Cicuta
Jaime Flores Martínez
Lunes 4 de agosto del 2025.-Renovada su intención de involucrarse en la política para atascarse —aún más— de dinero público, el acaudalado promotor de Box Fernando Beltrán Rendón “convenció” a su amigo Jesús Alejandro Ruiz Uribe (interesado en ser gobernador de Baja California por MORENA) de aceptarle la inyección de dinero a su “ilegal campaña proselitista anticipada”.
¡Pero el tiempo está lejano!
Si bien es una campaña disfrazada de publicidad social, lo innegable es que sus 2 apellidos se muestran enormes y por ello más visibles.
Nada importa si recurren a trampas capaces de esquivar la ilegalidad de “campañas adelantadas”.
El asunto es que Fernando Beltrán conoce a la perfección el tema de la contratación de carteleras y se le adjudican los acuerdos de renta de cuatro decenas de espectaculares que promocionan “la Fundación Ruiz Uribe” que —coincidentemente— encabeza su hermana Marta Nélida.
¡Que coincidencia!
Y aunque hace algunos días la autoridad electoral desechó la denuncia presentada por el partido Movimiento Ciudadano (MC) sobre ese asunto, la percepción generalizada es que el delegado de Bienestar Alejandro Ruiz Uribe aprovecha los recovecos de la ley para promocionarse.
Cierto que Ruiz Uribe proviene de una familia acaudalada, pues su padre Jesús Ruiz Barraza dedicó su vida al trabajo académico y empresarial.
Seguramente Ruiz Uribe aceptó que Beltrán invirtiera en sus promocionales a cambio de contratos gubernamentales.
Será por eso —o por algo más— pero decidió aceptar la ayuda económica del “zar del boxeo” Fernando Beltrán.
Sin embargo, Cicuta reveló (recién) que Ruiz Uribe debe estar consciente que “Beltrán está salado”, pues no solo frustró su intención de hacer alcalde de Tijuana al ex campeón mundial de box Erik “el Terrible” Morales, sino que —además— el exboxeador está a punto de ser juzgado por abuso sexual (en la que aparentemente incurrió en dos ocasiones distintas).
Si acaso alguien lo olvidó, Beltrán inyectó más de 1 millón de dólares a la campaña adelantada del Terrible Morales a quien distrajo con camionetas de lujo y un séquito de guardaespaldas.
Pagó más de 100 carteleras en Tijuana donde estaba la foto de Morales, incluso en una de ellas abrazado y sonriente con el entonces presidente López Obrador.
Fernando Beltrán cometió el error de cacarear en términos beodos que Morales era solo “un parapeto” pues sería él quien gobernaría.
Aunque, en aquel momento, la autoridad electoral ordenó el retiro de los espectaculares promocionales, no fue hasta que MORENA decidió que fuera Ismael Burgueño el candidato.
Claro que la patada en el trasero fue para Fernando Beltrán y no para el Terrible Morales (quien regresó a patear botes).
Obvio que Beltrán lo despreció, aunque algunas versiones señalan que intercedió para que el alcalde Burgueño lo contratara como secretario del Bienestar.
Hace muy poco tiempo el Terrible fue despedido del cargo al trascender que una empleada presentó una denuncia en su contra por abuso sexual.
Ya de regreso al tema de Beltrán-Ruiz Uribe, este último debe reflexionar muy bien el compromiso que significa para él aceptarle dinero.
En caso que Ruiz Uribe sea gobernador le saldrá carísimo cumplirle a Beltrán, especialmente porque no tiene llenadera.
La otra situación es que, por culpa de Beltrán, Ruiz Uribe ni siquiera conseguirá la candidatura.
Ok, Cicuta reitera otro escenario. Ruiz Uribe es el candidato de MORENA, aunque enfrente tendría al empresario casinero Jorge Hank Rhon como candidato del PES y del PRI.
El casinero ganaría la elección, es decir, Ruiz Uribe perdería.
Desengaño
El periodista Enrique Olivares refirió el pasado miércoles en su columna de El Universal que “la esperanza de México se convirtió en desengaño”.
Cargado de verdad, el texto de Olivares reseña el vertiginoso ascenso de MORENA y también su vertiginoso desplome.
Alude la frase de López Obrador de “no robar, no mentir, no traicionar” que fue —según señala—una herramienta discursiva que caló en el ánimo de muchísimos mexicanos de tal manera que llegó a entronizarse.
Señala que “en lo personal no robo, aunque permitió que sus cercanos tomaran por asalto las arcas de la nación”.
La columna de Olivares califica a López Obrador como “huachicolero de la política”, pues utiliza esa palabra no como una alusión al robo de combustible sino como un concepto relativo a lo “detestable, maléfico, deshonesto”.
Esa columna está imperdible.
Positivo
Qué bueno que el mexicano Osmar Olvera Ibarra fue a Singapur a poner muy alto el nombre de México.
La semana pasada, este joven se ganó la medalla de plata en trampolín individual masculino de un metro en el Mundial de Deportes Acuáticos de Singapur 2025.
Así Osmar es ahora el máximo medallista mexicano en clavados. Osmar tiene 21 años y 6 medallas en su haber.
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