* El discurso emitido en el seno de su partido por el gobernador, Omar Fayad, calmó la olla de grillos que estaba desatada al puntualizar con claridad su propia experiencia cuando en su momento no alcanzó la nominación, disciplinándose y siendo institucional; por lo que llamó a tejer la unidad no en las cúpulas sino entre las bases y de cara al priísmo, sumando voluntad con el candidato que resulte favorecido
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
El gobernador Omar Fayad Meneses no se anduvo por las ramas y el domingo 28 de noviembre fijó con claridad meridiana los parámetros de la precampaña al decir a los aspirantes a la nominación por la gubernatura: “¿Saben cómo se construye la unidad? Hablen con los de abajo, hablen con sus seguidores, reitérenles que sólo uno llegará y que los demás tienen una obligación y una responsabilidad moral; aquí hay que estar de frente y de cara al priismo…”
El que quiso entender, entendió: Nada de que “no soy yo, es mi gente… ¿Qué les digo? Están muy enojados”. El gobernador cortó de cuajo el chantaje tradicional, con un discurso en donde con vehemencia y precisión de cirujano que corta exactamente donde es necesario, añadió:
“(A los aspirantes) se los demandamos todos: que entre ellos haya diálogo, concertación, y que entre ellos se construya la unidad que tanto necesita este partido para ganar en el próximo proceso electoral…”
El efecto se dejó sentir al día siguiente: La grilla, los chismes, golpes bajos, versiones torcidas, contragolpes, todo desapareció como por arte de magia.
De entrada, el gobernador y “primer priista del Estado” fijó el tema básico: “La unidad no se va a construir en las cúpulas; la unidad se construye abajo, con estructuras, ánimo, diálogo y pasión”.
Fayad fue reiterativo en el asunto: “Hago un llamado a los aspirantes: en sus manos está la unidad, verdaderamente está la oportunidad que el PRI tenga un triunfo electoral, la posibilidad de que transitemos (porque) sabemos que estos procesos generan mucha enjundia y pasión, pero necesitamos que no se desborden, que se conduzcan, que se orienten con el diálogo entre aspirantes, el compromiso de ellos, que sepan que en el PRI caben todos, que tienen posibilidades que reúnen todos los requisitos, pero sin embargo, solo uno entre todos resultará el abanderado, y ahí es donde se demuestra la capacidad de nuestro partido de diálogo y de unidad, y ahí, en ese preciso instante se demuestra la capacidad de diálogo…”
Acto seguido, Fayad Meneses hizo una relación personal de sus experiencias como aspirante a candidato por Hidalgo que, realmente, son quizá únicas en la historia del PRI. Puso como testigos a los ex gobernadores ahí presentes.
Dijo: “Están aquí presentes quienes saben que tuve la oportunidad de demostrar mi lealtad y mi institucionalidad, y aquí están los que fueron presidentes estatales del partido, los “primeros priistas” de Hidalgo; son testigos de cuando me anunciaban que no sería candidato, jamás encontraron una expresión negativa, que lapidara la unidad… (yo) me sumaba con todo; yo recuerdo que cuando le dije a un gobernador que quería participar, me dijo: ‘No te calientes’, porque estaba muy joven, y yo le dije que no podía compartir su expresión, porque me descalificaba por joven, pero me sumé a Núñez Soto”.
Después le anunciaron que sería Osorio Chong y seis años después, Francisco Olvera.
Ahí estaban en el templete Manuel Ángel Núñez Soto, Miguel Ángel Osorio Chong y Francisco Olvera confirmando con discreto énfasis el relato de Fayad Meneses: “Aquí les pueden preguntar si Omar Fayad no fue acaso institucional, si hice algo que les dañara y si intenté algo que les pudiera afectar a ninguno de ellos, por eso me atrevo a decirlo aquí con la frente en alto”.
SINRAZÓN Y DESLEALTAD
Expuestas sus experiencias, el gobernador comenzó a formular situaciones comunes a todo proceso político que pueda darse en todo el mundo:
“Todo mundo ofrece lealtad, institucionalidad… hasta que se da la decisión, y una vez que se da, viene la verdadera sinrazón, vienen las deslealtades, por eso quiero que hoy todos los priistas les demandemos a todos los aspirantes que sumen para construir la unidad de nuestro instituto político, que es lo que importa, y que solo uno de ellos llegará a la candidatura y que los demás tendrán qué sumarse, con sus estructuras con su gente, con su capital político, porque todos cuentan y si todos suman, si todos van unidos, todos vamos a ganar”.
CON AMLO, RESPETO E INSTITUCIONALIDAD
Fayad Meneses no tuvo empacho en introducir el tema de su estilo de gobernar y de las críticas y comentarios sesgados surgidos de mentideros políticos.
Dijo de entrada: “Yo he hecho lo que me corresponde; no sé si hice bien o mal, pero hoy todavía hay voces que quieren dividir nuestro partido, que dicen: ‘no, es que el gobernador está muy cercano al presidente’ ¿no han oído esas expresiones? Claro, porque respeto, como priista que soy, la investidura de la institución presidencial y respeto la persona del presidente de la República. Así fui educado, así fui participativo en la política, respetuoso de las instituciones. Yo antepongo todo por el bien de Hidalgo y sé que teniendo una extraordinaria relación con todos los órdenes de gobierno, con todos los municipios, aunque sean de otros partidos y que puedo trabajar con un Congreso de oposición”
EL DESTINO DE LOS TRAIDORES
Entrado en el tema de los últimos tiempos, con las deserciones de priistas para colocarse en la oposición ya triunfante, Omar Fayad fue severo:
“Dijo Julio (Valera) y dijo Alito (Moreno): Tenemos todo para ganar. Sí tenemos todo para ganar: No se vayan con el canto de las sirenas. Vean los ejemplos de quienes nos abandonaron para irse a las filas de otros partidos. Han hecho el ridículo; les han dado una patada ya saben dónde, no los han tomado en cuenta, los han usado y los han tirado”.
Enseguida exclamó, entusiasta: “¡Éste es el PRI que va a ganar! Sólo si estamos en unidad. Al que le dé pena militar en nuestro partido, que se vaya; al que le dé vergüenza lo que hayan hecho otros, que se vayan.
“Aquí estamos orgullosos de nuestro partido que construye a diario, llénense de orgullo porque la gente va a comparar, queremos que nos comparen”.
Hacia el final de su discurso, Fayad Meneses lo dijo fuerte: “¡Éste es el partido que ha construido esta gran nación, nadie nos lo puede escatimar!”
Así fue como el gobernador Omar Fayad Meneses, en la asamblea donde rindieron protesta el presidente del Comité Estatal del tricolor, Julio Valera Piedras, y la Secretaria General, Jenny Márquez, fijó los rumbos a seguir en el inminente proceso electoral en pos de la gubernatura del estado.
Y de pronto, cesó la grilla que estuvo hirviendo ya mucho tiempo en el ambiente priista.
Decantado el escenario se mencionan dos candidatos; hombre alcalde de la zona conurbada de Pachuca y una mujer, actual diputado federal, sin dejar fuera de la valoración de su partido a un tercero que podría conjugar el factor de unidad con su institucionalidad y madurez. Un alcalde de uno de los municipios también más importantes del Estado sin ser la capital, Pachuca. El cónclave tricolor está cercano y de este surgirá el ansiado humo blanco que deberá pintarse de la indudable unidad.