La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
En la distorsión ideológica, la izquierdista habla de destino manifiesto
En la entrega anterior, comentamos que Rocío Nahle se encontraba desaparecida de la escena política veracruzana y, justamente, quizá por coincidencia, el mismo día la secretaria de Energía, dio una entrevista (muy promocionada, por cierto), en la que señaló que: “Veracruz, es mi hogar, es mi casa, Veracruz es mi destino”.
Esto último, fue a pregunta expresa, sobre si buscaría la candidatura de MORENA para la gubernatura en 2024 y, aunque no lo precisó, la respuesta dejó esbozado su deseo de llegar al Palacio de Gobierno en Xalapa.
Críptica, Nahle subrayó que primero tiene que entregar buenas cuentas, al presidente López Obrador, con el asunto de la refinería de Dos Bocas y confirmó que el próximo primero de julio, comenzará a refinarse petróleo crudo para producir gasolina.
Ese es el quid de la cuestión, si falla la planeación la doña se queda sin candidatura, pero, si logra que la instalación funcione, no tiene garantizado, en automático, ser la abanderada, tendrá que meter el acelerador a fondo para hacer presencia en todo el estado, no bastan las publicaciones en redes sociales para posicionarse entre la ciudadanía.
En concreto, la zacatecana está en desventaja ante otros contendientes, como Sergio Gutiérrez Luna, Manuel Huerta e incluso Zenyazen Escobar, que tienen mucho mayor presencia mediática y territorial, por lo tanto, de no remontar, le puede ocurrir lo que a Ricardo Mejía en Coahuila.
El retraso en la obra, impacta el timing electoral de la ingeniera, todas las miradas están puestas sobre ella, un error puede provocar que la bajen de la competencia, pronto despejaremos la incógnita.