En términos prácticos, este 2013 que termina fue el primer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, y aunque el afirme que este fue el tiempo en que México se atrevió a despegar, creo que salir del abismo aún en “globo aerostático”, a los mexicanos nos será muy difícil.
Más que hacer el recuento de lo que sucedió en estos 12 meses del 2013, me atendría a la abrumadora realidad.
La inseguridad y el tema de los secuestros, es un asunto que no deja de flagelar las vidas de los mexicanos.
Y no hay que ir tan lejos. Nuestros pequeños están expuestos a decenas de peligros y cuando ya han sido trastocados sus sueños y a veces su integridad, la ley en la mayoría de los casos es omisa, aún cuando esto se denuncie.
La crisis económica que se vive en el país no se puede “tapar con un dedo” y mucho menos con programas contra la pobreza extrema y el hambre que siguen siendo asistencialistas, y tampoco con el empuje coyuntural del mercado económico con programas como “El Buen Fin”.
Si las reformas estructurales promulgadas por el Ejecutivo en este año que ya fenece, son la panacea para México, espero machucarme los dedos y morderme la lengua, pero él país necesita más que abrirse de manera competitiva a los mercados internacionales para salir del marasmo de la corrupción, la colusión y la negligencia.
Es inconcebible como los poderosos pese a todas las lacras sociales existentes, sigan en la tónica de servirse a ellos mismos y sus intereses.
En México, la llamada clase media –cada vez más “flaca” y engrosando los grupos de la pobreza–, no puede sostener ya el ritmo de inflación y cobro de impuestos que marca el Ejecutivo y por lo que percibo, no podrá esperar los dos o tres años prometidos para la recuperación tras la aprobación de reformas como la laboral, la política y la energética, sin dejar de lado la tan polémica educativa.
Pero en fin. Se acabó el 2013 y más que desearnos desde el Ejecutivo que seamos buenas personas para respetar y valorar la diversidad nacional, creo que habría que presentarse el firme compromiso de proporcionar seguridad y oportunidades de salud, educación y trabajo. ¿O acaso fue sólo sermón?
Acta Divina… En un video difundido en el Blog de la Presidencia de la República, el presidente Enrique Peña Nieto emitió su mensaje por fin de año, acompañado con imágenes de niños, jóvenes, algunos con síndrome de Down, indígenas, mujeres y hombres que desean a todos un feliz 2014.
Para advertir… Pasó apenas un sexto del gobierno peñista.
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