La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Se atragantan porque en lugar de aspirar succionan
Resulta increíble, que encima de las resistencias para usar cubrebocas en el alto mando, la Secretaría de Salud federal, se preste al infame juego y pretenda minimizar la utilidad de la prenda, para tratar de apoyar los dichos del patrón.
En este sentido, el doctor López-Gatell (quien manda en la SS), apunta: “el cubrebocas no es una barrera suficientemente eficaz y efectiva para impedir que una persona que no se quiere contagiar sea contagiada, excepto que sea un cubrebocas adecuado’.
Y, agrega: “se recomienda el uso de cubrebocas particularmente en los espacios cerrados en los que es difícil mantener la sana distancia como una medida complementaria”.
Desde luego, la postura es un galimatías, porque sí afirma que no es ‘suficientemente eficaz’ significa que en parte si lo es, lo cual coincide con las recomendaciones de la OMS y universidades, que lo sugieren como una ayuda, no como un mecanismo infalible.
Además, el ‘experto oficioso’ le confiere propiedades aislantes excepcionales a un ‘cubrebocas adecuado’, lo que, en todo caso, se remitiría a un problema de presupuesto.
Pero más adelante, como es usual en los demagogos, el funcionario ‘se mata solo’, cuando admite que en lugares cerrados funciona como ‘una medida complementaria’.
Ni hablar, cosas de la ‘ciencia’ con fuerza moral…enigmáticas para los inexpertos.