LOS CAPITALES
Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ
Lo peor es que los expertos consideran que las condiciones climáticas podrían cambiar drásticamente en los próximos meses, pero para peor. Nos dicen especialistas de BANORTE, que los estimados de precipitación de la CONAGUA apuntan a mayores lluvias entre junio y julio, moderándose en el margen en agosto. En primera instancia esto parecería positivo en términos de la sequía, especialmente en el noroeste. Sin embargo, un clima tan extremo puede ser perjudicial para algunos cultivos, tal como el jitomate, con el 41% de la producción nacional concentrada en esa zona.
Por otra parte, el Centro de Predicción del Clima de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica nos informa que estamos en una fase neutral en torno al fenómeno de El Niño / La Niña, la cual probablemente prevalecerá al menos hasta agosto. Además, los pronósticos son más inciertos a partir de septiembre, donde se anticipa también que la temporada de huracanes gane fuerza. Esta última tendría una mayor severidad que la media histórica.
No obstante, en otras regiones, un temporal de lluvias intensas también podría traer consecuencias desfavorables en la producción de cebolla, diversas variedades de chiles, plátano, aguacate, entre otros. Así, no podemos descartamos que el rubro de frutas y verduras mantenga una elevada volatilidad en meses subsecuentes.
También habría que tomar en cuenta las afectaciones fitozoosanitarias, impactando a los pecuarios. El sector se encuentra bajo presión por dos eventos: (1) La prohibición de importaciones de aves y huevos fértiles desde Brasil ante un brote de gripe aviar en dicho país; y (2) la aparición del gusano barrenador en el sur del país, lo que afecta principalmente al ganado bovino. Sobre el primer punto, la medida anunciada por la Secretaría de Agricultura no tiene vigencia, por lo que nuestra expectativa es que la oferta de dichos bienes se mantenga afectada en el corto plazo, siendo así una fuente de presión para sus precios. Cabe recordar que se habían reducido los controles de importación desde varios países, incluido Brasil, como parte del PACIC. Ello ayudó en su momento a las cotizaciones de los pecuarios. En torno al segundo punto, EU mantiene el bloqueo a la importación de carne desde México –la cual será evaluada cada 30 días–, mientras que existen controles locales en los estados del norte para evitar una mayor propagación. A pesar de que ya se están realizando varias acciones para combatir la plaga (e.g. liberación de moscas estériles), el momento en el que los resultados se materialicen sigue siendo incierto.
Los agropecuarios experimentarán mayor volatilidad hacia delante. Además de los factores antes descritos, reconocemos puntos estructurales que provocarán mayores variaciones en los precios de dichos bienes. El principal siendo el cambio climático. Por lo cual, creemos que la materialización de choques en la categoría será un fenómeno más habitual, situación que el banco central deberá considerar cada vez más en sus pronósticos y en sus decisiones de política monetaria. Así, aplaudimos que Banxico ha analizado varios temas sobre el impacto del cambio climático y eventos meteorológicos extremos, como las sequías, en el proceso de formación de precios, especialmente en su Reporte sobre las Economías Regionales.
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