La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Para quedar bien con el mesías le ‘queman las patas al diablo’
En uno de sus párrafos el Artículo 97 Constitucional mandata: “Cada cuatro años, el Pleno elegirá de entre sus miembros al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual no podrá ser reelecto para el período inmediato posterior”.
Así pues, hace unos días el Senado aprobó el artículo transitorio Décimo tercero que señala que, con el fin de implementar la reforma constitucional al Poder Judicial “la persona que a su entrada en vigor ocupe la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal durará en ese encargo hasta el 30 de noviembre de 2024”.
El punto es que, el ministro presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, concluye su mandato en 2022, por lo que la notoria inconstitucionalidad fue interpretada como un regalazo de la 4T, por medio de la mayordomía del PVEM, al presunto defensor de la Carta Magna.
Entendemos que, en el marco de la presidencia imperial, los legisladores ‘mascota’ busquen quedar bien con su patrón, pero hay límites y uno es respetar la legalidad.
Por lo tanto, la triquiñuela de marras es un despropósito imposible de entender a menos…
A menos que recurramos a otros datos, que nos indican que integrantes del Movimiento Cannábico Mexicano, están instalados en el parque Luis Pasteur, a un costado de la Cámara de Senadores, y en dicho lugar, se dedican al pasatiempo de quemar ‘churros’ a mansalva.
Ante la lúdica actividad, las quejas van en el sentido de que buena parte del humo, se esparce hacia el recinto en que se ubican los escaños, por lo que las y los patricios, se dan unas ‘horneadas’ históricas, para emplear un terminajo de político aldeano.
Por una cuestión de pudor analítico, es preferible pensar que los impulsores de la mencionada barrabasada estaban ‘pachecos’ a concluir que lo suyo es la lambisconería.