televisión “Shark Tank” y por ser de “mecha corta”, como justificó su enojo con un jefe indígena Lacandón, tomó la decisión de participar en el proceso de Morena, aunque aseguró que no invertirá un peso. RDM