Redacción MX Político.- Luis Alberto Villarreal García no necesitó más que un par de años para recuperar espacios y cargos, afianzado en sus vínculos políticos dentro y fuera del PAN, partido que no lo descobijó pese a que sus escándalos –en cambio– sí contribuyeron a la debacle electoral del instituto político en 2015.
Con todo, este próspero criador de toros de lidia gobierna hoy esta localidad, ensombrecida por la violencia como el resto del estado.
En 2014 Villarreal se vio forzado a renunciar a la coordinación de la bancada de su partido en la Cámara de Diputados tras las acusaciones de cobro de “moches” a cambio de recursos públicos, y luego de la revelación de un video en el que él y varios panistas, entonces diputados federales, aparecieron en una fiesta con presuntas trabajadoras sexuales en Puerto Vallarta (Proceso 1972).
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Cuando terminó su periodo en San Lázaro lo hizo con el más bajo perfil posible, en medio de la debacle de quien lo arropó –Gustavo Madero, entonces presidente nacional del PAN– y del encumbramiento de Ricardo Anaya, informó Apro.
De esa manera Villarreal quedó fuera de las listas para un cargo de elección popular rumbo a 2015, cortando de tajo su entonces imparable carrera política, iniciada en 2000 como diputado federal; luego fue alcalde de San Miguel (en un primer trienio), después senador y más tarde diputado federal por segunda ocasión.
Si bien su ascenso como funcionario público y legislador había quedado atrás, no ocurrió lo mismo con sus alianzas políticas: procuró estar cerca del sucesor de Madero, Ricardo Anaya.
Villarreal García se sumó al respaldo que Rafael Moreno Valle dio a Anaya para que éste asumiera la dirigencia nacional del PAN en 2015, y después apoyó la candidatura presidencial del exmandatario poblano, postulación que quedó en manos del mismo Anaya.
Pese a que sus anhelos públicos por convertirse en el gobernador de Guanajuato no tuvieron eco suficiente en el PAN, Villarreal reapareció en 2018 en las listas de su partido como aspirante a la diputación federal por el distrito 02, mientras que su hermano Ricardo buscaría la reelección como alcalde de San Miguel de Allende.
La comisión permanente del Comité Ejecutivo Nacional panista dejó fuera a Luis Alberto. Sin embargo, hubo un enroque: la propia comisión lo incluyó como candidato a la alcaldía de San Miguel de Allende, y a su hermano Ricardo como candidato a la diputación por el distrito 02.
Ahora por segunda vez presidente municipal de San Miguel de Allende, Luis Alberto no ha estado lejos de la polémica. Principalmente es cuestionado porque durante su administración el municipio ha sido presa de una oleada criminal que hasta 2019 se tradujo en 108 homicidios dolosos, contra los 11 que hubo en 2017.
Ligas y propiedades
De acuerdo con una investigación de este semanario, Luis Alberto Villarreal García ha mantenido los cuestionados vínculos con personajes que en 2014 fueron acusados de pedir “moches”.
Ese año un grupo de alcaldes, entre los que destacó el panista celayense Ismael Pérez Ordaz, denunció que varios diputados federales encabezados por Villarreal García y Manlio Fabio Beltrones, entonces coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, exigían una “comisión” y que se favoreciera a ciertas empresas a cambio de recibir recursos del erario para obra pública provenientes de una bolsa que otorgaban a discreción.
En marzo de 2014 el periódico AM de León publicó los nombres de algunos empresarios de Sonora, de donde Beltrones es originario, y de personajes que fueron señalados como representantes del priista y de Villarreal para “negociar” obra pública con alcaldes como el de Celaya.
Dos años antes, en diciembre de 2012, el entonces presidente municipal Pérez Ordaz expuso ante miembros del ayuntamiento que Villarreal y Beltrones ofrecían una bolsa de 160 millones de pesos del erario para realizar obra pública “a cambio de una comisión de 35% y de asignar los trabajos a una empresa que le indicaran”, según dio a conocer el diario leonés.
Entre los personajes señalados como emisarios de los entonces líderes de bancada del PAN y del PRI está José Arcadio Cabrera Luque.
Tras ese primer escándalo, Villarreal acudió a la Procuraduría General de la República (hoy fiscalía) y solicitó una investigación en su contra. Poco después la dependencia lo exoneró.
Una de las residencias de Luis Alberto Villarreal en el estado de Guanajuato. Foto: Especial
jvg