No Pasa Nada
Por: Jesús Solano Lira
Será mañana cuando Norma Lucía Piña Hernández, rinda su último informe de labores público, como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); la ministra que no se levantó, ni rindió tributo a la figura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, en aquel 106 aniversario de la Promulgación de la Constitución Política mexicana.
La primera mujer en la historia de presidir el máximo órgano de justicia del país, quien resistió estoica los ataques del poder del Estado para atacar, desprestigiar y ensuciar su nombre, reconoció que la SCJN enfrentó uno de los contextos más complejos de su historia reciente.
“Durante los casi 3 años de mi gestión, el máximo tribunal del país enfrentó uno de los contextos más complejos de su historia reciente. A la responsabilidad cotidiana de impartir justicia con independencia, imparcialidad, eficacia y eficiencia, se sumó el desafío de una reforma de gran calado que transformó profundamente al Poder Judicial de la Federación (PJF)”.
Y mire como son las cosas, en su informe final, documento que se hizo publico en el sitio de internet de la SCJN, y que posteriormente fue elminado, Norma Piña Hernández, advirtió “que el futuro del Poder Judicial dependerá de su autonomía”, vaya reto para quienes llegarán, ya que la mayoría no han sido juzgadores y la curva de aprendizaje puede costar muy caro al impartir justicia.
En una interesante charla con la periodista Carmen Aristeguí, la ministra describe que la narrativa agresiva de López Obrador, tuvo un objetivo: “destruir instituciones y romper con un sistema de pesos y contrapesos”, y sin duda lo logró; la próxima integración de la Corte será con la mayoría de ministros afines a la llamada 4T que impulsa tras bambalinas desde La Chingada.
Durante la conversación con Carmen Aristegui, la ministra Norma Piña, señala que para ella, el no levantarse en el 106 aniversario de la Promulgación de la Constitución quedará en el anecdotario, y que la agresión del ex presidente a la Corte, inicio cuando hecho abajo su pretensión de que la Guardia Nacional pasará a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En aquella ocasión la Corte rechazó esa propuesta, en una discusión simple, en la que se interpreto la vigencia del Artículo 21 Constitucional, que estable que la seguridad publica y la investigación de delitos corresponde a una autoridad civil, situación que rompió la frágil relación que tenía el Poder Ejecutivo con el Judicial, al cual siempre denostó el inquilino de Palacio Nacional.
Para la ministra, quien se negó a hacer alguna declaración sobre el papel de Andrés Manuel López Obrador, la Reforma Judicial afectará la independencia de ese poder, con severas afectaciones a la sociedad y ciudadanía, porque se afectará su derecho a recibir una justicia imparcial, uffff y recontra ufff.
Y como las buenas, reconoció que en la discusión sobre la reforma judicial “la Corte como órgano colegiado, sí quedamos a deber en ese aspecto”, porque se debió haber pasado a discutir el fondo del asunto”.
Con su último informe, Norma Lucía Piña Hernández, cerrará las puertas del último contrapeso al Poder Ejecutivo, y se concretará el modelo del viejo priismo, en el que el Presidente concentraba todo el poder, y era el amo y señor del país.
Por lo pronto, a partir del uno de septiembre, habrá una nueva forma de hacer e impartir justicia en país, con audiencias públicas por parte de los ministros, que, a decir del próximo presidente de la SCJN, Hugo Aguilar Ortiz, será para alcanzar una Corte cercana a la gente y que atienda a la población, sobre todo a la más vulnerable.
Y mientras son peras o son manzanas, Don Hugo ya ficho como uno de sus colaboradores al abogado Vidulfo Rosales, quien representó a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Guerrero hace casi 11 años, lo malo es que el defensor mintió, al asegurar que renunciaba por motivos de salud, será por motivos de salud financiera, es pregunta sin ofensa.