Yo Campesino / Sin dudas
• Señales ominosas por abusos de Morena. No busca democratizar sino someter al Poder Judicial
Miguel A. Rocha Valencia
Ninguna duda cabe que el ganso no busca democratizar sino someter al Poder Judicial al Ejecutivo, o sea él, quien como la reconoció la presidenta electa, seguirá gobernando desde La Chingada pues no pintará su raya ni contravendrá ninguna de las órdenes que le deja para “construir el segundo piso” de la 4T incluyendo la sumisión de jueces, magistrados y ministros.
Por eso el agandalle o mayoriteo de Morena y aliados se dará a pesar de la farsa de los dizques foros de consulta organizados por el Congreso federal, integrado con la mayoría calificada de los morenos y sus rémoras. Lo dijo claro el tlatoani y fue suscrito en todos sus términos por su pupila, no habrá aplazamientos ni concesiones, se van todos, la revancha no amerita ninguna concesión. Los lacayos que cobrarán y se disfrazarán de legisladores, no moverán ni un punto ni coma a lo ordenado por el profeta como tampoco o hará quien habrá deportar la banda presidencial, pero no tendrá el poder.
No importa que en el horizonte cercano se presenten señales ominosas tanto en economía como en seguridad por las mismas razones o sea la mayoría de los cuatroteros transformados en marionetas del caudillo quien seguirá manejando los hilos de las decisiones cupulares. Nadie se le opondrá o se atreverá a ningunear o criticar bajo el riesgo de caer en desgracia y se condenado o simplemente será defenestrado de la nueva mafia del poder. Contra lo habitual, hoy abordaremos el tema de seguridad antes que el económico, ya que será factor determinante en el futuro del país por su empoderamiento no sólo por el empoderamiento del crimen organizado en las actividades que le “son propias” y se agudizarán, sino por su intervención directa en la vida social, política y financiera del país.
Es obvio que la selección por voto de jueces, magistrados y jueces, como sucede con la presidencia, diputaciones, gobernadores, alcaldes y demás, la delincuencia organizada impondrá a sus candidatos, a algunos que se atrevan a postularse por sentirse competentes o con oportunidad, serán intimidades, secuestrados o asesinados. Eso es de entrada, a otros les van a financiar sus campañas y se alzarán como padrinos de muchos de ellos, como ya es en la actualidad con casos muy sonados.
Así que además de aspirantes a los cargos tradicionales sancionados por el INE y el vergonzosamente sometido Tribunal Electoral del Poder Judicial que ya se “aprietó”, entrarán a las estadísticas de asesinados, secuestrados y asesinados, quienes quieran pertenecer al cuatrotero poder Judicial que ya no será poder sino una oficialía de partes como lo es hoy el Congreso Federal, donde los fallos serán congruentes con lo que ordene la chachalaca tabasqueña avecindada en La Chingada. De tal suerte que al igual que gobernadores, presidentes municipales y congresistas federales y locales son hoy el brazo político del crimen organizado, muchos integrantes de la nueva judicatura serán la extremidad justiciera de la delincuencia organizada. Eso se da por descontado. Con ello el régimen actual y su continuación, reitera su pacto de abrazos con la delincuencia organizada, cuyos nexos no sabemos hasta dónde lleguen.
Por lo que toca a lo económico, el mayoriteo tendrá consecuencias que al fin y al cabo serán “tan sólo” dinero y las señales son tan claras como el hecho de que el Banxico no disminuya sus tasas de interés que pega directamente al abultamiento de la deuda que según Hacienda ronda los 17 billones de pesos y aumentará tan sólo con el cambio de nombre en la silla presidencial en un billón más, sin contar el pago de “premios” por los bonos de débito emitidos por arriba del 11 por ciento.
Dicen quienes saben que las expectativas de crecimiento y del clima de negocios van en deterioro incluyendo a los especialistas consultados por el Banco de México quienes recortaron sus previsiones en una y dos décimas en sólo un mes para quedar en dos por ciento. Atribuyen el hecho a “la incertidumbre de la política interna”. Los Ejecutivos de Finanzas revelan que la economía tiene un menor dinamismo y prevén desaceleración a pesar de mejora de 0.4 por ciento en mayo ya que en los meses anteriores disminuyó.
Hasta los pronósticos respecto al peso de muestran pesimistas pues de los 17.80 pesos que estimaban el mes pasado para fin de año, subieron a 18.73 y con ello aumenta el costo financiero de la deuda en miles de millones de pesos. Se atribuye el hecho a la “volatilidad financiera y cambiaria que se presentó tras los resultados electorales”.
Para colmo, la deuda de 110 mil millones de dólares de Pemex, se abultó con el tipo de cambio, que, junto con la disminución de producción y ventas, hizo que el gobierno cuatrotero le diera otra prórroga para el pago del gravamen de “Derecho de Utilidad Compartida”, a fin de que tenga recursos para solventar compromisos con proveedores, eso además de que el todopoderoso ordenó perdonarle a la paraestatal 112 mil millones del DUC correspondiente a octubre-enero.
Esto es que más recursos fiscales se dedican a rescatar a Pemex y en ello, ya lo dijo la nueva presidenta, está de acuerdo, pero no las calificadoras internacionales, especialmente Moody’s quien ya castigó los documentos de deuda de la paraestatal y en cualquier momento los puede convertir en basura y entonces los tenedores, exigir el pago y desde luego, cancelar cualquier tipo de préstamo a la petrolera. Pero, además, esos dineros que incluirían unos 30 mil millones de marzo-abril, sirve para dar su participación a los gobiernos de los estados los cuales, simplemente se quedarán esperando.
Y eso, pega directamente a la administración y planes de infraestructura de las entidades federativas. Pero nadie se va a atrever a alzar la voz. Ya todos están domesticados.