In principio erat Verbum©
Simón Vargas Aguilar©*
“No es la adversidad, sino tu reacción a la adversidad, la que determinará el desarrollo de tu vida”. Dieter Friedrich Uchtdorf
El sol golpea sin piedad y hace que el mundo arda bajo nuestros pies y es que desde hace varias décadas hemos sido testigos de la excesiva forma en que el efecto invernadero ha hecho que año con año nos enfrentemos a un desproporcionado aumento en la temperatura y aunque hasta este momento el 2023 fue el año más caluroso del que se tiene registro, los expertos afirman que el 2024 tiene amplias posibilidades de superarlo por mucho.
Será un verano en el que las sequías, las tormentas y las olas de calor serán, una tendencia; este último de acuerdo con la Organización Mundial Meteorológica, se entiende como un periodo inusualmente caliente, seco o húmedo; cabe destacar que no es necesario que se alcance una temperatura concreta, sino que se establece cuando supera de manera excepcional el promedio habitual registrado en la zona.
Esta institución en su más reciente Informe: “El estado del Clima 2023” publicado en marzo pasado afirma que el incremento de los eventos meteorológicos ha trastornado la vida cotidiana de miles de personas y ocasionado pérdidas económicas valoradas en miles de millones de dólares, por lo que su atención requiere medidas urgentes y quizá radicales, ya que nos encontramos aún muy lejos de lograr las metas planeadas para preservar nuestro hogar común.
Abordando específicamente el incremento en la temperatura, este fenómeno también implica la intensificación de otros como: el calentamiento de los océanos, el retroceso de los glaciares y la pérdida de hielo marino antártico, los cuales se han incrementado de forma considerable y que analizaré con más profundidad en siguientes entregas.
Nuestro país no se encuentra aislado y al igual que el resto del mundo, somos presa de los efectos de nuestra propia indiferencia hacia el medio ambiente; México se encuentra saliendo de su tercera ola de calor, sin embargo, a pesar de que se esperan mayores lluvias en junio, el Servicio Meteorológico Nacional prevé que entre el 5 y el 8 de este mes nos encontremos frente a la penúltima ola prevista.
Desafortunadamente, a pesar de que se considera que a través de acciones de salud pública los impactos negativos de las olas de calor son prevenibles, en México de acuerdo con el Informe de Temperaturas naturales extremas, correspondiente a la Semana 21 (del 22 al 28 de mayo) se han registrado 1,346 casos y 61 defunciones a nivel nacional e incluso en Coahuila se decidió suspender las clases desde el 24 de junio y en otras entidades se han modificado los horarios de entrada y salida.
Naturalmente, las altas temperaturas han provocado un incremento en la demanda de energía lo que ha hecho que el sistema Eléctrico Nacional activara algunas alertas y se registraran cortes al suministro en diversas partes de la República Mexicana, de las cuales algunas se prolongaron por horas; y aunque estos “apagones” se le pueden atribuir al cambio climático también es necesario aumentar la inversión gubernamental y el mantenimiento de calidad.
Lo he repetido en diversas ocasiones: todo está conectado, y probablemente EL desafío actual más decisivo a afrontar sea detener el cambio climático, porque éste se encuentra estrechamente relacionado con los desplazamientos forzados, la pérdida de la biodiversidad, la escasez de agua, la disminución de la desigualdad, la inseguridad alimentaria e incluso con el desarrollo cada vez más intenso de conflictos y hasta guerras.
Hemos dejado pasar el tiempo creyendo que la Tierra podría ser indestructible, y que continuará sufriendo sin rebelarse de alguna u otra forma, por lo que aunque suene trágico nos encontramos ante momentos decisivos y los cambios en todos los niveles son no sólo necesarios sino imperativos.
*Consultor en temas de Seguridad, Inteligencia, Educación, Religión, Justicia, y Política.