Aquí en el Congreso
Por José Antonio Chávez
Pues parece que el líder de la bancada de senadores del partido naranja, Clemente Castañeda cumplió su palabra de no entregarle sus votos a Morena para aprobar la nueva ministra que ocupará el cargo que dejó el saliente, Arturo Zaldívar.
Ricardo Monreal confirmó, desde temprana hora que el acuerdo, con MC de Dante Delgado, se había caído, es decir que no habrá los 13 votos que su bancada de Morena y aliados necesitaban para cumplir con los dos tercios de 86 votos para aprobar la ministra de la terna que mandó el Presidente López Obrador.
Ahora, por ser la segunda terna, por reglamente se regresa al Presidente que será quien tendrá que designar a la nueva ministra, sin duda se perfila a Bertha María Alcalde Luján, hermana de la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde.
Esa negativa que tiró el acuerdo que Morena grito a los cuatro vientos, es un mensaje claro que pude traducirse en que será el mismo tratamiento para las reformas Constitucionales que mandará, de nueva cuenta el Presidente al Congreso.
Son las mismas que no prosperaron en el pasado periodo de sesiones, pues se requieren de los dos tercios y Morena y aliados simplemente no los tienen. Es decir, comenzó con la Eléctrica, después la Electoral, la Guardia Nacional y ahora quiere integrar la del Poder Judicial.
El problema del Presidente es que no le alcanzan sus votos, registra, en la Cámara de Diputados que preside la priista Marcela Guerra, 201, y con sus aliados, del Verde, 40 y del PT 33, un total de 274, necesita 334 de los 500 que la integran.
En el senado que preside la morenista, Ana Lilia Rivera, Morena registra 57, Verde 7, PT 6 y PES 4, un total de 74, los dos tercios de los 128 son 86.
En los dos casos de ambas Cámaras, Morena le faltan los votos de la oposición para poder aprobar esas reformas que con bombo y platillo anunció el Presidente que mandara el 1 de febrero.
Para nadie es secreto el pleito encarnizado entre el Presidente con los opositores del PRI, de Alejandro Moreno “Alito”, del PAN, de Marko Cortés y del PRD de Jesús Zambrano. Ese enfrascamiento es porque le negaron aprobar sus reformas y le generan un bloque contra su gobierno.
López Obrador se ha encargado de dinamitar con todo el poder de su gobierno a los opositores, no les perdona que le hayan sacado la casa gris donde vivía su hijo en Estados Unidos y cuyo propietario mantenía millonarios contratos con PEMEX, un verdadero tráfico de influencias y corrupción.
Tampoco les perdona que hayan desnudado a Segalmex de su amigo, Ignacio Ovale que tuvo que ser designado a otra área. Las acusaciones, con base en los resultados de la Función Pública, es que hay un faltante superior a los 15 mil millones de pesos.
Por eso, las reformas que mandará el Presidente sin duda vienen muertas, solo que suceda un milagro en el próximo periodo y entonces si Movimiento Ciudadano recule y le ofrezca los votos que necesita López Obrador, para logar en el Senado mayoría, porque en San Lázaro, aunque le otorgue sus 28 votos no les alcanzará tampoco.
GANA CUAUHTEMOC BLANCO A FISCAL CARMONA
Era bola cantada que la instrucción de Palacio Nacional a los diputados que comanda Ignacio Mier sería votar a favor de desaforar al Fiscal de Morelos, Uriel Carmona, un personaje que se convirtió en una piedra en el zapato del gobernador Cuauhtémoc Blanco, su principal promotor para llevarlo a proceso judicial.
Ayer, en el Pleno se capitalizó el dictamen de la Sección Instructora, responsable del elaborar el proceso y concluir con su dictamen. Morena aportó, con sus aliados la mayoría de 230 votos, registró 22 en contra y 170 abstenciones para crucificar al Fiscal que ahora será llevado a los tribunales para que explique sobre las acusaciones, principalmente sobre presuntos nexos delictivos.