Por: Ricardo Aguirre Cuellar
Estimado amigo; será acaso que los mexicanos experimentamos una especie de placer perverso, por lo mal que nos va, que entre más daño ocasiona el gobierno fallido de López, más atractivo parece. De manera que se proyecta en un mayor apoyo a su candidata, según las encuestas canallas, pues siendo honestos, esta perversión política sólo se puede explicar como un trastorno psico emocional muy parecido al placer que un masoquista siente por el maltrato que recibe de otra persona.
Y es que no se puede entender, que el país va en caída libre en casi todos los rubros y la población – según estas encuestas- apoya sin cortapisas a López y su corcholata, que le prevén una votación histórica, que el proceso del 2 de junio, es un mero trámite, como presume y se burla la Sheinbaum, porque ya está resuelto. Y su triunfo prácticamente convalidado.
Así entonces el desastre que representa López y su desgobierno, según estas encuestas es proverbial y satisfactorio aunque sea humillante y degradante- por paradójico que parezca- pues según estas mediciones demoscópicas, el pueblo quiere más de lo mismo.
Es decir que nos hunda en el desastre, hasta la cabeza. Si es posible.
Pues con López hasta la ignominia. Así de ese tamaño.
Nunca se había visto un gobierno, con semejantes resultados y con semejante nivel de aprobación y apoyo, según estos instrumentos de valoración.
Miles de muertos y desaparecidos por la irrefrenable violencia e inseguridad. Miles de muertes inesperadas e inexplicables por un caótico sistema de salud y por una pésima gestión del COVID. Miles de muertes por causa de enfermedades catastróficas. Miles de millones de pesos despilfarrados en obras faraónicas e inversiones caprichosas en Pemex y CFE que no representan ningún beneficio directo a la población. Millones de mexicanos sin servicios de salud y millones condenados a seguir en la pobreza extrema.
Hospitales y escuelas destartaladas.
Carreteras en mal estado por falta de mantenimiento. Delincuentes empoderados que extorsionan y roban con total impunidad.
Engaños y mentiras como parte de promesas incumplidas.
Programas de adoctrinamiento en lugar de un proyecto educativo moderno.
Dogmas y culpas como políticas públicas.
Inflación y altos costos de la canasta básica.
Ataque permanente a la democracia republicana y a la división de poderes y a la independencia judicial y a la Suprema Corte.
Corrupción desenfrenada en todos los ámbitos y en los programas sociales. Contubernio e impunidad en el saqueo de las arcas públicas.
Complicidad criminal con la delincuencia organizada y los carteles de las drogas. Desmantelamiento de todas las instituciones autónomas y democráticas y un proyecto de gobierno autocrático, demagógico y populista donde se reduzcan las libertades y se censure la opinión.
Y por si fuera poco. Apagones y escasez de agua potable como corolario del fallido gobierno, pero que la población con estoicismo tolera y soporta, bajo el espejismo de un placer enfermizo futuro. Así pintan el panorama, las encuestas canallas, de manera que, según estas, López puede hacer lo que quiera con el país, que al fin y al cabo el pueblo lo adora y apoya.
De ser así, México y su gente deberíamos estar en el sillón de un psiquiatra, pues un comportamiento de tal naturaleza es un trastorno mental. Evidentemente.
Y es que no hay otra explicación, ante tales resultados. Que no sea que la sociedad es sado masoquista. Que entre más mal y humillante la tratan, más disfruta.
En una especie de placer perverso que se regocija en su sufrimiento.
Es lo que dejan entre ver las encuestas canallas, para encontrar una explicación. A lo inexplicable.
Si López ganó en el 2018, fue con la esperanza de millones de mexicanos que creyeron en sus promesas de enderezar todo lo malo que había y que como adalid de las “causas justas” se comprometió a cumplir, pero que pasados casi seis años, las promesas son sólo añicos esparcidos a lo largo y ancho de la República.
De manera que no hay razón alguna para mantener una aprobación y apoyo incondicional, de tal origen, que no sea a través de un trastorno mental, producto de la manipulación y la propaganda, que las encuestas proyectan. Que mantienen una mítica imagen, para solaz del déspota de palacio y su claque.
El país es un desastre y no lo digo porque soy contrario a López, querido amigo, lo digo porque los hechos ahí están, a la vista de todo mundo.
Familiares y amigos sorprendidos con las manos en la masa, actos de flagrante corrupción. Riquezas inexplicables. Nahle, Bartlett, los hijos de López son un pequeño botón de muestra de un universo grotesco de corrupción, ineptitud, impunidad y desvergüenza. Ese es el legado de un gobierno fatuo, tramposo y mentiroso. Que sin embargo las encuestas canallas dicen que va ganar el próximo 2 de junio.
De manera que si tales encuestas resultan a la postre, reales. Al banquillo del loquero, porque está sociedad está perdida y no hay nada que remediar.
Esta sociedad va tener el gobierno que se merece.
Como Venezuela o Cuba o Nicaragua o Corea del Norte.
No lo crees así estimado amigo.
Entré paréntesis: el próximo 19 Mayo se llevará a cabo otra gran marcha, tanto en la capital del país como en más de cien ciudades de la nación. Y la reacción del oficialísimo matraquero es acusar que las concentraciones y su propósito son de índole político electoral y que dejaron de ser ciudadanas, por la intromisión de los partidos políticos, como si tal cosa importara, cuando estamos en la ante sala del proceso más trascendente en la historia moderna de la república. La realidad es que la marea rosa nuevamente gana la calle y por cuarta vez va salir a manifestarse, en esta ocasión en favor de la democracia y a favor de Xóchitl para la presidencia y de Taboada por la CDMX y en el resto del país por diferentes candidatos a gobernadores, senadores, diputados y alcaldes del frente opositor y por supuesto produce escozor y urticaria en las filas de la Sheinbaum, que ven con estupor el atrevimiento de los conservadores, neoliberales y aspiracionistas, que llenarán el Zócalo capitalino por tercera vez y sin acarreados, el día en que además se llevará a cabo el tercer debate entre los presidenciables y que en el caso de Xóchitl, tal concentración será un bocanada de aire fresco y de motivación para llegar muy aceitada y filosa al encuentro , que como tema central es nada menos que la inseguridad. Una de las grandes patas de que cojea López. Y por lo tanto la Sheinbaum.
Que tendrá que avalar los abrazos a los delincuentes y los balazos a los ciudadanos.
Por eso, lo único que le queda al oficialísimo es descalificar la macro manifestación con patadas de ahogado, pues les cayó como balde de agua fría, a quienes piensan que el 2 de junio es un paseo por la alameda o como diría la Sheinbaum. Una elección de trámite. Será?
A mi parecer, no lo creo así y el proceso electoral de este próximo dos de junio rebasará toda expectativa y por supuesto dejará muy mal paradas a las empresas encuestadoras que prometen el triunfo de Sheinbaum, Brugada y el congreso.
Y se demostrará el lamentable rol que jugaron para desprestigiar la democracia, a través de peores métodos demoscópicos que evidenciaran haberse puesto al servicio de los más bajos intereses. Los intereses contrarios a la República.
Así entonces, estas elecciones también servirán para ser un parteaguas en la comunicación política, que por estos días es muy turbia, pero que después del día dos de junio, deberá hacerse una profunda reflexión para evitar que se repita una pifia como la que hoy conocemos.
Encuestas que dan 20, 30, 40 y hasta 50 % de diferencia entre Sheinbaum y Xóchitl e incluso más.
Como si los ciudadanos no tuvieran memoria o fueran afectados por algún problema mental ligado al masoquismo o al síndrome de la mujer maltratada o al de
Estocolmo.
Ya se verá quien tuvo la razón. Y qué país queremos.
No lo crees así querido amigo.
PD algo le sabe López a Bartlett pues le llamo mapache electoral.
Al sostener “que sólo les falla a los mapaches electorales la electricidad en las elecciones”
No me ayudes compadre.
A Bartlett se le cayó el sistema en las elecciones presidenciales de 1988 y ahora con los apagones ya López lo puso contra la espada y la pared.
Pues si hay un apagón que afecte el programa de resultados rápidos. Sabremos sin dudar que fue por culpa del mapache de Bartlett y por supuesto de López.
Aunque se quiera curar en salud.
Eso de hablar y hablar y de error en error. Y como siempre escupiendo para arriba.
PD 2 Como la arenga de Sheinbaum en Baja California. “nosotros no vamos a llegar como el presidente Andrés Manuel López Obrador por intereses personales…” Casi bastardos, diría yo.
Así o más claro.
A explicación dada relevo de pruebas.
Calientita. Por un testigo presencial.
Y todavía hay quien cree en que trabaja por la nación. Si como no.
Y los vástagos, amigos y familiares ratones que.
También cuentan. Intereses personales. Yo y mi circunstancia. Está claro.
Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político