Joel Hernández Santiago
Apenas comenzar septiembre de 2025 y todo está dispuesto en México para las novedades en el frente. Eventos estelares cubren la marquesina de lo que es la política nacional por estos días.
El primero de ellos será el Informe que guarda el estado de la administración pública nacional, el cual será leído y argumentado el lunes 1 de septiembre de este año. A once meses de haber tomado posesión, la presidente de México, Claudia Sheinbaum, tiene que cumplir con esta responsabilidad, la de informar a la nación lo que se ha hecho durante su gestión presidencial en el lapso.
En realidad no será distinto a mucho de lo que ya ha dicho a lo largo de estos meses y en especial en sus Mañaneras en las que informa y comenta y califica o descalifica a sus seguidores como a quienes le critican y en contra de los cuales carga los dardos para acusarlos y señalarlos como odiosos emisarios del pasado, conservadores, adversarios y enemigos del pueblo.
Por supuesto hará elogio de lo hecho en favor de los pobres del país, aunque sigan siendo pobres y se endulcen las cifras oficiales que contrastan con la realidad del día a día cuando hay millones de mexicanos que viven con el ¡Jesús! en la boca.
De forma extraordinaria el INEGI anunció apenas que la pobreza en México se redujo de 46.8 a 38.5 millones, lo que representa una disminución de 8.3 millones de personas. La pobreza extrema también bajó, pasando de 9.1 a 7.0 millones de personas en ese mismo periodo. Esto hizo exclamar a la presidente de México, Claudia Sheinbaum, felicitando la gestión del ex presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Esto por supuesto lo subrayará la mandataria este día.
También exclamará triunfal para anunciar que han disminuido en México las cifras por homicidio doloso. Las que ha estado presentando a lo largo de los meses, aunque las cifras de feminicidios y desapariciones se hayan incrementado de forma desproporcionada.
Hablará de la disminución de la inflación, aunque el tema del empleo informal, que ha crecido de forma enorme en contraste con la creación de empleos, tampoco estará el Informe.
Está bien. Es natural. Ha sido así desde los días de la “Dictadura perfecta” cuando los presidentes priistas informaban en todo festivo y el evento se convertía en un aplauso monumental para el Ejecutivo que ‘había conducido al país hacia la felicidad terrenal’. Igual hoy, igual entonces.
Acaso haga algún anuncio novedoso, en particular si se refiere a las relaciones de México con Estados Unidos con el que en los días siguientes firmará un acuerdo de cooperación en materia de seguridad. Esto es, en materia de persecución del crimen organizado y narcotráfico.
La presidente ha mostrado que no está tan de acuerdo con lo que plantea el gobierno de Trump, acostumbrado ya a la obediencia y a la simulación mexicana. Quizá en este apartado enarbolará la bandera de la soberanía y la defensa de la patria por encima de cualquier intento de intervencionismo o hasta de invasión. Veremos este mismo día.
Este día primero, también, cambia de mando la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Producto de aquella andanada iniciada en febrero de 2023 en Querétaro por el ex presidente López Obrador en contra de la ministra Norma Piña, y en contra de la Suprema Corte de la Nación, a la que calificó de ‘obsoleta, cargada de injusticias y de engañosa labor justiciera’.
Fue entonces cuando inició la campaña para llevar a cabo una elección para votar por la nueva composición del Poder Judicial de México. Un proceso que estuvo cargado de irregularidades, de contradicciones, de golpes de suerte -tómbolas-, de “acordeones” y de sorpresas en sus resultados.
Presidentes municipales y su cabildo vendieron su alma al diablo para cumplir con la cuota de votantes a favor de la Reforma que les fue impuesta.
Comenzará una nueva etapa y un nuevo presidente de la Corte iniciará su gestión. La expectativa es si este cambio hará que el país cuente con justicia pronta, justa, expedita, transparente, imparcial y autónoma. Ojalá sea. De lo contrario sí, será una traición a la patria.
También cambian figuras en el Poder Legislativo. Tan sólo en el Senado de la República concluye la presidencia del senador Gerardo Fernández Noroña e inicia la presidencia de Laura Itzel Castillo, hija de don Heberto Castillo -siempre bien recordado- y quien podría hacer que esa presidencia adquiera la altura política y legislativa que perdió durante la gestión de Noroña.
Para el 2 de septiembre se anuncia la llegada del secretario de Estado del Gobierno de EUA, Marco Rubio, a México, tal y como lo adelantó la presidente Sheinbaum. Rubio se reunirá con autoridades mexicanas para firmar un acuerdo de seguridad, en medio de la embestida de la Administración Trump en contra de los carteles de la droga.
Seguramente reiterará que el gobierno de EUA vería con buenos ojos “que el gobierno mexicano acepte las propuestas amigables de su país”. Se establecerán estrategias comunes y estrategias coordinadas -según la misma presidente anunció hace tiempo-. Se tocará el tema del presidente venezolano Nicolás Maduro y sus presuntos vínculos con los cárteles venezolanos y mexicanos.
Se ve un inicio de mes de alto voltaje. Tiene la presidente de México una enorme responsabilidad de gobierno y no puede perder el tiempo en defender cada día -todos los días- a miembros de su partido en el Legislativo, en el Ejecutivo o en los estados, de todas aquellas irregularidades que ya se detectan y que se salen de la línea de pensamiento de su Movimiento, como le llaman; o que Songo le dio a Borondongo…
El país requiere toda su atención en asuntos de gran calado y de importancia para la vida nacional. Para la seguridad nacional. Y para los temas vulnerables hoy mismo: salud, educación, seguridad, economía, política y democracia. Palenque ya no es una solución, sí en cambio un lastre que hace daño y que impide conocer a la presidente en su verdadero potencial e interés nacional.