Francisco Medina
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de mayo (AlmomentoMX).- Para México la evasión fiscal representa 400 mil millones de pesos (alrededor del 2.5 por ciento del PIB) y los regímenes especiales cuestan al país otros 550 mil millones (alrededor del 4% del PIB), a lo que habría que sumar lo que se deja de recaudar por la economía informal que equivale el 20 por ciento del PIB 2 mil 750 mil mdp.
Alrededor de 600 mil millones de pesos se dejabán de percibir por los regímenes especiales de los que goza el gran capital, señalaron analistas financieros. Por esa razón, dijeron que el erario dejó de percibir alrededor de 5 billones de pesos en la primera década del nuevo siglo, y habrá que sumar cerca de 600 mil millones en 2018. Esa sí es una sangría de película de terror, y ese sí es un monto que resolvería muchísimos problemas.
En ese mismo sentido, la Secretaría de Hacienda reveló que los hoyos que tienen las leyes fiscales que han impulsado la elusión en el pago de impuestos, provocan que las grandes empresas en México sólo pagaran en promedio una tasa efectiva del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de 1.78% respecto a sus ingresos acumulables.
Así, señala, el sector privado adeuda 453 mil millones de pesos en créditos fiscales, de acuerdo con reportes de la Secretaría de Hacienda. Pues bien: la mitad de ese monto 232 mil millones de pesos lo concentran 60 consorcios. Este monto que no pagan es superior al presupuesto asignado a la educación pública en el país.
Ante estas cifras y el desplome de los ingresos tributarios la dependencia impulsó en el Congreso una reforma al régimen de consolidación fiscal que limite el periodo de diferimiento del pago del ISR, a cinco años y no un plazo indefinido como lo prevé la legislación actual.
La Secretaría de Hacienda explicó los motivos de la iniciativa que pretende modificar el régimen de consolidación fiscal por el cual unos 400 consorcios empresariales, que representan 3.3 por ciento de los 12 mil 229 grandes contribuyentes cautivos, tuvieron una carga fiscal en impuesto sobre la renta (ISR) de 1.7 por ciento, a pesar de que sus ingresos sumaron 4 billones 960 mil millones de pesos ese año, según informes del Servicio de Administración Tributaria.
El analista Mario Di Constanzo mencionó: “Aun con las medidas que supuestamente tomó el Congreso en 2009 en materia de consolidación fiscal, los impuestos diferidos en 2010 de 35 empresas que cotizan en Bolsa, son mayores a toda la recaudación observada en ese mismo año.
México tiene en su legislación fiscal regímenes especiales como la consolidación fiscal, subsidios al empleo, facilidades administrativas en el ISR para el autotransporte de carga, agricultura, ganadería, etc, que en este año se calculan en unos 532,000 millones de pesos, según datos de la Secretaría de Hacienda.
Indicaron que en lo que va de la administración del presidente Calderón, el fisco ha dejado de recaudar 1 billón 818 mil 402 millones de pesos, revelan los presupuestos de gastos fiscales para los ejercicios 2007, 2008 y 2009. Al tiempo que la administración federal otorga estímulos fiscales multimillonarios a trasnacionales, pugna por los impuestos a medicinas y alimentos.
Y es que, dicen los analistas, desde 2001 el gobierno otorga estímulos fiscales a la empresa privada –nacional y extranjera– que opera en el país, para que, financiada con los impuestos de los mexicanos, invierta y gaste en desarrollo tecnológico, cuyos resultados, beneficios y patentes pasan a engrosar el inventario de activos de los consorcios estimulados.
Así, en nueve años del erario han salido alrededor de 18 mil 500 millones de pesos, que podrían elevarse a 23 mil millones al cierre del presente año, para estimular y financiar el desarrollo tecnológico de dichas empresas, entre las que destacan productoras de alimentos chatarra, como Sabritas, Barcel, el Grupo Bimbo.
De acuerdo con los informes, más de mil empresas han sido favorecidas bajo la justificación de incentivar los gastos en inversiones en investigación y desarrollo de tecnología. De éstas destaca General Motors, que en el periodo 2007-2008 obtuvo más de 800 millones de pesos para promover 88 proyectos en sus plantas. También se encuentran trasnacionales vinculadas a la industria farmacéutica, que en años anteriores han obtenido contratos del gobierno federal para la distribución de medicamentos.
Tal es el caso de Laboratorios Senosiain que, según el portal de compras del gobierno federal Compranet, había facturado de 2002 a 2005 1 millón 511 mil 536 pesos. De los estímulos autorizados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público obtuvo más de 13 millones de pesos en tan sólo dos años: 2 millones 17 mil 642, en 2007, y 11 millones 110 mil 47, en 2008.
La actual administración también ha estimulado a empresas que se dedican a la experimentación de semillas transgénicas, como Monsanto y Dow Agrosciences. Ambas esperan la autorización de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, dependiente de la Secretaría de Salud, para iniciar con la siembra de maíz transgénico en el país.
Asimismo, destaca la presencia de la principal empresa de telefonía del país, Telmex, propiedad de uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim. La telefónica recibió incentivos, durante el primer año de la administración en curso, por 11 millones 877 mil 692 pesos del Conacyt, mediante seis proyectos de innovación tecnológica.
En el caso de Sabritas (empresa trasnacional con multimillonarias utilidades), en el último trienio el gobierno panista federal le otorgó estímulos fiscales por un monto no menor a 116 millones de pesos, destinados (versión oficial) a promover el gasto y la inversión en investigación y desarrollo de tecnología. Barcel (del Grupo Bimbo y, de igual forma, con creciente cuan voluminosas ganancias) obtuvo alrededor de 25 millones para el mismo fin, mientras que la panadera del osito arrasó con un tanto similar, todo ello para IDT.
En 2001, el entonces presidente Vicente Fox decidió estimular fiscalmente a las grandes empresas privadas, con el fin de promover la investigación y el desarrollo tecnológico, al tiempo que recortaba recursos públicos a los presupuestos de organismos públicos como el Instituto Mexicano del Petróleo y las becas del Conacyt.
Felipe Calderón no sólo mantuvo el subsidio, sino que incrementó el monto. Así, en 2009 para tal fin se destinaron 4 mil 500 millones de pesos, 4 mil millones en 2008 y 4 mil 500 millones en 2007. Para ello se autorizó la creación de Comité Interinstitucional, encabezado por Conacyt y con la participación de las Secretarías de Hacienda, Economía y Educación Pública (recuérdese el convenio que Josefina Vázquez Mota firmó con Coca-Cola)
AM.MX/fm
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