Documental Político
Emilio Trinidad Zaldívar
Mientras se acerca la culminación de su desastroso gobierno, tanto a Andrés Manuel López Obrador como a sus hijos, familiares, colaboradores y amigos, los van exhibiendo como una jauría de ladrones, de tramposos, de falsos demócratas, y como los más voraces, ambiciosos, abusivos y corruptos servidores públicos de la historia política de nuestro país.
Gracias a diversos documentos, reportajes y grabaciones hechos públicos, en los que queda en evidencia que lo mismo roban, que amenazan, hacen negocios y trafican droga desde el aeropuerto Felipe Ángeles, el teatro montado por el Presidente para engañar y hacer creer a una gran cantidad de la población que él era la solución, la salvación, la erradicación de todos nuestros males, se le va cayendo de forma por demás acelerada, y le va complicando su salida del Palacio y la posible llegada de su candidata Claudia Sheinbaum Pardo.
Todos los distractores que le funcionaban a la perfección para repartir culpas a diestra y siniestra, hoy ya no tienen el mismo eco, el mismo impacto y la aceptación que lograba todavía hace algunos meses, porque las evidencias de que son los más grandes pillos son abrumadoras.
López Obrador está acorralado por sus mentiras y no sabe cómo limpiar su nombre, el de su hijo, el de sus colaboradores y de amigos que se acostaron pobres y amanecieron millonarios.
Quedó exhibido Julio Scherer Ibarra amenazando al fiscal de Morelos Uriel Carmona; quedó desnudado su holgazán hijito “Andy” haciendo millonarios negocios al amparo del poder de su padre; quedó evidenciado el multimillonario desvío de recursos financieros de Segalmex ante la vergonzosa respuesta de su ex director Ignacio Ovalle Fernández, que asegura no recordar haber firmado un documento por mil millones de pesos, y quedó claro que su nueva terminal aérea, el Felipe Ángeles, es bodega para el traslado de cocaína.
Incongruente, mentiroso y cínico como suele ser, el Presidente Andrés Manuel López Obrador hoy quiere desaparecer -y está empeñado en ello- los organismos autónomos que él en la oposición exigió se crearan para contrapeso presidencial; incongruente, mentiroso y cínico -a pesar de la abrumadora realidad que lo contradice-, afirma que la inseguridad en México está disminuyendo; incongruente, mentiroso y cínico, se llena la boca de falso orgullo diciendo que son diferentes, que se acabó la corrupción, que no hay amiguismo, influyentismo, nepotismo, cuotas, cuates y menos impunidad, cuando los hechos y resultados los ridiculizan, exhiben y sepultan.
Los negocios de los hijos de Marta Sahagún (que siendo pobres se enriquecieron grotescamente como constructores) son pequeña cosa frente a las monstruosas cantidades de millones de pesos que este güevón de Andrés López Beltrán se embolsa mes con mes sin hacer nada más que recomendar y exigir que a sus cuates se les den adjudicaciones directas de todo tipo de contratos y obras.
Pobre México.
AMLO REQUERIRÁ PSIQUIATRA CUANDO EL MÉXICO REAL LO PONGA EN SU LUGAR
Con cuánto cinismo, con qué descaro habla López Obrador de los presidentes anteriores que eran custodiados por el Estado Mayor Presidencial, cuando a él lo protegen elementos del Ejército y Marina, ¿qué no son lo mismo? ¿No eran soldados los miembros de Guardias Presidenciales? Al embustero tabasqueño lo cuidan los mismos pero hoy disfrazados de civiles, marinos o soldados.
Este hombre que aún nos mal gobierna, vivirá pronto su peor pesadilla. Ha hecho en el camino demasiados enemigos y estos se están juntando, y sumados a los decepcionados, a los muy enojados, a los que se sienten defraudados y a los que siguen creyendo en los devaluados partidos de oposición, el resultado puede ser una bomba de tiempo que podría explotarle en sus propias manos.
Todos estos mexicanos hartos del retroceso y el engaño, más los familiares de los niños enfermos o fallecidos por cáncer, los familiares de los más de 800 mil muertos por la pésima atención de la pandemia, los de los más de 175 mil asesinados por bandas delictivas de forma por demás violenta, los ofendidos y muy lastimados por la muerte de usuarios de la Línea 12 del Metro, los de los más de 50 mil desaparecidos, los damnificados por el huracán Otis, que azotó Acapulco y Técpan de Galeana y que fueron ignorados, todos sin duda, expresarán su enojo el dos de junio frente a un gobierno carente de talento, de habilidad, de sensibilidad ante el dolor y frustración que genera el estancamiento y la desigualdad social.
Hay en todos los rincones del país -aunque el Peje lo quiera negar- demasiadas necesidades y miseria, desesperación, hambre, marginación y lenta agonía en millones de mexicanos, en esos que dijo iba a atender para mejorar, para sacarlos de esa eterna pobreza que heredan de generación en generación, pero su condición hoy es igual o peor de la que tenían hace algunos años aunque el tabasqueño lo niegue.
¿Estos olvidados y convidados a recibir migajas y promesas votarán por la continuidad de la destrucción de todo?
¿A dónde nos ha llevado esta cuarta transformación?
Muchos coinciden en que al mayor de los desastres nacionales, pero para este señor, que se cree poseedor de la verdad absoluta, hombre perfecto, sin mancha, que odia el dinero, el buen vivir y el bien comer, que jamás miente y nunca se equivoca, que es íntegro, recto e intachable, México va camino a la excelencia en todos los terrenos, cuando sabe que sus promesas son tan falsas como su supuesta gran cultura y enorme preparación.
Por su necedad, por su autoritarismo, por su intransigencia e intolerancia, Andrés Manuel López Obrador nos conduce a una inevitable tragedia en la que habrá dos Méxicos en brutal choque en el 2024.
Este tirano y necio aprendiz de dictador, está dispuesto a todo con tal de conservar el poder y entregarlo a su mejor discípula Sheinbaum Pardo.
Por encima del INE, él dirá quién gana y quién pierde en el proceso electoral, sin importarle que quizás el resultado no les favorezca; este hombre que actúa por impulso y siempre en la improvisación, y que dijo que “al diablo con las instituciones”, mostró a México su verdadero rostro y naturaleza, y como vil guerrillero, desde entonces, ha ido a su paso dilapidado todo cuanto le estorba para lograr y acumular un poder tan grande, que no sabrá cómo controlar y menos canalizar o derivar y a él mismo lo va a desbordar y a destruir.
Pobre México, sí, otra vez pobre México.
Lo peor es que a veces no sabemos hacia dónde hacernos, pues en ambos lados que disputan el control del gobierno han sido incapaces de sacar adelante a esta gran pero dolida nación.
Xóchitl Gálvez hoy representa a más de lo mismo del repudiado pasado, y Sheinbaum Pardo a más de lo mismo de este terrible presente, que pretende controlar la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Poder Legislativo, para modificar la Constitución según sus intereses; quieren, en esa ambición descontrolada, desaparecer el INAI y hacerse del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que valida las eleccione; ya tienen el INE en sus manos y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que nada hace por torturados, maltratados y desaparecidos, entre muchos otros más.
¿Usted por quién votará?
Lo cierto es que si hay copiosa presencia en las urnas el dos de junio del año que viene y gana la oposición, López Obrador, su hijo “Andy”, algunos de sus colaboradores y ex colaboradores, o terminan en un penal o viven huyendo y a salto de mata.
Ya veremos
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