Pablo Gato
Lo que se ve en EEUU estos días es realmente insólito.
Cuando llegue a los EEUU hace ya tiempo me sorprendió como la prensa cuestionaba con libertad, independencia y sana agresividad a los políticos del país. Veía preguntas que no se hubieran podido hacer en ese momento en mi propio país de origen, España.
No había límites. No había temas tabús. Los periodistas eran valientes y ponían entre las cuerdas al presidente de turno. Exigían respuestas. Hoy estamos en las antípodas de ese EEUU, cuando la libertad de prensa era admirada en todo el mundo.
Hoy un grupo de senadores declaran que un militar no puede obedecer órdenes ilegales y algo que es tan obvio como eso se ha convertido en una cacería por parte de la Administración Trump contra esos legisladores.
El secretario de Defensa ha amenazado a uno de ellos, militar retirado, con bajarle de rango, la pensión y llevarlo de nuevo a filas. Si, como lo oyen. A todo un senador y además un héroe nacional del país, que no solo fue militar sino también astronauta, Mark Kelly.
Lo único que han hecho ha sido elevarle el perfil y ganar popularidad en caso de que quiera postularse para la presidencia.
Esa acción es inaudita.
Los senadores dijeron lo que todos saben que un militar tiene el derecho a no obedecer órdenes ilegales. Está en la ley, se enseña en las universidades y en el código de justicia militar. Si no fuera un tema tan serio, parecería el guion de una película de los hermanos Marx.
¿Es decir, ahora una persona no puede dar una opinión? ¿Se acabó la libertad de expresión en EEUU?
Los senadores ni siquiera dijeron que se estuviera haciendo nada ilegal, sino solo que no debían seguirse órdenes ilegales.
Sin embargo, podrían haber dicho tranquilamente que en su opinión EEUU está realizando ataques ilegales en las cosas de Venezuela porque se han matado ya a más de 70 personas en supuestas narco lanchas sin mostrar ningún tipo de evidencia de que sean narcotraficantes.
Eso va no solo contra la ley internacional, sino contra la propia ley de EEUU.
Está prohibido matar a alguien en esas circunstancias si antes no se ha intentado arrestarlo y solo en caso de que ese supuesto narcotraficante, por ejemplo, dispare contra las personas que intentan arrestarlo.
Muchos expertos legales han dicho que eso es ilegal, pero los senadores ni siquiera afirmaron que lo fuera. ¿Lo es? Eso que lo decidan los tribunales, pero todos tenemos derecho a expresar nuestra opinión.
Y ahora, por si fuera poco, el mismo FBI quiere entrevistarse con esos senadores, comenzando una investigación.
Los demócratas dicen que Trump sigue su campana de usar al gobierno para perseguir a sus enemigos políticos, como ocurre en cualquier república bananera de quinta categoría.
¿Qué le ha pasado a EEUU?
Se ha convertido en un país irreconocible al hacer cosas que solo ocurren en esas repúblicas bananeras.
Y lo que más asusta no es solo que se intente reprimir la libertad de expresión incluso de personas tan influyentes como senadores de los EEUU, sino que el partido republicano guarda absoluto silencio.
Y no solo eso, sino que algunos republicanos incluso apoyan las acciones y el acoso contra los senadores.
Para alguien que vio otro EEUU, esto no solo es inaudito, sino triste. Solo deseo lo mejor para EEUU, pero observar cosas como estas no auguran nada bueno.
Y la falta de reacción, menos aún.
Recordemos una vez más que patriota es el que habla, no el que calla.
Vivimos momentos históricos y esa historia retratara perfectamente las acciones de cada cual para la posteridad.
Tanto lo que se hizo, como lo que no se hizo y los que permitieron que se hiciera. Con nombres y apellidos y para la posteridad. Este tipo de acciones violan los principios más básicos sobre los que se creó EEUU. Es antiamericano.
Si lo hiciera otro país, EEUU lo estaría denunciando en todos los foros internacionales, pero se hace aquí, en el mismo Washington.
EEUU tiene una flota frente a Venezuela y podría haber algún tipo de intervención militar. El Departamento de Estado ha repetido que Maduro es un dictador.
Y al mismo tiempo aquí se persigue a senadores que simplemente dan su opinión sobre algo.
EEUU se ha vuelto un país irreconocible.
