BALCONEANDO
Firmada por JC Rodríguez y fechado hace un par de días en Ciudad del Carmen, Campeche, hoy se balconea aquí la columna del colega en la que se refiere a la senadora de Morena, Cecilia Sánchez García, su “fantasmagórica” trayectoria laboral en Pemex, y en la que se pregunta si ella ¿alguna vez desquitó su jugoso sueldo y envidiables prerrogativas?
Cecilia Sánchez García acusa que los actuales dirigentes seccionales del STPRM no dan golpe desde hace muchos años, pero registros oficiales revelan que ella se pasó casi 11 años sin trabajar, con cargo al presupuesto de la petrolera. Y presenta las pruebas.
En su ambición personal y afán de figurar e injerir en la política interna del Sindicato Petrolero –de cuya cúpula formó parte–, Cecilia Margarita Sánchez García, la senadora de Morena hecha al vapor, se erige en crítica recalcitrante de los actuales dirigentes seccionales del STPRM, a quienes acusa de no dar golpe desde hace años. Sin embargo, una revisión de su expediente laboral deja claro que lo que tanto critica es de lo que más adolece.
Y es que ella, como trabajadora de Pemex, se pasó al menos 11 años sin dar golpe; con amparos médicos, asignada a los Juegos Deportivos Nacionales Petroleros, en “vacaciones anticipadas” y –en lo que ella hoy tanto critica– en comisiones administrativas y sindicales; todo esto con cargo al presupuesto de la empresa petrolera de los mexicanos.
Un análisis de su “Reporte Histórico de Tiempos”, un documento interno de Pemex al que Visión Política tuvo acceso revela que, del 2006 al 2017, cuando no estuvo comisionada, enferma o de vacaciones, tuvo “falta injustificada”, “permiso económico” o “citatorio para investigación administrativa-sindical” por su irregularidad laboral.
Esos 11 años incluyen aquellos cuando fungió como Secretaría del Interior de la Sección 47 del STPRM (de junio de 2006 hasta agosto de 2010) y Secretaría del Trabajo de la misma sección sindical (de enero de 2013 hasta diciembre de 2015).
Conocedores del ámbito laboral petrolero, consultados por Visión, sólo conciben que la hoy Senadora haya estado tanto tiempo sin laborar, sin perder sus jugosas percepciones y disfrutando de envidiables prerrogativas, por el tráfico de influencias que pudo ejercer siendo una consentida del sistema petrolero, al que ahora, irónicamente, critica.
“ENFERMEDAD ORDINARIA”
Quien llegó al escaño sin tener algún mérito político o haber tenido algún cargo de elección popular, sólo por obra y gracia del “Efecto Peje”, utilizó varias y variadas excusas legaloides para no trabajar durante esos 11 años, de acuerdo a las ausencias registradas en su “Reporte Histórico de Tiempos”.
Por ejemplo, del 23 de julio de 2008 al 17 de abril de 2009 usó18 amparos médicos para no asistir a su centro de trabajo.
Es decir, durante 9 meses no trabajó gracias a esos amparos médicos y presuntas citas con el doctor por “EO” (enfermedad ordinaria) sustentados en la cláusula 121 del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), la cual tiene que ver con accidentes y enfermedades del trabajador sindicalizado.
JUEGOS MUY MUY DURADEROS
Y luego, para seguir relax, casi inmediatamente fue comisionada a los XXVIII Juegos Deportivos Nacionales Petroleros.
Cabe destacar que esa edición de los Juegos Deportivos Nacionales Petroleros tuvo lugar, en sus tres etapas, entre octubre y noviembre de 2009; o sea, sólo dos meses; pero ella estuvo sin trabajar, por esta comisión, cinco largos meses, del 18 de mayo al 11 de octubre de ese año.
COMISIONADA A LA CLMSH
Sin embargo, luego usufructuó un largo y extraordinario periodo sin laborar, gracias a la excusa clásica y que ahora ella critica a rabiar: la comisión administrativa y sindical.
El 14 de enero de 2013, unos días después de que asumió la Secretaría del Trabajo de la Sección 47 del STPRM, ella fue asignada o comisionada a la Comisión Local Mixta de Seguridad e Higiene (CLMSH).
Esto le permitió –gracias a la cláusula 65 del CCT– no asistir a laborar durante 1 año 10 meses (22 meses), del 14 de enero de 2013 al 17 de noviembre de 2014.
Y todo este tiempo, ella no perdió ninguna prerrogativa laboral; al contrario, siempre gozó de su salario, prestaciones ordinarias y extraordinarias. Obviamente, en ese tiempo todo estaba bien y ni soñar que criticara lo de las comisiones sindicales.
NUEVA ENFERMEDAD
Igualmente, del 28 de septiembre de 2016 al 12 de abril de 2017 también evitó presentarse a su centro de trabajo mediante 28 amparos médicos (cláusula 121); es decir que, por enfermedad, nuevamente se chutó poco más de seis meses sin laborar.
Nomás los casos aludidos –los más desvergonzados– suman 3 años y medio efectivos en los que Cecilia Margarita Sánchez García nunca se presentó a su centro de trabajo, aunque –como lo anotamos al inicio– en realidad fueron 11 años los que recibió pingües beneficios de Pemex sin trabajar, de acuerdo con su “Reporte Histórico de Tiempos”.