Por: Mariana Paz
Uno pensaría que lo más escandaloso de este lunes sería el tráfico, el calor o que alguien más haya usado la corbata de su candidato abajo en las encuestas para secarse el sudor. Pero no. La Jornada Estado de México decidió robarnos la atención con una joya editorial que —ni más ni menos— fue escrita por su Coordinadora General. ¿La razón? Un terremoto llamado Ricardo Sodi.
Sí, leyeron bien: una columna firmada por la jefa del periódico… para quejarse de un candidato judicial. ¿Quién dijo que el periodismo no puede tener crisis nerviosas?
La columna, disfrazada de reflexión sobre la elección judicial, en realidad es un desfile de adjetivos, rumores reciclados y juicios sin sustento.
¿Pruebas? Bien, gracias. ¿Fuentes? Solo la rabia editorial. Lo que no entendemos es: ¿por qué tanto alboroto por un solo nombre? ¿Acaso no hay más de 60 candidaturas?
Pero claro, Sodi tiene algo que a muchos les quita el sueño: trayectoria, conocimiento jurídico, experiencia… y lo que es peor: posibilidades reales de ganar.
Lo que sigue en esta tragicomedia es aún más glorioso: la columnista “reconoce” las bondades de que el pueblo elija a sus jueces, pero —¡plot twist!— no a este juez. A Sodi no, a Sodi jamás. Porque en su caso, al parecer, el problema no es el sistema, sino que el sistema… no les dio el resultado que esperaban.
Y es aquí donde entramos al terreno de lo hilarante: ¿por qué ahora? ¿Por qué justo una semana antes de la elección? ¿Por qué el editorial de emergencia, con tono de “¡paren todo que va ganando!”?
Lo decimos sin anestesia: esto huele a pánico. A pánico de que las encuestas no estén a su favor. A pánico de que el magistrado que no para de crecer en popular, que no es parte de la élite corrupta, y que no se calla cuando hay que decir las cosas, esté muy cerca de llegar a la Suprema Corte.
Y entonces recurren al manual del golpeteo:
• Columna firmada por alguien con poder en el medio
• Nada de pruebas, pero muchas frases indignadas
• Insinuaciones disfrazadas de periodismo
• Y claro, todo publicado justo cuando ya no da tiempo de exigir un derecho de réplica
Pero les tenemos una noticia: el pueblo ya no compra esos cuentos y menos cuando vienen envueltos en papel editorial con olor a consigna.
La pregunta no es si Ricardo Sodi es el mejor candidato. La pregunta es: ¿por qué hay gente tan nerviosa de que sí lo sea?
Y la respuesta está en cada línea de esa columna que intentó tumbarlo… y terminó confirmando su fuerza.
Así que respiren hondo, amigas y amigos del linchamiento editorial: la elección sigue. Y si les preocupa tanto que el pueblo decida, es porque saben que esta vez el pueblo ya aprendió a hacerlo con mayor cuidado.