Por Gilberto Celis
1968-2020: A 52 años, ¿dónde está el sueño eterno de ayer, huidizo en el presente y eterno en el mañana?
La noche del 15 de septiembre de 1968, al dar “el Grito” ante el Movimiento Nacional Estudiantil, el ingeniero Heberto Castillo Martínez clama y proclama “¡Patria, Pueblo, Libertad y Hombre!” en la explanada de Ciudad Universitaria custodiada por la Torre de Rectoría, la Biblioteca Central y los planteles situados en el Corredor de las Facultades.
— Dos días antes, 13 de septiembre, en la Manifestación del Silencio, Eduardo Valle, El Búho, en el zócalo de la Ciudad de México reclama no más a vivir arrastrado y de rodillas.
Era, entonces, representante del Plantel No. 5 Coapa, Turno Nocturno, en la Escuela Nacional Preparatoria de la UNAM; y con mis compañeros damos cumplimiento a nuestra propuesta de resguardar el templete donde se daría “El Grito”.
— Es el Acuerdo del CNH, integrado por representantes de escuelas en huelga y no en paro activo
En su momento, a solicitud de Áyax Segura, le entrego la Bandera Nacional y él al ‘ingeniero’. Heberto; el de la Coalición de Maestros Pro-Libertades Democráticas; docente de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional.
Después de manifestar nuestras convicciones por las calles de la Ciudad de México, llegar y tomar la Plaza de la Constitución, celebramos el 58 aniversario de la Independencia de México con un Festival en ‘La isla’, destacando las voces de protesta de Margarita Bauche y Oscar Chávez.
SIGNIFICANTE SIGNIFICADO
A los 17 años, mi biografía registra la participación en el Ateneo Erasmo Castellanos Quinto y la fundación del Grupo Cultural Maestro Andrés Henestrosa.
— Por igual, las conferencias sobre El Siglo de Oro Español con María de los Ángeles Pérez Leyva; además de las pláticas y conferencias a la par con Felipe Ahumada Vasconcelos, hijo de doña María del Carmen Vasconcelos y el licenciado Herminio Ahumada.
— De gran huella la amistad con el Maestro Ernesto Mejía Sánchez, considerado cabeza de la llamada ‘Generación del 40’ en Nicaragua, su país natal
— Asimismo, la convivencia con los hombres y mujeres de letras, Efraín Huerta, Thelma Nava, Dionisio Morales, María José de Chopitea, Horacio Espinoza Altamirano, Lilian Serpas.
MOVIMIENTO NACIONAL ESTUDIANTIL DE 1968
En la infancia, con ser mi señor padre, don Gilberto Celis Casanova, Maquinista de Camino de la División Nacionales de Tehuantepec, Matías Romero Origen y Destino, vivo en Ciudad Ixtepec el Movimiento Nacional Ferrocarrilero de 1958.
— Supe también del Movimiento Revolucionario del Magisterio en 1958; y en 1964 del Movimiento de la Asociación Mexicana de Residentes Médicos e Internos.
Más hablemos de lo que parece imaginable.
En el Movimiento Nacional de Huelga Estudiantil, 1968, impacta el Movimiento Estudiantil en 1966 de la Universidad de Morelia, Michoacán, el de la Universidad de Sonora en 1967, y el de contra el Rector de la UNAM Ignacio Chávez en 1966
— Punza la razón crítica la renuncia de Arnoldo Orfila, Director del Fondo de Cultura Económica, por autorizar la publicación de “Los Hijos de Sánchez”.
— Aguijonea la renuncia de Carlos Alberto Madrazo y su política democratizadora al frente del CEN-PRI.
— La pulsión del uso de la minifalda
— Compulsión por la iniciativa de Ley para conceder la ‘ciudadanía’ a los 18 años de edad.
— Sin duda, en la luz de la noche de El Grito, destacan los juegos Olímpicos de 1968
— Y la significativa influencia del aire de la Olimpiada Cultural, con participación de intelectuales y artistas del mundo.
LUCIO, GENARO, DEMETRIO
En la factura de cosas, anote el surgimiento de las guerrillas en la Sierra de Guerrero con Lucio Cabañas y Genaro Vásquez; y la conciencia sacudida por el impacto del Mayo Rojo de Francia.
— Lacera el encarcelamiento de Demetrio Vallejo Martínez.
Sabe, duele el linchamiento de los empleados universitarios en San Miguel Canoa, Puebla; acusados por el cura Ernesto Maza de ‘comunistas…enviados por el demonio’.
He ahí el quid de cómo una generación joven rechaza ser subordinada y concibe ser insumisa.
Pero, sobre todo, reflexiona si el modo de vida de ayer debe ser la forma de vida impuesta; o crear una nueva, con mejor y mayor bien común.
— Si, también aprendí que las campanas repican de alegría, pero también doblan a muerto.
— Por eso le digo
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* Sept 2013/15/18