Aunque Pese
Por Salvador Martínez G.
La utilidad y eficiencia de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha sido puesta en duda desde hace mucho tiempo, principalmente bajo la acusación de ser una agrupación sometida a los designios de Estados Unidos.
Esta concepción fue aún más marcada durante la secretaría general de Luis Almagro, con quien el Gobierno de México tuvo marcadas diferencias por su inutilidad y sometimiento a Washington.
Ahora con Albert Ramchand Ramdin, como secretario general, la OEA busca mayor respeto y verdadero liderazgo en la región; sumida bajo las presiones intimidatorias e intervencionistas de Donald Trump en todo el continente, pero más aún en países como Venezuela, Colombia, Cuba y México.
Ramchand manifiesta, con tino, que la relación entre los países del continente americano debe darse bajo el respeto a la soberanía de cada nación y sobre la base de cooperación.
El origen del secretario general de la OEA es de una pequeña nación continental, Surinam, pero ello no impide que hable con firmeza y demande un nuevo marco legal para las relaciones intercontinentales en base a las negociaciones y respeto al derecho internacional y a los derechos humanos.
El dirigente de la OEA, en entrevista con El Universal, manifiesta su conciencia sobre la realidad continental en la que Estados Unidos ataca sin piedad embarcaciones venezolanas, amenaza a Colombia o amaga con intervenir en México, bajo el pretexto de combatir al narcotráfico, cuando en su país permite el comercio de estupefacientes de costa a costa y de frontera a frontera.
Por ello es alentadora la postura del surinamés de que prevalezca la paz, porque “nada debería escalar a un conflicto abierto donde se ponga en peligro la paz del hemisferio”, pues América es la única región del mundo donde no hay guerra.
Difícil alcanzar los objetivos de Ramchand, pero al menos manifiestan cordura, sensatez y equilibrio; veremos quién hace caso.
SUSURROS
Para seguir con las relaciones internacionales, abordamos el conflicto de México con Perú, por el asilo ofrecido a Betssy Chávez, ex primera ministra del cono sur.
Sin moderación, el presidente peruano José Jerí amenaza: “No me limito y, si tiene que ingresarse a la embajada mexicana, se hará”.
Al parecer, Jeri quiere hacer a un lado la diplomacia para inclinarse por la fuerza en relaciones bilaterales difíciles entre las dos naciones.
Email: salvadormartinez@visionmx.com
X: @salvador_mtz




