Aquí en el Congreso
Por José Antonio Chávez
La Secretaría de Hacienda de Edgar Amador, respondió, de inmediato sobre la noticia que soltó el gobierno de Estados Unidos de la acusación de lavado de dinero de las tres instituciones financieras CIBanco, Intercam y la casa de bolsa Vector de Alfonso Romo.
Su reacción, ante la acusación que corrió como reguero de pólvora, fue que Estados Unidos no entregó ninguna prueba o datos sobre las actividades de esas instituciones.
Llama la atención que la casa Vector es propiedad de Alfonso Romo, el mismo que se desempeñó como jefe de la Oficina del entonces Presidente López Obrador.
El Departamento del Tesoro, de Estados Unidos acusó a esas instituciones financieras de participar en esquemas de lavado de dinero para los cárteles mexicanos.
Vector respondió también que sus operaciones han sido todas legales y que tienen las pruebas para comprobarlo.
Desde luego que la noticia cayó como bomba en Palacio Nacional que ha sido el blanco del vecino país desde la llegada del Presidente Trump.
Basta recordar que, en el primer trimestre de este año, el Presidente Trump acusó que México tiene un narco-gobierno. Sus presiones a México de atacar a los cárteles del narcotráfico, condicionó la aplicación de aranceles.
Trump acusa que el gobierno mexicano se ha encargado de no combatir a los cárteles, y que Estados Unidos hoy sufre el tráfico de fentanilo que se produce en Sinaloa, gobernado por el morenista, Rubén Rocha.
Ahora con la bomba que soltó de las instituciones financieras, sobresale la casa de bolsa Vector pues no pierda de vista que su propietario, Alfonso Romo operaba para acercar y ablandar a los grupos empresariales más poderosos de México.
Romo tejía fino como jefe de la Oficina Presidencial, sus alcances permitieron a López Obrador ablandar a los empresarios y presionarlos a hacer alianzas con su gobierno toda vez que había una confrontación de un pleito a navaja limpia.
A partir de ahí, de esos amarres que hizo Romo, comenzaron a fluir los encuentros y contratos del gobierno con el empresariado.
En sus conferencias mañaneras, les atizaba de conservadores y que, junto con los opositores y los medios de comunicación, no tenían llenadera, por aquello de los millonarios contratos que mantenían con los anteriores gobiernos.
Obviamente cuando López Obrador comenzó a tener esos encuentros, desaparecieron los señalamientos al empresariado y solo se quedó contra los medios tradicionales y los liderazgos de la oposición.
Naturalmente que hoy le molesta al partido Oficial que el líder del PRI nacional, Alejandro Moreno “Alito” los encare y les grite que son tres veces las que Donald Trump los ha señalado de narco-gobierno. No soportan que los bautizara así, pues en la historia nunca se había registrado una acusación de esa naturaleza.
Anote una larga lista de gobiernos y funcionarios de Morena en la cuerda floja, entre ellos anote al gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha; de Sonora, Alfonso Durazo; de Baja California, María del Pilar que recientemente le retiraron la Visa; y el de Tamaulipas, Américo Villarreal. Todos bajo lupa.
Ni sus luces de pisar esa tierra gringa el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, también se resguardaron, de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez y por el Senado, su líder, Adán Augusto. Mientras que Ricardo Monreal recientemente soltó que visita Estados Unidos porque allá tiene familiares y que si tiene su visa.
Todos en Morena acataron la instrucción por sentido común, pues la prueba más clara de las acusaciones, es no acudir al vecino país, salvo los encuentros diplomáticos o de Estado convocados por el gobierno de Trump.
Hay gobernadores, principalmente del sureste, y diputados de gran calado, que les está costando trabajo no visitar Miami y otras partes de la Unión Américana, como lo hacían frecuentemente, en aviones rentados, gozan de propiedades lujosas y gozan de buena vida, pero esa es otra historia que después se comentará.
Hoy con los señalamientos de narco-gobierno, López Obrador no solo ha guardado silencio, sino que se desconoce su ubicación, vaya, como coloquialmente se dice en donde estará escondido. La lógica sería que se ubicara en su rancho de Palenque, Chiapas, “La Chingada”, pero la realidad no se sabe.
Vamos a ver el desempeño de esta acusación contra la empresa de Alfonso Romo, ex funcionario y operador empresarial del ex Presidente, un tema que sin duda salpicará a más de tres y apenas comienza.
Jachavez77@yahoo.com