Luego de que el presidente Enrique Peña Nieto encabezara un acto público acompañado de todo su gabinete y de otros funcionarios de alto nivel el 28 de noviembre del año pasado, justo un día después de que se cumplieran dos meses de la desaparición de 43 estudiantes normalistas del poblado de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero y en el que anunciara siete –de 10– medidas en pro de la seguridad pública y la procuración y administración de justicia, parece que a nivel de gabinete, poco, muy poco se ha hecho.
Peña Nieto advirtió que de forma expedita se enviaría a las Cámaras una iniciativa de ley en contra de la infiltración del crimen organizado con autoridades municipales; asimismo se habló de redefinir la competencia de cada autoridad en el combate al delito, de crear de manera obligatoria policías estatales, de la clave única de identidad, del operativo especial conocido como Tierra Caliente, combate a la corrupción, acciones en materia de derechos humanos, justicia cotidiana y la creación de un número nacional de emergencias de marcación 911.
Sólo hay que intentar marcar el propio número telefónico 911, en caso de querer ser asistidos por una emergencia de violencia o inseguridad para no ir muy lejos, y advertir que aquellas acciones anunciadas con bombo y platillo para la salvación nacional, son hasta ahora pura publicidad presidencial en donde incluso se intentó lavar la cara por la casa blanca de las Lomas, no la del gobierno de los Estados Unidos.
Cualquiera de nosotros pensaría que en materia de inseguridad y violencia, existe un equipo que trabaja las 24 horas del día incansablemente para detectar focos rojos y actuar en consecuencia. Quizás hasta las escenas de “cuartos de guerra” de las series norteamericanas pasarían por nuestra cabeza. Pero no. El estilo nacional es anunciar, dejar pasar y luego nos reunimos.
De hecho, apenas ayer el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, encabezó la primera reunión de este 2015 con el gabinete de Seguridad en reunión privada –pero que como es usual tuvo una publicidad incontenible.
De dicha reunión con los secretarios de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda; de Marina, Vidal Francisco Soberón Sanz; el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam; el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido García, y el director general del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Eugenio Ímaz Gispert, se advirtió que la finalidad era revisar la estrategia de seguridad y analizar los indicadores delictivos en el país, los cuáles de acuerdo a los datos de Gobernación bajaron en 2014 respecto a su año anterior.
Así que en cuanto a proveernos seguridad a los mexicanos y bajar los índices de violencia tenemos al menos de dos los mexicanos: Un anunció espectacular desde Presidencia o una nueva reunión de secretarios y procuradores de justicia.
Acta Divina…En el salón Juárez de la Secretaría Gobernación se estableció ayer una agenda para implementar mecanismos que permitan fortalecer la estrategia de seguridad nacional y hacerla más efectiva en todas las regiones del país.
Para advertir… Espere sentado.
Sería una casualidad
que trabajen con apuro,
y lo único que es seguro
es que hay inseguridad…
no hay para ello ni un apuro