Ningún comentario serio de analista, periodista, observador o simple curioso ha merecido el costoso Mensaje de Nochebuena farfullado desde algún set de Los Pinos por quien ostenta la banda presidencial. El equipo de sesudos redactores y publicistas del panfleto quisieron que el repetidor del teleprompter hiciera saber que “tenemos un México fuerte y unido”.
Todavía no sabemos si ellos se han dado cuenta en qué país viven. Por lo visto, todavía no. Siguen lanzándose al viento silogismos mal redactados y peor mascullados, sin contenido real ni objetivo preciso, como si se tratara de llenar los espacios a como dé lugar, o de plano saturar al mexicano con frases huecas y anticlimáticas que causan risa o dan lástima. O las dos cosas juntas.
Mientras, la población sufre el desabasto de las gasolinas importadas, gracias a la ineficiencia del desastrado Pemex, que así abre las puertas a los consorcios regiomontanos de antemano beneficiados con las concesiones de gasolineras. Las regiones productivas, como El Bajío, sin carburantes para el transporte y para la maquinaria agrícola. El territorio centro y sur, presa de bloqueos y manifestaciones de repudio ciudadano a las alzas energéticas.
La mano negra de Videgaray
En días de descanso, los publirrelacionistas herederos del intragable feeling del Chilorio Power, deslizan la nota del regreso de Virgilio Andrade a tareas burocrático diplomáticas, en un afán grosero y sucio de seguir cansando la paciencia del respetable. Se asoma la mano negra de Videgaray, ante el pasmo proverbial del de Atracomulco.
Asimismo, todos observamos cómo un ratero de poca monta, como Humberto Moreira, desquicia al aparato. Ante el reino de la nada, el felón cree llegado el momento de conseguir una diputación local con el único objeto de poder hacerse nuevamente del mando en su Estado. Aunque para eso sea necesario voltear de patas a pachuquitas y tolucos, pues los tiene demasiado medidos o $urtidos. O las dos cosas juntas.
A pesar de que ha dado la vuelta al mundo la cadena de robos y la vinculación manifiesta del coahuilense con el narcotráfico, la justicia española se ceba haciendo declarar a El Mono Muñoz, su socio financiero, revelando los nexos y triangulaciones del cartel de Saltillo, así como sus órdenes de muerte a los enemigos, desde prisiones ibéricas, de donde la mafia mexicana –EPN-Higa– sacó a Moreira. Acá no pasa nada.
Corrupción sin castigo a Lozoyita
La empresa brasileña Odebrecht declara bajo protesta de decir verdad ante un tribunal gabacho que dio un moche de seis millones de dólares a Emilio Lozoya Austin, protegido de Videgaray, por la promesa de hacerla ganar una adjudicación toluquita de beneficios petroleros.
Odebrecht, encabronada por la falta de palabra de los bandidos a cargo de la SHCP y Pemex, “canta” los hechos, para ver quién castiga.
Fantasioso Mensaje de Nochebuena
Pero en el Mensaje de Nochebuena nada de eso existe. Sólo la fantasía de la unión familiar, el regocijo de la Navidad, los buenos deseos, la celebración de vivir en Jauja, y las pesadas mentiras de un grupito desquiciado de ratas de siete suelas, que llegaron para quedarse a partir el bacalao, for ever and ever, como reza El Mesías, de Haendel.
Son los resultados de tener un gobierno desdentado, palmariamente grotesco. Fracasado antes de nacer. Que quiso ser permisivo, por condescendiente, concesionario por intermediario y acabó siendo ni una cosa ni la otra, sino un cómplice incapaz, un catatónico ignorante. Una mugrosa coladera que no detiene ni el aire.
La energética, malbarató al país
Si alguna vez quiso ejercer una atribución legal, construir una obra de callejón o redactar un discurso congruente, nunca lo supo. Sólo sabe cosechar los recursos que le hacen llegar –pidiendo a Dios no intervenga– gracias a los beneficios de las reformas estructurales en todos los terrenos de la fallida Administración.
Las reformas estructurales que pretendían hacer un gobierno corporativo, calca del que reina entre los tolucos, en el que se entrelazaran objetivos empresariales con ilusiones políticas, acabó por ser el lugar del desconcierto nacional, el sitio adecuado para que florezca el gobierno de los ignorantes, el mejor ejemplo de lo que nunca más se puede permitir.
La reforma energética desplazó al Estado de cualquier posibilidad de influir y apalancar el desarrollo. Destrozó la geografía nacional, poniendo regiones productivas enteras en manos de palafreneros de empresas extranjeras y quebrando económica, productiva y financieramente la paraestatal que sostenía el desarrollo de la Nación. Se quedaron sin aval para endeudarse en el extranjero. Lo peor es que nos recetaron el mega gasolinazo.
La laboral, acabó de quebrar al IMSS
La educativa, el gran fiasco del peñato, se estructuró para entregar los servicios de enseñanza básicos y medio superiores en manos del televisivo Grupo Teleton, haciendo a un lado toda la combativa estructura del sindicalismo magisterial, para facilitar aún más la entrega incondicional de una obligación primigenia del Estado.
La laboral, entregó el manejo de las relaciones obrero-patronales a los coyotes e intermediarios del outsourcing, destruyendo las bases y las reivindicaciones de los derechos sociales y de cualquier aspiración de defensa de los derechos de contratación, organización laboral y exigencia mínima de derechos sociales. De paso acabó de quebrar al IMSS.
La de telecomunicaciones, negociazo
La de telecomunicaciones, todo un negociazo de Peñita, Del Mazo y Ruiz Esparza, acabó regalando el sistema popular de cableado eléctrico, valuado en ocho mil millones de dólares, a una empresa fantasma que todavía no se constituye, financiada mayoritariamente con nuestros impuestos, para tender la red compartida de cobertura supuestamente nacional, con fines exclusivamente privados.
La hacendaria, logrando la menor recaudación de todos los tiempos, pese a las amenazas y denuestos a los pequeños contribuyentes, el endeudamiento más grande de la OCDE, la bestial devaluación, la inflación por las nubes, y el nulo crédito a hogares y empresas familiares. Convirtió a la Secretaría de Hacienda del ladrón Videgaray y su lacayo Meade, junto al Banco de México, en una casa de cambio de sus bolsillos personales.
La anticorrupción da vergüenza
La política, en un enorme botín de compras y triquiñuelas al servicio del valido Lorenzo Cordova, el hijo de Arnaldo, dueño absoluto del presupuesto electoral nacional que ha gastado en los cuatro años de esta desgracia política cerca de un billón de pesos en ingresos y prestaciones de sus favoritos. Eso, aparte de vergüenzas inenarrables de dados cargados y vencidos de la tolucopachucracia.
La de transparencia y competencia económica, en un pesado fardo de vergüenzas sin nombre, tratando inútilmente de tapar con una cobija desgarrada la corrupción y los atropellos sin freno de una casta voraz y pendenciera, atrevida hasta la indignidad ciudadana. Hoy somos el segundo país más corrupto del mundo occidental.
Todas han pasado a mejor vida
Si alguna vez pensaron en que, a falta de hoja de ruta, programa de gobierno y sentido común, las reformas de esta mal llamada Administración iban a catapultar sus ambiciones de poder, acabaron como los coheteros que ven voltearse el chirrión por el palito. Al fin, lograron lo que siempre se propusieron.
Afortunadamente, de las veintidós reformas estructurales que tenían pendientes para acabar de cuajo con el país, todas han pasado a mejor vida, no por falta de ganas ni exceso de escrúpulos, sino simplemente, porque enseñaron el cobre antes de empezar la peor demolición nacional de que se tenga memoria.
Es el réquiem anticipado para la coladera peñista. Un equipo de bultos y rateros que ojalá y no se salgan con la suya. Que no se vayan de rositas.
El país está justificadamente indignado.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Y ahora también la quebrada empresa “de clase mundial”, la CFE por supuesto, anuncia incrementos en sus tarifas para este mes de enero: para el sector industrial aumentaron entre 3.2 y 4.5 por ciento frente a noviembre, las tarifas para el sector comercial subieron entre 2.6 y 3.4 por ciento y la tarifa de uso doméstico de alto consumo registró un alza de 2.4 por ciento. ¡Feliz cuesta de enero, febrero, marzo…! + + + Y en cuanto a traidores al pueblo o a la sociedad –como guste usted llamar al colectivo nacional–, ¡sigue la mata dando! Así lo señala don Alfredo Álvarez Barrón, al comentar que “un destacado político perredista, más papista que el Papa, justificó el aumento en el precio de los combustibles debido a la turbulencia en los mercados internacionales, lo cual orilló al gobierno federal a tomar decisiones difíciles para mantener la estabilidad económica. ¿Así o más clarito?” Y El Poeta del Nopal se regodea con el tipejo que viste la camiseta amarilla con negro: “Para evitar las fricciones / predica, pero es en vano: / puede meterse en el ano / ¡todas sus explicaciones!”
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