Ya para terminar el año, otro año literalmente de terror, nuevamente el descontento popular se hace evidente ante lo que recurrentemente sucede desde hace décadas, la proyección futura esta peliaguda, y aun cuando sea difícil imaginarlo es la pura realidad, el año entrante seguramente será mucho peor que el que a duras penas terminamos, y no importan los buenos deseos, la esperanza, y la fe, las imágenes, cadenas de oración, cristos y santos en los muros del face, twitter o en la ventanas de la casas, el “chingadazo” del nuevo año viene, y seco.
La primicia así es el aumento de los combustibles, lo estrenaremos el día 1º de enero, para iniciar con “enjundia”, que para eso ya tenemos un buen rato de experiencia los mexicanos, total siempre nos queda el buen humor, rezarle a la virgen, a dios, a la corte celestial, o un nuevo o viejo candidato de la dizque oposición, que ya ven como ayuda.
Sin más dilación tendremos que apechugar, una vez más, con renovados esfuerzos para salir adelante, que estas reformas no son fórmula mágica, hay que echarle mucha abnegación, que en una democracia bananera la prole invierte el sacrificio y la oligarquía cobra las ganancias.
Por otro lado, ya se están apanicando todos aquellos que sembraron las reformas y que ahora el pueblo cosecha con rencor, comenzando por el empresariado que con tanto denuedo apoyó el sistemita neoliberal y que en un puñeta mental se imaginaron surcando el mundo de los grandes mercados del mundo, haciendo cera y pabilo con sus mercancías sin ningún control, más que el de la oferta y la demanda ¡Oh yes, yes, Mr. Friedman, fuck´em please!
Y siguiéndoles de cerca, nuestros cancerberos del bienestar social, miembros de los partidos políticos cuya única razón de existir es procurar una digna representación de nosotros la prole, por ello aprobaron, apoyaron, callaron o evadieron todo lo necesario para ubicarnos en la crisis actual y pronta a empeorar, aquellos esforzados legisladores que hoy se rasgan las camisetas pro-Hillary ante el alza de las gasolinas, pero que firmaron alegremente ese pacto por México, cabeza de playa de las reformas de este sexenio.
Escuchar, por ejemplo, a Alejandra Barrales, del PRD, “indignada” por lo que se viene en enero, merece al menos una proverbial mentada de madre a ella y a todo el resto del PRD. Ver a Ricardo Anaya del PAN colgarse del desprestigio que la reforma energética causa a un estado quebrantado, raya en lo absurdo, y así podemos seguir contando a cantidad de pseudo-patriotas guardianes y gerifaltes del sistema electoral mexicano en franca retirada demagógica ante el monstruo que han permitido crecer, sean del partido que sean.
Pero también hay que establecerlo una vez más, lo que ocurrirá el próximo año no ha sido a causa de esta generación de vendepatrias corruptos y corruptores que nos tienen al borde del abismo, debemos recordar que se ha llegado a tal situación gracias a una sucesión de factores, muchos de ellos preconcebidos desde hace décadas en el país vecino del norte, como por ejemplo la implementación de un sistema neoliberal que podemos sin problema identificar en la postrimerías del sexenio de Miguel de la Madrid, o incluso recordar los primeros pasos hacia una dependencia gradual gracias a la displicencia de Ávila Camacho,”el presidente caballero”, a favor de los gringos, o peor aún la implementación de las primeras células del narcotráfico provenientes de las mafias italoamericanas y el crimen organizado a expensas y beneficiarias del presidente Miguel Alemán. Por ya no aburrir al amable lector con la historia de la “Doctrina Monroe” que desde 1823 cuelga sobre nuestras cabezas como la espada de Damócles.
Es decir, de esta peste ya hace buen rato que se percibía el tufo, y como en todo desaguisado a la mexicana nunca faltan los clásicos “se los advertí”, ahí tenemos al más importante de todos, dada su representatividad política y electoral, Andrés Manuel López Obrador, quien no se ha cansado de recordarnos que ya había anticipado lo que está ocurriendo desde la friolera del 2012, cuando le robaron las elecciones ante el bello salvador de México, elección que dicho sea de paso el tabasqueño no supo, no pudo, o no quiso defender, para desilusión de millones y alegría de miles.
Ahora resulta que los enemigos de México, o como gusta llamarles diplomáticamente el peje, los adversarios (¡como si se merecieran ser tratados con tacto político!), son quienes implementaron las reformas para robar más, lo cual es inequívoco, pero yo me pregunto ¿no cabe aquí la famosa frase “tanto peca quien mata la vaca como el que le agarra la pata”? por que sólo basta recordar la cantidad de apoyo popular que tuvo AMLO durante la contienda en contra del borrachín genocida esposo de la del rebozo, ¿se imagina el lector los dolores de cabeza que nos hubiéramos ahorrado ante la militarización, si el señor “se los advertí” hubiera actuado sin miedo desde aquellos ayeres?
¿O se imagina tal vez cuantos muertos y desaparecidos (víctimas del crimen organizado por el estado) en el calderonato y el peñismo? eso sin contar con las reformas, culminación de un plan extendido al menos desde el salinato y orquestado desde Washington y Wallstreet.
Pero resulta que Mr. Love nunca quiso, ni quiere, edificar una nueva república de amor sobre escombros, ¡pues que se prepare, porque quien sea que los gringos designen presidente en el 2018 construirá su mandato sobre padecería de odio, injusticia, pobreza, muerte, violencia, discriminación, inseguridad, corrupción, hambre, desigualdad e ignorancia, incluyéndolo a él en las posibilidades!
Por eso me apetece un tanto hipócrita declarar un “se los advertí” cuando en su momento tuvo la oportunidad de intentar presionar el guión norteamericano y evitar declarar hoy día “se los advertí”, eso sin mencionar que entre las filas de Morena existen personajes tan inquietantes como Manuel Barttlet, Layda Sansores (hija del “Negro” Sansores), Yeidckol Polevnski, y otros tantos pájaros de cuenta política, y que por si fuera poco ahora parece que a buena parte de la planilla de televisos les surgió convenientemente el “amor” correspondido por López Obrador. Así, como se dice vulgarmente, ¡no se pinches puede!..
Hago mi mejor esfuerzo por ser empático con quienes ¡creen! y ponen sus ¡esperanzas! en Andrés Manuel López Obrador, en la democracia, en el sistema electoral mexicano, en el sufragio, en los candidatos independientes, en el sistema partidista, pero a estas alturas de nuestra historia (¡¡hay que revisarla con mucho detenimiento!!) todas estas “alternativas o herramientas” han dejado profundas heridas e insatisfacciones a millones.
Sólo quiero no tener que usar en el futuro la misma frase que Andrés Manuel López Obrador esgrime hoy con tanta convicción, “se los advertí”.
Y sin más que agregar ¡quiero! que poco a poco cada mexicano jodido abra los ojos, no le “aunque” tarden años más, tal vez en algunas décadas otras generaciones más conscientes, por fin manden a chingar a su madre a tanto parásito que sigue hipócrita y cómodamente mamando sangre de los pellejos de la hambreada prole. Esta es mi voluntad para los años por venir, no sólo el 2017.
-Victor Roccas