¿Cuántas voces se necesitan –y de quienes– para que existan acciones contundentes que inhiban a los infractores a delinquir de muy diversas formas en contra de las mujeres de este país?
Es detestable escuchar, leer pero sobre todo vivir, la violencia de género en contra de las mujeres por parte no sólo de los hombres en particular, sino también de mujeres y más hombres que hacen mutis y/o se encuentran insertos en los sistemas de justicia locales y federales en casi cualquier punto de la República Mexicana y de alguna forma, revictimizan a las mujeres.
Decenas de ocasiones he escuchado que la diferencia entre que un delito quede impune y que se castigue es la denuncia, y puedo atestiguar que eso es tan falso como las veces que se ha dicho y repetirá.
Tal vez reseñar los casos particulares no lleve a nada, sólo si estos se hacen tan públicos –y la víctima sufra la exposición mediática volviendo a lacerarla a ella e incluso a quienes de la misma dependen o forman parte de su entorno.
Aquí podríamos citar algunos casos que han encontrado más que justicia, arreglos fuera de la ley por haber expuesto a sus victimarios. Pero con esos no se avanza en materia de legalidad y derechos humanos. Se requieren insisto, acciones verdaderas que ya no dejen impune la violencia de género en contra de las mujeres y que les permitan vivir sin miedo, aún cuando sus sueños fracasen.
Las estadísticas y el trabajo descoordinado de las autoridades de justicia afirman lo que aquí se expone.
Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2011 (ENDIREH 2011) –del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) —, así lo respaldan:
En el país, el 46.1 por ciento de las mujeres de 15 años y más, ha sufrido algún incidente de violencia física por parte de su pareja, llámese este esposo, ex esposo, novio o ex novio. El asunto de la violencia emocional, la estadística también es grave, pues cuatro de cada 10 mujeres han sido humilladas, menospreciadas, encerradas, destruidas sus cosas o del hogar, vigiladas, amenazadas, corridas de su casa y hasta se les ha quitado a sus hijos.
Las estadísticas y los datos globales y desglosados en relación a la violencia a las mujeres siguen y pueden consultarse en la página oficial del INEGI, pero hasta ahora, esto sólo refleja que este flagelo se sistematiza y se ampara, recrudece y reproduce al amparo de los propios sistemas de justicia a la mexicana.
Acta Divina… Apenas en noviembre del año pasado, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó en Tlapa de Comonfort, Guerrero: “¡Ya basta! De violencia en contra de las mujeres:” Y afirmó combatirla sobre todo con un cambio cultural.
Para advertir… En Michoacán ya acabó el incendió y apenas llegan “los bomberos”.
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